jueves, 31 de marzo de 2016

HISTORIAS DE ESPAÑA VIEJA (XXVII): EL ESCUDO DE ZARAGOZA


La figura del león coronado fue establecida como emblema del Reino de León por Alfonso VII (1105-1157), Emperador de las Españas y Rey de León y de Castilla. En su origen fue un león pasante aunque con el tiempo se terminó representando en posición rampante. En la actualidad este símbolo aparece, además de en el escudo de España, en los de Castilla y León, León, Extremadura, CáceresBadajoz (por la pertenencia histórica de gran parte de estos territorios al viejo Reino) y... ¡Zaragoza! 

Zaragoza utiliza el león heráldico no solo en su blasón y bandera. El emblema ha llegado a convertirse en santo y seña de la ciudad, pues luce en numerosos monumentos (la estatua a Alfonso I el Batallador, la Plaza del Portillo, el Puente de Piedra), en el escudo del Real Zaragoza (el “equipo del león”) e incluso es la mascota del combinado local de baloncesto. Figura asimismo en el logo del Ayuntamiento y se emplea con profusión en todo tipo de cartelería y mobiliario urbano. La única diferencia con el símbolo leonés original es que éste es de color púrpura con el fondo de plata mientras que el felino zaragozano es dorado sobre campo de gules (rojo intenso).
Escudo de León

¿Cuál es el origen del escudo de Zaragoza? ¿Perteneció esta ciudad al Reino de León o se debe a otros motivos el que la rugiente fiera se enseñoree de la capital de Aragón desde el siglo XII? La respuesta no es fácil y tiene mucho que ver con las mezcolanzas dinásticas y políticas entre los diversos reinos cristianos de la Península durante la Edad Media.

Alfonso I el Batallador, rey de Aragón y de Navarra, conquistó la añorada ciudad de Zaragoza en diciembre de 1118, cayendo así en manos cristianas los restos de la taifa musulmana de Saraqusta y expandiéndose notablemente el hasta entonces pequeño reino aragonés. Pero al morir este monarca sin descendencia en 1134, Zaragoza queda en una situación muy difícil. Recientemente reconquistada y apenas repoblada, corría el riesgo de ser de nuevo tomada por los moros.

El Emperador Alfonso VII de León y de Castilla, uno de los soberanos más poderosos de la historia de España, al que rendían vasallaje numerosos reyes cristianos (incluyendo francos y portugueses) y musulmanes, vio la oportunidad de extender su imperio y reclamó sus derechos dinásticos sobre los Reinos de Aragón y de Pamplona, argumentando que era tataranieto de Sancho III el Mayor, conde de Aragón y rey de Pamplona.

El Emperador Alfonso VII 
Pero los nobles aragoneses y navarros no estaban por la labor. Los primeros se apresuraron a coronar como rey de Aragón al hermano del difunto, Ramiro II el Monje, y los segundos auparon a García Ramírez al trono de Pamplona. Al Emperador castellano-leonés le dio lo mismo y aprovechando el desconcierto y el vacío de poder creados por la muerte de Alfonso I, ocupó militarmente Zaragoza con la excusa del peligro de una invasión almorávide, proclamándose soberano del Regnum Caesaraugustae y señor de la ciudad, e imponiendo su emblema en el escudo zaragozano. Eso sí, sustituyó el campo de plata por el de gules (de mucha menor categoría heráldica).

Muy poco después Alfonso VII cede el señorío zaragozano a García Ramirez a cambio de su juramento de vasallaje, pero esta situación iba a durar poco tiempo, pues en 1136 se lo arrebata sin miramientos para entregárselo definitivamente a Ramiro II de Aragón, quien quedaba comprometido a satisfacer una elevada suma económica, mantener el distintivo en el escudo y casar a su hija Petronila con el Emperador castellano-leonés. La idea de Alfonso VII, naturalmente, era cumplir su sueño imperial de unir los reinos de León, Castilla y Aragón, aunque la cosa quedó en agua de borrajas porque Petronila terminó contrayendo matrimonio en 1150 con el Conde de Barcelona Ramón Berenguer IV, naciendo así la Corona de Aragón.

Pero el caso es que el bonito león dorado se quedó para siempre haciendo compañía a la Virgen del Pilar, en homenaje al poder imperial del irrepetible Alfonso VII, primer rey leonés de la Casa de Borgoña y uno de los primeros monarcas cristianos en hostigar a la morisma al sur del Tajo (llegó a entrar en Córdoba y a reconquistar Almería, pero esta es otra historia que merece un post entero). 


Más sobre el Reino de León en La pluma viperina:

- Historias de España Vieja (XXVI): El Reino de León
- La Huelva leonesa

2 comentarios:

Tábano porteño dijo...

Siempre instructivos estos artículos históricos, Neri.

Una curiosidad, respecto del símbolo del león: un estudioso chileno del simbolismo expone una de las "microhistorias" desconocida seguramente para la mayoría de nosotros, la del inglés reformista social y mesiánico del siglo XIX John Nichols Tom, en cuya vida la figura del felino fue recurrente al punto que el autor de la nota la concluye así:


"B.- CONSIDERACIONES METAFÍSICAS
a) Thom se presentaba como alguien que tenía poderes especiales, un auténtico Mesías para el campesinado. Sus discursos estaban basados en citas bíblicas. No era el simple líder político. Los seguidores de Thom incluso lo consideraron inmortal. Sus pertenencias, cabellos y corazón fueron vistos por aquellos como reliquias santas.

b) Es interesante ver cómo el símbolo del león se presenta en la vida de Thom. Al igual que el William Courtenay que vivió durante 1475 a 1511, usó el león como estandarte. En vida, publicará en su periódico, llamado “The Lion” (El León). Ya muerto, su cuerpo será llevado a la posada “Red Lion” (León Rojo)."


Tábano porteño dijo...

Olvidé citar la fuente:

http://nyermia.blogspot.com.ar/2015/12/la-rebelion-de-john-thom-lucha.html