domingo, 28 de febrero de 2010

FUNCIONARIOS MALTRATADOS (por Rocco Lampone)

Se da una curiosa paradoja con el tema funcionarial. Como miembro perteneciente a este cuerpo, me veo en la obligación de mostrarla y exponerla.

Cuando llegan tiempos de crisis, toda la marabunta social, alentada por políticos carroñeros y de mala entraña, tiende a arremeter contra los funcionarios públicos. Los argumentos son falaces y arteros. Que si somos muchos en todo el territorio. Que si es mucho gasto. Que si qué morro tenemos. Y demás mandangas.

Tonterías y ganas de armar zambra sin motivo.

Sin embargo, nadie dice nada de nosotros cuando todo va bien. Nadie veía inconcebible que un albañil cualquiera (con todo mi respeto, por supuesto) se estuviera metiendo entre pecho y espalda entre 4.000 y 8.000 euros al mes, y el funcionario de la base (el más numeroso) apenas pasara de los 1.100 euros.

Ni tampoco le preocupaba a nadie las constantes congelaciones salariales sufridas. Que les den, pensaban la mayoría.

Y ahora, con la crisis y los despidos, muchos funcionarios maltratados pensarán: ¿y ahora, a quién es al que le dan, yo aquí tranquilo con mi sueldo fijo?

Somos los perjudicados siempre de la marcha económica del país. Ahora que vienen mal dadas, que nos bajen el sueldo, que no seamos tan numerosos, que nos echen a los que se pueda…

Dentro del colectivo funcionarial, siempre se fastidia al más precario, que además es el más numeroso. Nadie dice nada de tanto alto cargo con sueldo flipante. A nadie le parece extraño que los asesores del Presidente se cuenten por centenas. Nadie dice nada, por ejemplo, de los jefes provinciales de tráfico, con prebendas medievales como tener casa, coche, teléfono fijo y móvil, luz, agua, gas y desplazamientos pagados por todos los españoles. Amén de un sueldo de más de 7.000 euros al mes, más múltiples dádivas de las empresas que colaboran con el organismo (hace poco regalaron un todoterreno a un jefe mafiosillo de tráfico…).

No nos engañemos. Los altos cargos y los funcionarios de gran nivel (26 a 29) no sacan el trabajo adelante. Somos los demás, con niveles 14 a 22, los que soportamos la carga de trabajo.

Esa carga va en función del sitio donde trabajes. Los hay que toman varios cafés/cañas diarias. Y los hay que sólo pueden salir su media hora reglada y fichada.



Luego depende mucho del sitio donde trabajes, y los compañeros, para que puedas pasártelo más o menos bien. En algunos sitios tienes compañeros cenizos, que te amargan el día nada más llegar, y encima coincide que tienes jefes hijos de puta, que parece que el negociado o la sección son suyas, y que tienen derecho a saber todo de ti y a controlar hasta las llamadas que recibes en el móvil.

En otros los jefes son encantadores, y encima tienes compañeros alegres y algo juerguistas, lo cual permite algo de chanza en el tedioso día.

Recuerdo en una jefatura de Tráfico perdida por España, que mi relación con los compis era estupenda. En concreto con uno de ellos. Cuando nos tocaba salir a ventanilla a los dos, yo siempre tenía en mente gastarle alguna broma. En ocasiones, con una cola de gente cada uno de mil pares, me levantaba un segundo y me acercaba a su ventanilla. Él me miraba, perplejo, mientras yo le decía a su administrado:

- Disculpe un momento, caballero. Rubén, ¿te han dado ya la última circular?

Él, azorado y rojo, decía que no.

- Pues toma. -Y le entregaba un papel, donde ponía: En tu cola, la cuarta persona es una chica que está tremenda (ojo a la delantera). Si tienes problemas, no dudes en avisarme.

Y él se reventaba a reír, mientras el administrado no sabía qué pasaba…

En otra ocasión le enseñé el D.N.I. de mi administrada. Se apellidaba “Conejo Moreno”.

Tuvo que irse al baño de las carcajadas.

En definitiva, quería presentaros una versión de los funcionarios distinta a la habitual, donde siempre estamos en el ojo del huracán y siempre estamos en la picota, principalmente por las veleidades de la clase política (sin distinción de colores) y por la coyuntura económica.

Nota de La pluma
viperina: Leer sobre este mismo tema.

sábado, 27 de febrero de 2010

EL COMENTARIO DE LA SEMANA (47): ES COMO DORMIR CON UN TÍO QUE TE ENCUENTRAS POR LA CALLE

El mejor comentario de las últimas semanas ha sido:

"(...) La Iglesia recomienda encarecidamente a la gente
que si no es católica PRACTICANTE, NO se case por la Iglesia. Repito, la Iglesia les pide que NO se casen por la Iglesia. Lo cual tiene mucha lógica... Y es que si te casas sin la menor intención de intentar vivir un matrimonio cristiano (limitando artificialmente el número de hijos, pensando que si la cosa no va bien os divorciáis, etc, etc), además de estar jugando con un Sacramento, el matrimonio canónicamente es nulo de pleno derecho... es decir, no hubo verdadero matrimonio. Y es igual que si duermes con un tío que te encuentras por la calle... es decir, es un concubinato. (...)"

Autora
: Sandra
Entrada: Llamar a la mierda oro.

jueves, 25 de febrero de 2010

LLAMAR A LA MIERDA ORO

Dice el segundo capítulo del Génesis:

«Entonces el Señor Dios modeló con arcilla del suelo a todos los animales del campo y a todos los pájaros del cielo y los presentó al hombre para ver qué nombre les pondría. Porque cada ser viviente debía tener el nombre que le pusiera el hombre. »


Cuando ponemos nombres a las cosas, cuando las dividimos en clases y categorías, nos hacemos sus verdaderos dueños. Dueños de su concepto, las podemos unir y enfrentar, comparar y distinguir y, así, abstraemos y modelamos el mundo y creamos conocimiento, orden, civilización, homogeneidad y ley.

