sábado, 22 de diciembre de 2012

OPERACIÓN B.S.O. (19): EL SEÑOR DE LOS ANILLOS



Hoy exactamente hace 11 años vi con mi familia en un cine de la Gran Vía la primera película de la saga de El Señor de los Anillos. No sé cómo lograron que aceptara tragármela, pero probablemente se aprovecharon de mi estado de conmoción por haber recibido el día antes una de las más importantes y felices noticias de mi vida. El caso es que la soporté con estoicismo aunque estuve a punto de salirme de la sala. Me da alergia la sola mención de los tochazos de Tolkien, que ni me he leído ni tengo proyectado hacerlo en las próximas décadas. Como hombre pragmático y enemigo de cualquier manifestación de la fantasía o del surrealismo, todo ese rollo de la Tierra Media, los orcos, los hobbits, los elfos, los frodos, los gollums y los gandalfs de Dios me pone un dolor de cabeza que no veas. La historia me parece absurda y pesadísima, y creo que un tipo capaz de inventarse un mundo paralelo y no sé cuántos idiomas distintos para escribir unas novelas, tiene que estar zumbado a la fuerza.

Sin embargo, de toda la retahíla de disparates, árboles que hablan, personajillos feos con avaricia y batallas interminables, yo rescataría los deliciosos temas de Enya para la banda sonora, cuyas reminiscencias celtas me relajaron lo suficiente para quedarme pegado a la butaca a pesar de todo.



1 comentario:

Virginia dijo...

Sr Neri, "hombre pragmático y enemigo de cualquier manifestación de la fantasía o del surrealismo"... no me diga usted que no ha dado ni una oportunidad a Juego de Tronos... permítame la recomendación, en este punto y aparte de "Las Leyes de la Frontera" ;)

Feliz Navidad