jueves, 23 de enero de 2014

DOLOR


En este tiempo de vanidad y alharacas, de exaltación del “yo”, de divinización del bienestar y el placer, hay aspectos del Cristianismo que somos incapaces de asimilar como no sea en un plano puramente teórico. Quiero decir que en abstracto es muy fácil presumir de piadosos, de ortodoxos y agarrarse a la cómoda Fe del carbonero, pero la cosa suele cambiar cuando el caso leído en un libro o la situación que vive el vecino nos toca sufrirla a nosotros en propia carne. Es entonces cuando caen las caretas y se criba el trigo de la paja, se ve quién es cristiano de corazón y quién tenía una simple pose o una costumbre.

A la beata Teresa de Calcuta muchos la criticaron y la critican, incluso desde posiciones católicas, por predicar la resignación ante el dolor e interpretarlo como una participación en la Pasión de Cristo, como una forma de acercarse a Él. En especial hay una anécdota de la famosa monja que se ha utilizado mucho para vilipendiarla en este sentido. Por lo visto en 1995 Teresa atendía en un hospital a una mujer con cáncer terminal que se retorcía en su lecho por los dolores. La religiosa le tomó la mano e intentó consolarla: “Estás sufriendo como Cristo en la cruz, así que Jesús te debe de estar besando». Se ve que la enferma no quedó muy convencida porque replicó: “Por favor, madre, dígale que pare de besarme”.

6 comentarios:

Aprendiz de brujo dijo...

Yo estoy con la enferma...
http://www.youtube.com/watch?v=QUF3-dUq8CM
Un abrazo a todos.
Ps: Estoy sentimental hoy.

Zorro de Segovia dijo...

en fin, supongo que hasta la mejor persona tiene un comentario desafortunado de vez en cuando.

Anónimo dijo...

Neri:
creo que la duda que manifiesta es más que legítima. El problema del dolor, que es algo así como una parcela del problema mayor del mal en la cCreación, es un tema fundamental para creyentes, ilustrados o no. Recordemos que la única cruzada intraeuropea fue la dirigida contra los albigenses,gnósticos medievales cuya concepción pesimista de la creación los hacía asociar la materia con el mal.
Ya en el siglo XX ese escepticismo respecto de la posibilidad de la Gracia para conjurar el mal y el sufrimiento de los hombres tuvo epígonos ilustres: el rumano Cioran, "fanático sin credo" (y buen escritor), que publicó "El malvado demiurgo"; o Borges, que admiraba las cosmogonías gnósticas porque "si bien solían desembocar en el absurdo, eran intentos heroicos por dar respuesta a lo que la teología tradicional no pudo responder" (a saber: si Dios es todopoderoso, ¿por qué no evita el mal y el dolor?; y si no puede evitarlos, entonces no es omnipotente).
Y ni qué decir de cierto personaje de Los hermanos Karamazov de Dostoievsky.

Pero para quienes confiamos en la pluma divinamente inspirada del Angélico la esperanza prevalecerá a pesar de los abismos del dolor, como los que soportó esta chilena tradicionalista y luego relató en su más que recomendable blog:
http://bensonians.blogspot.com.ar/2013/08/at-home-again.html

Tábano porteño

tomae dijo...

Siguiendo el argumento del Tábano , yo no estóy convencido que Dios "pueda" cuadricular un círculo, pues en alguna manera en su Omnipotencia también reside su infinita Justicia (en este caso en las leyes geométricas) y esto sería como una contradición en su propia Divinidad.

De todas formas esto de los cuadrados y círculos son conceptos que si quizá nuestra mente alcanza, siguen siendo tan pobres, que el error está en trasladar nuestro pensamiento al de Dios.

Un saludo.

nago dijo...

Ante el dolor... valor!

nago dijo...

1. Para soportarlo.
2. Para vencerlo.
3. Para no volverse loco en el intento.

No se me ocurre otra cosa...