Cualquiera que haya estudiado lo mínimo sabe lo complicado que se hace entender a pensadores extranjeros cuando éstos usan palabras que no existen en nuestro idioma. Ideas sencillas de entender para alguien de su lengua natal, precisan de unas explicaciones complejas que no siempre son asimilables por cualquiera. Pensemos, por poner un ejemplo, en ese gran detalle que añadimos al mundo los que hablamos español: la distinción entre esencia y circunstancia, entre ser y estar.



Así, y ya he insistido en esto en artículos pasados, me parece imprescindible buscar, siempre, la palabra más precisa para designar cada idea, huyendo de los manidos
«qué mas da», «no hay que ser tan cuadriculado» y simplezas parecidas.

Los tiranos, siempre, buscarán justificarse, y por ende completar un círculo perfecto de abusos, dominando, no los cuerpos mediante la fuerza, sino las mentes mediante la mentira, la confusión y la inversión moral. Y si no, valga como ejemplo nuestro oscuro presidente del (des)Gobierno defendiendo que el significado de las palabras no es importante mientras se comporta como un maestro en la manipulación de simples mentes buenistas.

Y es que por llamar a la mierda oro, ésta no aumenta de valor pero se corre el riesgo de que el oro sea visto igual que la mierda. Y no es eso.

Porque no se puede llamar matrimonio al concubinato entre dos sodomitas.

Ni se puede llamar matrimonio al noviazgo ni al amancebamiento ni tampoco a un compromiso temporal de menor duración que el exigido por Vodafone.

Porque una mujer no es un trastornado al que hayan castrado y pagado un carísimo disfraz de quirófano.

Ni se puede llamar nación a un grupo de aldeanos contando leyendas alrededor de un puchero y una hoguera.

Porque no se puede llamar religión a las creencias de unos jipis meapilas que cantan el Padrenuestro cogidos de las manos.

Ni mucho menos a los desvaríos de unos histriones vestidos de naranja tibetano.

Porque no se puede llamar ministro a una becaria pija y analfabeta.

Ni se puede llamar rey a un perjuro que se cree Chiquito de la Calzada.

Ni se puede llamar libertad al libertinaje, ni democracia a la farsa de los partidos y las urnas cada cuatro años.

Y tampoco se puede llamar...


martes, 23 de febrero de 2010

ABANDONADOS EN LA BATALLA

He retrasado veinticuatro horas la entrada que tenía previsto publicar para compartir un correo electrónico que me acaba de llegar. El asunto en cuestión me parece vergonzoso e indignante y da idea de la catadura moral de nuestros políticos y de muchos altos mandos del Ejército. Aunque gracias a Dios no todos son así como el que hace poco pidió a la Chacón, por carta a los periódicos, que no volviera a llamar compañero a militar alguno hasta que realizara el juramento a la bandera.

En recuerdo de ese gran hombre que, quizás errado o engañado, hace veintinueve años demostró lo que es el sentido del honor y de la milicia, y en memoria de todos aquellos militares que todavía mantienen vivo en su corazón el denostado amor a España y que están dispuestos a morir por una nación y unos españoles que los desprecian, copio y pego lo siguiente. A los demás, políticos, militares indignos y traidores y españoles vergonzantes y vergonzosos «que Dios se lo demande y la Patria les desprecie como indignos hijos de ella».


Hace unas semanas, en el transcurso de unas maniobras, miembros del Ejército Español se situaron en lo alto del monte Gorbea (Álava). Allí existe una cruz alzada sobre una estructura de hierro. Los militares, situaron allí la bandera de España y rodearon la estructura con cinta con la bandera española.

Como es habitual los nacionalistas protestaron por lo que consideraron una ofensa. Ofensa que consiste en que una unidad militar, coloque la bandera de España, EN ESPAÑA.
Lo que nadie esperaba es que el Ministerio de Defensa, -la señora Carmen Chacón-, tomara cartas en el tema. Según se está filtrando, porque naturalmente sobre este tema debe regir el secreto disciplinario, los responsables de Defensa han considerado que izar la bandera de España en la cima del monte Gorbea es un acto "incorrecto". Además, como advertencia, al jefe de la sección que cometió “la incorrección” de izar la bandera española en territorio español y al jefe del Grupo de Artillería V se les ha sancionado económicamente retirándoles el complemento (C.D.E), lo que en estos tiempos de crisis no es mal recurso disuasorio.

Así pues, unos militares han sido sancionados por hacer, simplemente, lo que hacen todas las unidades, colocar la bandera española. La Ministra de Defensa prefiere apoyar al nacionalismo que defender a nuestros soldados, -a los que de hecho va a sancionar- porque la señora Carmen Chacón está en esa sintonía.

Unos militares han sido sancionados sin que sus jefes, que sepamos, hayan expresado su lógica protesta, no vaya a ser también que salgan perjudicados...


Pero luego si unos piratas secuestran a una barco de pesca vasco, como ya sucedió, por favor, que vengan los militares a salvarnos...!!

