sábado, 26 de diciembre de 2009

RELEYENDO "EL PADRINO" (10): APRENDE A COMPORTARTE

Connie Corleone discute con su marido Carlo Rizzi: Una bronquilla típica en cualquier matrimonio.


¿Qué dirían tantos periodistas sensacionalistas, feministas militantes, legisladores de moda, jesuses neiras y mujeres aporreadas al oír las rotundas palabras de Don Corleone cuando su querida hija Connie le contó que su marido le daba estera?



"La primera vez que la había abofeteado se sintió un poco preocupado. Ella se había dirigido de inmediato a Long Beach, a quejarse a sus padres y mostrarles su ojo amoratado. Pero, sorprendentemente, a su regreso Carlo se encontró con la clásica esposa italiana, sumisa y obediente. Entonces se propuso ser un marido perfecto.

Durante varias semanas la trató con deferencia, siempre amable y cariñoso, y todos los días, por la mañana y por la noche, le hacía el amor. Finalmente, Connie, que pensaba que su marido no volvería a golpearla, le contó lo que había ocurrido.

Connie había recibido la desagradable sorpresa de que sus padres no parecían dar importancia alguna a la conducta de Carlo. A lo máximo que llegó su madre fue a decirle al Don que hablara con Carlo Rizzi. Pero él se había negado, arguyendo:

—Es mi hija, pero ahora pertenece a su marido. Él sabe cuál es su deber. Ni siquiera el rey de Italia se atrevería a mezclarse en las relaciones entre marido y mujer. Vete a tu casa, Connie, y aprende a comportarte de forma que tu marido no tenga que pegarte.

Connie, airada, había replicado:

—¿Has pegado tú alguna vez a tu esposa?

Era la favorita de su padre, por lo que podía permitirse el lujo de hablarle así.

—Tu madre nunca me ha dado motivos para hacerlo —había respondido Don Corleone, provocando con ello una complacida sonrisa por parte de su esposa.

Les explicó que su marido le había quitado la bolsa con el dinero que les habían regalado el día de su boda y nunca había querido explicarle qué había hecho con el dinero.

—Yo habría hecho lo mismo que él —dijo Don Corleone—, si mi esposa hubiese sido tan presuntuosa como tú.

No le quedó otro remedio que volver a casa, desilusionada y un poco asustada. Siempre había sido la favorita de su padre, y no atinaba a comprender la frialdad de éste".

19 comentarios:

Ramiro Semper dijo...

Me gustaría ver la cara de las diversas Pajines, Aídos y fauna semejante al leer este fragmento de la novela.

MariaJU dijo...

No es necesario ser esa señora, basta con tener sentido común y deducir fácilmente q la novela hace apología del machismo. Mensajes subliminales o directos, como en este caso, q se inyectan en vena en la ciudadanía en aras a mantener un status de poder de un género sobre otro. Se ven por todas partes a pesar de los pesares y desgraciadamente para la mitad de la humanidad, sus partidarios, hombres, claro está, les hace muchíisima gracia porq peligraría su escalafón con respecto a sus compañeras o mujeres de su entorno de no existir esa corriente ancestral y envenenadora, a la vez injusta.

Saludos y Felices Fiestas, Señor Neri, a quienes lo merezcan tb.

El Subdirector del Banco Arús dijo...

Hombre, sr. Neri, sin caer en el histerismo feminazi de las bibianas y similares, debe usted reconocer que actitudes como las de don Vito y sus secuaces representan lo más primitivo y zoológico del hombre.

Por supuesto que, actualmente, parece que el varón, por el mero hecho de serlo, es un bárbaro, un delincuente y un maltratador. Pero eso no es excusa para justificar la brutalidad que supone el usar la superioridad física para imponerse al débil o al indefenso ya sea este hombre, mujer o niño.