A esos mismos militares se les pide que, llegado el caso, den su vida por su país, el de esa bandera que colocaron en su propio país.

lunes, 22 de febrero de 2010

LAS MUJERES NO SABEN SER AMIGAS

He sostenido varias veces en este blog que la familia cada día está menos valorada y por el contrario se tiende a exaltar desmesuradamente la importancia de la amistad. En mi opinión debería ser justo al revés porque en el 90% de los casos cuando tienes un problema o sufres por algo solo puedes confiar realmente en tus padres, en un hermano o en tu mujer, y no en la panda de conocidos, incluso de muchos años, a los que vienes dando el título de amigos por costumbre, o porque compartes copas o vas al fútbol con ellos. A la hora de la verdad, los colegas van cada uno a su bola; en cuanto cambian las circunstancias personales tienden a evaporarse las relaciones amistosas.

Si esto es bastante evidente con carácter general, yo destacaría que en el caso de las mujeres el fenómeno se multiplica por mil. Ellas, que suelen interiorizar muy dignamente los roles de novia, esposa y madre, fallan sin embargo con estrépito en sus intentos de comportarse como buenas amigas (y eso cuando lo intentan). Con las naturales excepciones que confirman toda regla, me atrevo a decir que las tías no saben ser amigas entre sí; que dan prioridad a todo antes que a la amistad, y que si tienen que hacer la cama a una amiga para su propio beneficio, no se lo piensan dos veces.

No voy a entrar aquí en si los hombres son más nobles o más sinceros que las mujeres (es manifiesto), sino en cómo se comportan ellas en el plano amistoso.

Como los hombres damos una gran importancia a las aficiones y al ocio (lo cual también podría ser criticable), a lo largo de nuestra vida siempre necesitamos “compañeros de juego”. No vamos a ir solos al fútbol, ni a tomar unas cañas, ni a hacer deporte, ni a jamarnos un chuletón, ni de putas. Por eso siempre mantenemos, mejor o peor, a un grupo de amigotes. Un grupo de gente en el que lo más seguro es que nunca se hable de nada personal, ni nadie se interese por nadie, ¡ni nadie conozca a nadie aunque lleven saliendo diez años!, y todo se limite a beber cerveza, a hablar de goles y de tetas o a decir “envido a chicas”… Pero un grupo, al menos. Y al final en el seno de ese grupo se acaba forjando una especie de afecto difuso o de admiración mutua, aunque solo sea por los buenos ratos que pasan los unos con los otros, y, por supuesto, rigen unas reglas mínimas de honor y de confianza.

Incluso cuando los hombres se emparejan o se casan, siguen sintiendo una necesidad atávica de “separar mundos” y de mantener un bastión íntimo de colegas donde no lleguen los chillidos femeninos ni las conversaciones sobre la Thermo-mix. Los amigos, o lo que nosotros llamamos amigos, siempre son fundamentales.

Ellas en cambio son todo lo contrario. Con muchísima frecuencia da la impresión de que las mujeres conservan las amigas solo para no aburrirse mientras no tienen novio o, peor aún, para salir en cuadrilla de solteras y así tener la oportunidad de ennoviarse que seguro que no tendrían sin pertenecer a un grupo. Entre las tías de un grupo nunca hay demasiado buen rollo, ni siquiera cuando ninguna tiene pareja. Pero según van cazando sus medias naranjas, este mal rollo se tiende a convertir en una guerra de puñales declarada, eso sí todo en medio de sonrisillas y aparentes buenas intenciones.

Cuando una de la pandilla empieza a salir con un chico, será invariablemente criticada por “pasar de las amigas”, aunque sea falso y la muchacha haya hecho esfuerzos importantes para compatibilizar las dos relaciones (que no los suele hacer casi nunca, por otra parte). Pullas, indirectas, comentarios malévolos y estrategias de aislamiento nacidos solamente de la más rastrera envidia terminarán enturbiando la relación del grupo con la recién ennoviada. Eso sí las gallinas más criticonas del corral son las que después pasan más de las amigas cuando ellas mismas salen con alguien. Y así va cavándose un abismo cada vez más profundo entre las que van echándose novio y las que se quedan solas.

Pero cuando se casan es peor aún. No pocas hacen cruz y raya a todas sus amistades en el momento que tienen marido, comienzan sus preocupaciones domésticas o nacen sus hijos. En cierta manera es comprensible que una casada retoque su tabla de prioridades, tenga mayor dificultad para quedar por falta de tiempo, o no pueda seguir el ritmo de ocio de las solteras o no comparta la finalidad del mismo (pillar lo que ya tiene), pero reconozcamos que a veces los niveles de pasotismo recíproco entre casadas y solteras es escandaloso, tanto que ni se preocupan las unas por las otras, dando la impresión de que ni se conocen. A todo esto viene a ayudar el típico talante quisquilloso de las nenas, que están todo el día picándose sobre las llamadas de teléfono que se deben, sobre si se han avisado de las quedadas y paridas semejantes, por no hablar de la maraña de envidias y resentimientos inconfesables en relación a novios, maridos, niños, trabajos o lo que se tercie.

En resumen, los hombres, incluso casados, tienen unas relaciones amistosas con sus congéneres mucho más normalizadas y satisfactorias que las mujeres. Estas acostumbran a descuidar las amistades por distintas razones: bien porque a veces nunca ha habido cariño sincero (debido a la forma de ser femenina), o bien porque su naturaleza es mucho más “doméstica” y ponen su casa y su familia por encima de todo, o porque su necesidad de un “clan” para desarrollar ocio y aficiones al margen de su pareja es considerablemente menor.

viernes, 19 de febrero de 2010

LA CANCIÓN DE MARIVÍ

Aún no tenía tres años y sus papás empezaron a ponerle Cara al sol una y otra vez, hasta que la cría lo tatareaba con su lengua de trapo.

- Mariví, enséñales a estos camaradas lo que sabes cantar.

Y ella alzaba su mano diminuta y canturreaba salerosa, para regocijo de los falangistas.

Un finde fueron a visitar el Guggenheim. En mitad del casco antiguo, la niña pidió pis y entraron corriendo en el primer bar. Sorpresa. Tras la barra, fotos enmarcadas de gudaris, hachas y serpientes. Los parroquianos, chavales con camisetas pro presos vascos.

-Guapa, ¿qué sabes hacer? –preguntó a la chiquita el camarero.

Aunque Mariví cantó mejor que nunca, a sus papis se les atragantó el cafelito.

Al Neri, 3-2-10.


2º Premio del I Concurso de Microrrelatos Pascual Panete Zas, convocado por Suso Mendive y fallado hoy.
Jurado: Aurora Pimentel (escritora), Jesús Beades (Premio Adonais de Poesía) y Antonio del Junco (fotógrafo).
Premio: Libro de poesías de Jesús Beades.

miércoles, 17 de febrero de 2010

MENTIRIJILLAS Y EXCUSAS

Tras muchos años he llegado a la triste conclusión de que la gente, por mucho que asegure valorar la sinceridad, detesta que se le digan las cosas claras y sin tapujos; prefiere las buenas maneras, las sonrisas, las excusas y los paños calientes antes que una relación honesta y basada en la verdad.

Yo tengo por buena costumbre no poner excusas para nada, salvo que sea estrictamente necesario, y casi nunca lo es. Pero al final me he dado cuenta de que la peña necesita las explicaciones como el comer y que si no se las das, se cabrean o te consideran un borde. Ya digo: prefieren que les mientas para quedarse tranquilos.

A mí me fastidia mentir. Puedo entender que en determinadas situaciones pueda ser inevitable y hasta lícito dar una excusa o decir una mentijilla piadosa, pero siempre identifico estas situaciones de fuerza mayor haciéndome una sencilla pregunta: ¿a quién beneficio mintiendo: al otro o a mí mismo? El universitario que engaña a sus padres sobre las notas finales “para que mamá no se disguste”, ¿a quién favorece realmente cuando sabe que si confiesa sus suspensos se va a ganar una buena bronca y a quedar sin propina para las vacaciones?. El marido que dice a su señora estar trabajando y se va de vinos con sus amigotes, ¿a quién beneficia? Pues eso, si soltando una bola ayudas realmente a alguien que no seas tú, puede tener un pase. Si no, ni de coña.

Hay, de todas formas, un chiste que me hace gracia: los hombres no mentirían tanto si las mujeres no hicieran tantas preguntas.

Pero a donde quería llegar es a que aunque pueda entender ciertas mentiras en casos graves, jamás me entrará en la cabeza que se pueda falsear la realidad cuando se trata de quedar o salir con los amigos. ¿Qué más da decirle a un buen amigo que en realidad no te apetece ir a un sitio o salir esa noche? Creo que esto reforzaría la confianza y ayudaría al mejor entendimiento… Pero no, todo el mundo a mentir como bellacos por cualquier estupidez.

Estoy pensando en alguna situación. Por ejemplo:

- Al Neri, hemos quedado el sábado a comer con estos, ¿te apuntas?

- No, lo siento, no me apunto. Ya será en otra ocasión.

O a veces también puedo decir:

- No, chico, no me apetece nada. Ya como con vosotros otro día…

Son dos respuestas muy mías que molestan a algunas personas por no contener explicación (que prefiero no darla a mentir) o, en el segundo caso, por ser excesivamente transparente.

Para quedar bien tendría que soltar un coñazo sobre si he quedado a comer con mis padres, o que estoy acatarrado, o que tengo un viaje… o yo qué sé. Y la verdad, si para una comida de colegas no puedo decir la verdad o evitar la mentira, pues qué asco.

Después hay mentiras muy graciosas. Es como cuando el Subdirector del Banco Arús queda a tomar unas copas con una maciza compañera suya de trabajo y si al día siguiente le pregunto si han jugado a los papás y a las mamás, aparte de llamarme enfermo, me suelta:

- Los caballeros no tenemos memoria, Neri.

lunes, 15 de febrero de 2010

HISTORIAS DE ESPAÑA VIEJA (VI): ULTRAMONTANOS, LOS MÁS FACHAS DE EUROPA


A veces de los ultraderechistas más encendidos y radicales se dice que son ultramontanos. Seguro que lo habéis oído mil veces. El término se usa desde la Edad Media para referirse a los caballeros más católicos y más defensores de la Fe de toda la Cristiandad, pero hoy vamos a contar el curioso origen de la expresión y cómo se acuñó en España durante La Reconquista.

Durante todo el siglo XII los monarcas cristianos peninsulares estaban literalmente acojonados por la reagrupación de los reinos de taifas por obra y gracia de los fanáticos almohades. Estos puristas islámicos llegados del Magreb metieron en vereda a los corrompidos almorávides y obligaron a los cristianos a retroceder hasta el Tajo. En 1195 le dieron para el pelo a Alfonso VIII en la humillante batalla de Alarcos (junto a Ciudad Real).

Castilla estaba decidida a poner freno de una vez a los avances de la morisma, pero como necesitaba una alianza con Aragón y Navarra, el Arzobispo de Toledo se encargó de convencer en 1212 al Papa Inocencio III para que proclamara la Cruzada, a fin de estimular a los demás reinos cristianos a sumarse a una ambiciosa campaña militar. La cosa dio resultado y en muy poco tiempo no solo se apuntaron a la fiesta casi todas las monarquías de la piel de toro (a excepción de los ya cazurros leoneses), sino también los ultramontanos. Se llamaba ultramontanos a los guerreros que venían de allende los Pirineos, en concreto las huestes de numerosos caballeros francos que habían combatido gloriosamente en Tierra Santa y que tenían fama de ultras y de aguerridos. Según las crónicas, vinieron más de treinta mil.