La violencia doméstica -que no de género- me parece un drama enorme. El que las relaciones familiares estén, y cada día más, contaminadas por la violencia física o moral hacia cualquier miembro de la familia es un cáncer social que indica hacia qué derroteros navega la sociedad de la cual la familia tradicional es núcleo.

Otra cosa importante que se está perdiendo y que llevará a corto plazo a que las mujeres sufran una mayor violencia por parte de los hombres (al igual que todos los débiles por parte de los fuertes) es la obsesión feminazi por igualar en todo al hombre y la mujer que sólo son idénticos en dignidad. Antaño se educaba a los hombres en la mínima caballerosidad y en el respeto a la mujer ("a las niñas no se las puede pegar nunca") y a la mujer en el respeto por sí misma. Eso, a pesar de las pajines, no es machismo sino todo lo contrario. Si los hombres no respetan y cuidan a las mujeres y, aún peor, estas no se respetan a sí mismas, no debe extrañarnos lo que pasa hoy en día.

El Subdirector del Banco Arús dijo...

Ah. Se me olvidaba una cosa. Lo de usar la palabra género en lugar de sexo me parece una cursilería de progres.

Yo no tengo género sino sexo, esto es, soy hombre (del otro más bien poco ;-) Que disgusto el otro día cuando me dieron el carné de identidad nuevo y ponía sexo "M". Resulta que es masculino.

Pero vaya gilipollez mayúscula.

Rocco Lampone dijo...

Tiene suerte Connie en la historia de ser una mujerzuela algo timorata y medio lela, si llega a ser como las súperféminas que la Pajín y la Aído quieren formar, Carlo Rizzi la habría acribillado antes de su primer aniversario...
lástima de sociedad...

marian dijo...

Bueno bueno a ver si es que ahora vamos a confundir la sociedad actual con la que refleja la novela del Sr. Puzo.
Vamos a intentar ver las cosas en su justa medida porque entonces empezamos a quemar libros "machistas" y tenemos que comenzar por la biblia.
Me voy a ver la peli que el libro no lo tengo en casa.

Rocco Lampone dijo...

Pues el libro es altamente recomendable, Srta Marian.
Hay que ver, que no le dijeron en el cole que lo leyera?

Diantre de colegios...
La veo encendida hoy, Srta, encendida e incendiaria...eso de quemar libros paso hace tiempo, pero si quiere quemar, se me ocurren unos cuantos de cierto grupúsculo...

Clebarr dijo...

¿Grupúsculo? ¿Es la nueva saga de Stephanie Meyer sobre vampiros?
Ciertamente no es García Márquez, pero no sé si hacer una pila con sus libros es algo exagerado.

No estoy de acuerdo con que Connie sea una mujerzuela timorata y medio lela. En sagas posteriores resulta ser una mujer fría, de esas que mean hielo y con una astucia muy por encima de sus compañeros varones. Es uno de mis personajes preferidos.

Rocco Lampone dijo...

Sr. Clebarr, por grupúsculo no me refiero a crepúsculo y sus protagonistas hinchados de hormonas y dudas existenciales, si no a un grupo en concreto.

Y de Connie me refiero a que tarda en reaccionar, supongo que porque pensaba que a ella no le podía ocurrir eso, y porque pensaba que toda la familia la ayudaria. Y parece medio pasmada durante ese proceso de paliza, reconciliacion, paliza...

marian dijo...

Sr. Rocco no lo tengo en casa porque lo he prestado, ya se que no debe hacerse pero soy débil, no me lo recomendaron en el colegio pero hace tiempo que lo leí y no mucho que lo releí, además de algún otro del sr.Puzo.

En cuanto a la hoguera, vamos a dejarla para la noche de San Juan en la playa de las moreras y allí que se quemen otra cosas que no sean libros que algunos mejores otros peores nos hacen pasar buenos ratos.

Aprendiz de brujo dijo...