Alfonso VIII estaba como loco con el tinglado que consiguió organizar, pero muy pronto comprobó con disgusto que los veteranos extranjeros eran incontrolables. En primer lugar, nada más concentrarse las tropas en Toledo, los franchutes, que eran unos fachas como la copa de un pino, se pusieron a hacer travesuras, como por ejemplo cargarse a todos los judíos que pillaban por la calle. Cosas de chavales, de acuerdo, pero el clima se enrareció mucho en la ciudad del Alcázar y tuvieron que adelantar desastrosamente la partida.

Luego se vio que los ultramontanos más que franceses parecían catalanes, porque no hacían más que pensar en el botín. Esto quemaba muchísimo a Alfonso, que quería respetar a la población civil musulmana para facilitar las posteriores conversaciones y la repoblación. Pero los extranjeros consideraban una herejía pactar con los infieles. Por eso tuvo que morderse la lengua al tomar Malagón, donde los radicales galos pasaron a cuchillo a todos los sarracenos y se incautaron de sus posesiones. Pero cuando entraron en Calatrava, el rey castellano puso orden y pactó una rendición humanitaria con el caudillo moro de turno. Esto cabreó sobremanera a los ultras, la mayor parte de los cuales decidió darse la vuelta y abandonar la expedición. Eso sí, en su viaje de regreso no se privaron de arrasar todas las juderías que se encontraron. ¡Estos chicos!


Esta pérdida de efectivos fue muy lamentada por los militares castellanos, que confiaban ciegamente en la destreza en la batalla de los ex-cruzados, máxime cuando el grueso de las tropas lo componían milicias sin experiencia reclutadas en los pueblos de paso.

Al final esos miles de ultramontanos desertores no hicieron ninguna falta, pues en las Navas de Tolosa la cristiandad hispánica dio un golpe definitivo al imperio almohade y marcó un antes y un después en la Reconquista. Tras esta mítica batalla, los ultramontanos que quedaban con las tropas castellanas se destacaron en una cruenta represión que incluyó matanzas, incendios, violaciones y confiscación de bienes.

sábado, 13 de febrero de 2010

ENCUESTA SOBRE INGRESOS FAMILIARES

Pregunta: En una unidad familiar compuesta por los cónyuges y dos hijos, ¿qué ingresos mensuales netos (limpios) consideras necesarios para tener un nivel de vida digno y adecuado (vivienda, necesidades, ocio…)?

Nº de votantes: 104

Duración: 2 meses y medio.

Respuestas:

a) 1.500 a 2.000 euros: 11 votos (10%)

b) 2.000 a 2.500 euros: 21 votos (20%)

c) 2.500 a 3.000 euros: 20 votos (19%)

d) 3.000 a 3.500 euros: 14 votos (13%)

e) 3.500 a 4.000 euros: 10 votos (9%)

f) 4.000 a 4.500 euros: 9 votos (8%)

g) 4.500 a 5.000 euros: 4 votos (3%)

h) 5.000 a 5.500 euros: 0 votos (0%)

i) 5.500 a 6.000 euros: 0 votos (0%)

j) 6.000 a 6.500 euros: 1 voto (0%)

k) 6.500 a 7.000 euros: 1 voto (0%)

l) 7.000 a 7.500 euros: 0 votos (0%)

m) 7.500 a 8.000 euros: 0 votos (0%)

n) Más de 8.000 euros: 13 votos (12%)

miércoles, 10 de febrero de 2010

HISTORIAS DE ESPAÑA VIEJA (V): KRASNY BOR.

SI EN EL FRENTE OS ENCONTRÁIS UN SOLDADO MAL AFEITADO, SUCIO, CON LAS BOTAS ROTAS Y EL UNIFORME DESABROCHADO, CUADRAOS ANTE ÉL: ES UN HÉROE; ES UN ESPAÑOL.
General Jürgens.
Comandante General del XXXVIII
Cuerpo de Ejército de la Wehrmacht - Heer


Madrugada del 10 de febrero de 1.943 en Krasny Bor, aldea situada en los arrabales de Leningrado. Menos de 6.000 voluntarios españoles, encuadrados en la 250 División de la Wehrmacht, conocida como la División Azul, esperan pacientes a temperaturas de varias decenas de grados bajo cero, un inminente ataque dos divisiones soviéticas y varios regimientos acorazados. Casi 45.000 comunistas se disponen a borrar del mapa a los voluntarios falangistas que, desde 1.941, despiertan la admiración de todo el ejército alemán e, incluso, del mismo Ejército Rojo que pretende romper el cerco de la ahora San Petersburgo.


A las 6:40 horas, la artillería soviética comienza a barrer las líneas españolas con un potentísimo fuego de artillería que dura más de dos horas. Tan intenso fue el bombardeo que las capas de nieve congelada terminan convirtiendo el terreno en un auténtico lodazal a pesar de los 25 grados bajo cero. La aviación alemana, apenas a unos 50 kilómetros de allí, no puede intervenir por falta de combustible.

Pensando que nadie habría podido sobreviv
ir, los soviéticos se lanzan en oleadas sucesivas contra los españoles que, contra toda lógica, siguen vivos y repelen los ataques con las armas que no han sido destruidas: los blindados están atascados en el barro y toman un papel protagonista las ametralladoras MG-34 y MG-42.



Los falangistas se repliegan y agrupan en los cráteres que ha formado la artillería enemiga. Ángel Salamanca, sargento provisional de infantería en la compañía del capitán Teodoro Palacios, logra reconquistar junto a dos soldados, a golpe de heroísmo y de bombas de mano, una de las posiciones perdidas, ganando la medalla militar individual. Años después, poco antes de su muerte, este fiel representante de los últimos caballeros españoles me hizo el honor de considerarme su amigo.

A media mañana, los rusos han perforado el frente español por tres sitios diferentes. Los voluntarios españoles luchan hasta el final y logran mantener retrasada la línea de frente de tres kilómetros sin que rompa.

Los bolcheviques han causado 2.252 bajas es
pañolas (1.125 muertos, 91 desaparecidos y 1.036 heridos) y otros 1000 se sumarán en días posteriores. Más 11.000 rusos mueren en la batalla, afianzando la leyenda española en el Frente del Este: batalla de Volhov, el lago Ilmen y los esquiadores del capitán Ordás, la bolsa de Uman, Possad...


El sargento Salamanca, el capitán Palacios y otros 300 españoles son hechos prisioneros. A ellos les quedan más de once años de guerra de gulag en gulag, donde seguirán demostrando, a miles de kilómetros de su patria, de qué pasta estaban hechos aquellos españoles.
Serán Esclavos de Stalin, auténticos Embajadores en el Infierno. Muchos quedarán, en su Odisea, junto a sus camaradas, bajo la tierra helada de Rusia.

lunes, 8 de febrero de 2010

DEPORTES REPUGNANTES


Supongo que en algunas cuestiones todos somos un poco víctimas de nuestros prejuicios y que hay filias y fobias muy difíciles de justificar. Por eso en el post de hoy voy a hablar lo más irracionalmente posible del repelús que me provocan ciertos deportes que considero, por encima de todo, una pose externa de la clase alta o de los que pretenden aparentar su pertenencia a esta clase.

Como en todo, habrá matices, pero yo paso. Soy consciente, eso sí, de que varios de estos deportes implican bastante menos gasto que otros que no están asociados al snobismo ni a la pijería, pero qué le vamos a hacer; de cualquier forma yo los percibo como pasatiempos de ricos –auténticos o falsos- , casi solo encaminados a presumir y/o a relacionarse en ciertos grupos sociales.

1.- Golf. ¡Repugnante!. Cogía yo a los golfistas uno por uno, empezando por el adúltero Tiger Woods, y les hacía tragarse literalmente el gap wedge y dos pelotas, por pijos y por etomagantes. No tengo más que ver las poses que se adoptan en este “deporte”, su contexto socio-económico y sus antiecológicas instalaciones para hacerme sentir la máxima repulsión.

2. Equitación y otros deportes ecuestres. Que no me toquen la moral. En pleno siglo XXI un fulano que monta a caballo en público lo hace solo para lucirse, porque cree que ir montado le da lustre y dignidad. Es una práctica que me desagrada especialmente por su alto coste –que la hace muy poco popular- y por ser del gusto de la siempre repelente realeza, nobleza y aristocracia española. A todos estos deportistas de élite (sobre todo a los que juegan al polo), yo les desearía una buena coz en los cuartos traseros.

3. Regatas. ¡Intolerable! A estos marineros pijitos, comenzando por la Familia Real, yo los arrojaba por la borda sin flotador. Y luego a hacer chatarra con los barquichuelos para venderla y repartir las ganancias entre los pobres y parados. Que ya está bien de gilipolleces.

4. Esquí. Aquí conviene matizar un poco. Pese a ser un deporte que practican hoy en día los más pijos y los más tontos de cada casa (en mi colegio solo iban a esquiar los oseas), reconozco que como el precio de los equipos varía mucho, puede haber aficionados de diversos niveles de renta. Además en su origen fue una actividad popular en toda Europa.

5- Squash y padel. ¿Conocéis a alguien que practique estas variantes del tenis y del frontón y no sea un pepero recalcitrante? Yo no. Creo, de hecho, que el padel lo puso de moda el belicoso Aznarín y todos sus secuaces lo practican por pura imitación, pese a ser un deporte muy insano y peligroso para las rodillas. A todos los aficionados, un traguito de ricino como castigo y unas clases de tenis como Dios manda o de pelota vasca.

Animo a nuestros visitantes a citar otros
deportes que les desagraden por los más diversos motivos.

domingo, 7 de febrero de 2010

EL COMENTARIO DE LA SEMANA (46): EL MATRIMONIO ES COMO EL JAMÓN

El mejor comentario de las últimas semanas ha sido:

"(...) Curiosamente, el matrimonio es como el jamón o el melón: realmente hay que comprarlo sin probarlo -estimando sólo por signos externos- puesto que si se cata y no se escoje sería luego de muy difícil venta, ya que nadie admitiría un melón o jamón catado como propio si de verdad lo estimara en todo lo que es.

En cuanto a la posibilidad de cambio de pareja, yo soy de los que opinan que si estás prestando una
atención y respeto a tu candidato/a en el noviazgo, efectivamente no llevas la antena puesta. Lo que no quita que puedes encontrar sin buscar la nueva oportunidad. Es decir, yo si ya he reservado un restaurante no sigo mirando la guía; lo que no quita que si me llaman y me hacen una oferta espectacular puedan distraer mi atención, cancele la primera reserva y me vaya con la nueva oportunidad. Lo llamo búsqueda pasiva sí (que encuentres), busqueda activa no (que busques) (...)".


Autor: Miguel

viernes, 5 de febrero de 2010

HAY QUE COMPRAR LA VACA

En estos tiempos de relativismo imperante, de hedonismo obligatorio y cursilería buenista sin fin, en los que la exactitud o, al menos la precisión, son despreciadas y la excelencia vilipendiada cuando no prohibida o perseguida, la confusión de los conceptos y las ideas nos lleva a hundirnos cada vez más en un pozo sin fondo.