Neri, no soy feminista y creo que Usted tampoco.Soy muy padrinófilo, casi tanto como usted. Pero me parece que tanto su reacción como la mía, si algún día nos enteramos de que a una hija nuestra el marido le pone una mano encima, se iba a parecer más a la de las feministas que a la del Pdrino, no?.
Creo que en su caso y en el mío se iba a parecer bastante a la de Santino. Yo como soy cobarde, si mi yerno tuviera una complexión física superior a la mía, acudiría a la cita acompañado de Clebarr Brasi, que es un fornido muchacho.
Por cierto Sr. Subdirector, la violencia de género o de sexo, o doméstica o como quiera llamarla ha existido siempre. Me parece que las razones que entiendo aduce usted para motivar su incremento, son una vez más de ciencia ficción. Búsquelas en que antes el hombre no precisaba imponer su fortaleza física porque simplemente nadie discutía sus órdenes, sus criterios u opiniones. Ahora que vivimos en una sociedad donde la mujer ha alcanzado cotas de autonomía muy superiores el hombre débil y loco, (o la mujer débil y loca, en algunos casos de los que nunca se habla)no tienen otra forma de canalizar sus propias inseguridades, que no sea el maltrato psicológico o físico a su pareja.
Por cierto y sin querer justificarlo,(por supuesto), y aunque sea impopular,(me toca los huevos):la legislación y jurisprudencia injusta a todas luces para el hombre en las separaciones no ayuda a acabar con esta peste.

Rocco Lampone dijo...

Anda, Srta Marian, es usté bloggera, y en San Juan va a la hoguera...

marian dijo...

sr.Rocco hace años muchos años que no voy a la hoguera la verdad no le veo mayor interés, me hago una hoguera en casa más pequeña y le pongo encima sardinas, chuletón o pollo adobado todo eso lo regamos con un buen ribera,
para acabar la velada unas copas con los amigos que compartieron la cena
¿mejor no le parece?

Rocco Lampone dijo...

Srta Marian, usté si que sabe...

Chuletón, pollo, ribera, sardinas, copas...

Eso es saber vivir y no lo que decía el Torreiglesias por la tele...

EL FRANCOTIRADOR dijo...

En la adaptación cinematográfica,don Corleone aúnque machista,no llega a justificar el maltrato.En fin licencias del director.Desde luego le aseguro señor Neri que si incluyen esto a Marlon Brando no le dan el Oscar por esa película.

Clebarr dijo...

Cuando tenemos el día perezosón, y nos apetece currarnos una entrada lo mismo que votar a Izquierda Castellana, pues endiñamos un "Releyendo el Padrino" y aquí paz y después gloria, ¿eh?

Al Neri dijo...

Jajajaja, Clebarr, me ha pillado usted.

Pero fuera de coñas, a veces selecciono pasajes para enlazar con otros temas, como en este caso.

Alice dijo...

y ¿¿¿y que diría usted, "Señor Neri"???

Kike dijo...

Puede ser interesante la hipótesis de la bragueta para entender por qué Michael se enamoró de la chica en Italia... pero me gusta más otra literariamente más profunda, que justifica la inserción del personaje en la historia. Michael se va a Sicilia, donde se encuentra con sus raíces italianas y, sobre todo, griegas (Sicilia era una isla importante durante el apogeo helénico, ¿no?).

Para mí toda la historia es sobre el destino, al más puro estilo de tragedia griega: la historia de un hombre maldito por el pasado de su familia, que trata de escapar de su destino, pero que no podrá. Enamorarse y sellar un compromiso de toda la vida (literalmente) con la damita italiana es, precisamente, sellar lazos con lo griego. Lo hace inmediatamente después de haber dado aquel "giro de fortuna" del que hablaban las poéticas griegas, que convierte al personaje de blanco en negro, lo cual es clarísimo con Michael.

Por último, ¿no se llamaba la chica Apollonia? ¿No viene el nombre de Apolo, dios griego del destino?

Salud.