Tengo intención de dedicar una entrada a enumerar conceptos destruidos en nombre del «¡Qué más da!», del «No hay que ser tan tiquismiquis» -cuadriculado me suelen decir- y de la «modernidaZ, solidaridaZ, igualdaZ e igual-dá» y todas esas memeces para flojos, caraduras, y microcéfalos pero, hasta entonces, voy a ser un poco más polémico.

He tenido bastantes veces la misma discusión en los últimos meses y me doy cuenta de que casi todo el mundo ya ha confundido lo que es un noviazgo con el
estar casado y esa ambigüedad, paradójicamente, sí que crea personas desviadamente tiquismiquis y cuadriculadas.

En cierta forma es comprensible, teniendo en cuenta que el matrimonio en España, desde el punto de vista civil -divorcio exprés, marimonio, capitul
aciones prematrimoniales...- y religioso -mucha gente se casa por la Iglesia sólo por el boato y sin creer auténticamente en el sacramento y la indisolubilidad del matrimonio- casi no significa nada.



Y claro, muchos de los que no creen que el m
atrimonio, aunque fuera civil y al margen de lo que marquen las leyes mierderas de turno, supone una palabra dada de por vida, terminan confundiéndolo con el noviazgo. Total, piensan, puesto que puedes vivir arrimado y cambiar de pareja -hay que ser cursi para llamar pareja a la novia, la mujer, la amante o el rollete de turno- siempre que quieras, ¿qué mas da estar casado que no? Eso sí, todos suelen pensar que puedes cambiar de novia pero no liarte con otra simultáneamente. Y cualquiera sabe qué quiere decir liarse: ¿Quedar a tomar un café? ¿Cogerse de la mano sufriendo por la situación de «luz roja» de uno de los dos? ¿Un piquito fugaz? ¿Un magreo en la discoteca mientras la otra o el otro está fuera? ¿O quedar cada dos por tres a darle al mazapán?


Por lo visto, aunque teniendo novia te guste más otra y tengas posibilidades con la nueva, primeramente debes dejar a la actual antes de atacar a la otra y, si no, le estás «poniendo los cuernos». Y así piensan, o eso dicen, los más laxos porque hay otros que opinan que al estar a dieta no se debe ni catar ni tampoco mirar el menú. Vamos, que confunden el noviazgo con el matrimonio cuando aquél no es más que un periodo de prueba.

Yo comprendo y defiendo que, aunque sea un periodo de prueba, debes mantener un altísimo respeto por la novia y no liarte simultáneamente con la primera que se cruce en cuanto tengas la más mínima oportunidad (por otro lado, qué envidia me dan esos tipos que tienen tanto éxito) pero de ahí a confundirlo con la fidelidad de por vida y a prueba de todo que debería suponer el matrimonio hay un abismo.

Me considero un hombre, en la intimidad, romántico y sensible pero es que, con tanto amancebamiento tras dos días de salir y tanta promiscuidad, hay gente que cree que tiene derecho a la leche en exclusiva cuando, en realidad, la vaca todavía está en el mercado.


jueves, 4 de febrero de 2010

¡CASTIGO DE DIOS!


Hoy voy a dar mi opinión sobre pecados y castigos divinos. Como soy un gran ignorante en temas teológicos, no sé si estaré diciendo muchas herejías y por eso ruego a los entendidos en Magisterio de la Iglesia que me corrijan si es menester.

Tengo la certeza de que Dios nos castiga por nuestros pecados. No siempre, claro, porque Dios es infinitamente misericordioso y seguro que todos merecemos mucha más caña que la que recibimos, pero en líneas generales sí suele haber un castigo asociado a nuestras faltas.

Sin embargo yo no acabo de concebir estos castigos como grandes sucesos apocalípticos, rayos que caen del Cielo, enfermedades o desastres naturales que asolan a los pecadores. Quizá a veces pueda ser así, pero no me convence mucho esta idea. Más bien creo que las desgracias personales en forma de mazazo rotundo son consecuencia de un azar que el Señor no administra, porque si no…¡cualquiera tiene Fe con las cosas que pasan en el mundo! Son, digámoslo así, una manifestación del libre albedrío humano, que es un gran don de Dios a veces con contrapartida desagradable.

Por eso a mí me parece que los castigos divinos al final no son más que una consecuencia bastante lógica de nuestros pecados. Porque si lo pensamos detenidamente, las reglas morales no están inventadas al buen tuntún, por capricho, sino que tienen la finalidad última de proteger a las personas. Y así, el que incumple estas reglas, o sea peca, se está dañando o castigando a sí mismo.

En otras palabras: cuando pecas satisfaces un capricho o placer a corto o medio plazo, pero a la larga el desliz pasa factura. Y esa factura es a lo que yo llamo castigo divino.

Voy a poner algunos ejemplos:

- Un soberbio que se cree más que nadie y se dedica a cantar las cuarenta a todo el mundo, es probable que sea respetado o temido durante un tiempo, pero su castigo a largo plazo será discutir con todos sus seres queridos, perder a sus amigos y quedarse más solo que la una.

- Una persona envidiosa sufrirá un infierno comparándose con todo el mundo que tiene o sabe más que él. ¿Hay peor castigo?

- Un avaricioso vivirá angustiado y tenso por su afán de enriquecerse y si llega a ser rico, mucha gente –incluso su pareja- solo le querrá por el interés. ¡Qué triste!.

- Un promiscuo puede gozar mucho de los placeres del sexo, pero si su conducta es persistente y huye siempre del compromiso y del amor, terminará distorsionando su relación con las mujeres, incapacitado para amar de verdad cuando le llegue el momento (que ya es duro) y lo más seguro que abandonado y solo cuando pierda la juventud y su físico deje de cotizar en el mercado.

- La gente que comete gula comiendo o bebiendo en exceso terminará casi seguro teniendo graves problemas de salud. En el caso concreto de la bebida, sufrirá marginación social.

- Quien comete delitos graves, roba o mata, o aquellos que cometen adulterio tarde o temprano son sorprendidos y pasan las de Caín, en la cárcel o con divorcios tortuosos.

- Las mujeres que solo saben enganchar a los chicos con su cuerpo tarde o temprano son abandonadas por otras. Como bien dice el Subdire, ¿para qué comprar la vaca teniendo la leche gratis?

- Si no amas a los demás ni te preocupas por ellos, al final eres un piltrafilla que gira sobre sí mismo y da menos frutos que un cáctus. Nadie puede ser feliz así.

- El que se acostumbra a mentir erosiona su voluntad y se termina convirtiendo en un pelele incapaz de afrontar la realidad y del que nadie se fía ni nadie toma en serio.

En definitiva, para mí el castigo a las inmoralidades se basa un poco en el refrán de que en el propio pecado se lleva la penitencia. En la mayoría de ocasiones es difícil imaginar un castigo más severo que el sufrimiento de los que echan a perder su felicidad con el pecado.

martes, 2 de febrero de 2010

UN PASEO POR OTROS BLOGS (5): CENSURA

Un aspecto polémico al gestionar un blog, sobre todo si se redacta en equipo, es la postura a adoptar ante los llamados trolls, es decir los comentaristas que intentan boicotearte.

Yo entiendo que si abres un blog público y no activas la “moderación de comentarios” porque prefieres que las intervenciones se publiquen automáticamente sin tu aprobación previa (como es el caso de La pluma y de la mayoría de bitácoras que conozco), es imprescindible tener cierta cintura con lo que dice la gente. La ventaja de no filtrar comentarios es precisamente la gran frescura y espontaneidad que se consigue y, por otra parte, el siempre enriquecedor contraste de pareceres. Si solo quieres que opinen los de tu cuerda o que no se te lleve la contraria, es incongruente prescindir del filtrado y después borrar lo que te da la gana una vez que aparece.

En este sentido, en un blog con tanta sensibilidad democrática como La pluma viperina han comentado libremente muchas personas con posturas o mentalidades dimetralmente opuestas, entre ellas comunistas, numerarios del Opus, anarquistas, nazis, ateos convencidos, feministas, curas, machistas, peperos, sociatas, y, en fin, todo tipo de gente, lo que ha contribuido a enriquecer este humilde espacio firmemente comprometido con el pluralismo desde su fundación.

En todo caso, me parece muy razonable el borrado de comentarios en ciertas circunstancias, y, como nuestros lectores saben, jamás hemos consentido una serie de conductas que podríamos resumir así:

- Insultos o faltas de respeto a otros participantes saltando la frontera entre la crítica contundente a un comentario y la burla o el ataque a una persona.


- Ataques personales y burlas hacia los miembros del equipo de La pluma. A nosotros nadie nos toca los huevos.

- Comentarios chabacanos o sexualmente explícitos, que enrarecen el buen ambiente del blog.

- Blasfemias (que no tiene nada que ver con críticas a la Iglesia o a la Religión, que jamás se han censurado)

- Intervenciones maliciosas dirigidas a desviar el debate hacia otros asuntos que nada tienen que ver con el tema planteado.

- Comentarios haciendo caso omiso de advertencias previas del equipo de redacción. Si a alguien se le avisa de que no siga por una línea en sus entradas (chabacanería o blasfemias, por ejemplo) y se lo pasa por el forro, entendemos que hay mala intención.

Que un blog sea público no significa que cualquier payaso goce de total impunidad para reventarlo o para dar puñaladas traperas a sus autores. Tampoco puede consentirse que la línea o los temas de conversación los marque otro, y menos cuando existe mala intención. Ni siquiera estamos dispuestos a que nuestro blog se convierta en instrumento de diversión de un par de tontainas, a veces pretendidos amigos nuestros, que se dedican a picar o a experimentar cómo reaccionamos ante sus mamarrachadas y provocaciones.

Ha habido algún imbécil que me ha preguntado cómo puedo tomarme a mal las supuestas bromas que me gasta por aquí, cuando un blog solo es ocio, una cosa sin importancia y tal. Sin duda tiene razón en la escasa relevancia de La pluma viperina y en que no deja de ser algo para entretenernos en nuestro tiempo libre. Por eso siempre contesto que cuando él esté viendo el fútbol o jugando al tenis, que no dejan de ser hobbies sin ninguna trascendencia en los que es tontería enfadarse, voy a desenchufarle yo la tele o a esconderle la raqueta, para que vea qué descojone y qué divertido.

Por último, tengo que decir que diariamente visito un blog absolutamente genial, no solo por lo lúdico, sino por los valores que me aporta y las reflexiones que plantea, que no deja de ser atacado, vilipendiado y ensuciado por cobardes anónimos, con el consentimiento del autor, que se niega a censurar y encima responde (= alimenta) a miserables embozados que para mí no merecen ver publicadas sus maldades y estupideces. Al final, estos trolls consiguen su objetivo de convertir la zona de comentarios en un estercolero que desincentiva a cualquier lector. Por desgracia, por culpa de cuatro subnormales, el interés del blog se acaba limitando a los posts, a pesar del ingenio y la calidad de la mayoría de los comentaristas.