miércoles, 14 de noviembre de 2012

ME HAS JODIDO LA CERVEZA

Según te veo llegar a la mesa con las cañas te noto cara de acelga y cometo el error fatal de preguntarte si te pasa algo. Te sientas alicaído, meneando la cabeza, y me empiezas a contar lo mal que te va en tu matrimonio. Me dices que tu vida con tu mujer es una mierda desde hace más de un año, que a veces os pasáis semanas sin hablaros o comunicándoos solo con gruñidos y malos tonos, y que solo fingís normalidad delante de tus padres o de los suyos, o cuando salís a algún compromiso con los amigos. La niña empieza a ser mayorcita y se da cuenta.

Antes de eso hubo un tiempo de broncas incendiarias. Ella se cabreaba cada vez que salías a correr, si tenías una comida de trabajo o te querías tomar una copa con nosotros. Un día te dijo que te fueras a hacer puñetas y empezó a prepararse la comida para ella sola y a hacer la colada solo con su ropa. Se quejaba por todo: de lo poco que colaborabas en casa, de la hora a la que llegabas cuando salías, de lo que duraba tu siesta, de las visitas de tus hermanos, del poco caso que hacías a la cría, de lo que gastabas en chorradas…

Me explicas, con voz lastimera y ojos muy brillantes, que antes de casaros no era así pero que se ha ido amargando poco a poco, no sabes muy bien si por la monotonía, porque no te aguanta o por qué. Me confiesas que es un infierno disimular y que no sabes qué hacer. Ella al principio habló de divorcio un par de veces pero hace tiempo que no dice nada; seguramente fuera un farol o bien ahora se lo piensa por la niña o por ese orgullo endiablado que tiene, que le impide reconocer ante su familia que algo ha fallado en su vida perfecta. Tú también has pensado en separarte pero no estás dispuesto a quedarte sin casa y con menos de mil euros, ni a tener que volver donde tus padres, pues no te quedaría otra.

Miras fijamente el platito de cacahuetes y murmuras que hace ya un año que no folláis.

Yo me revuelvo incómodo en mi silla e intento poner una cara medio de funeral, medio de tío comprensivo, y me pregunto qué te he hecho yo para que me cuentes estas historias. No es justo, pienso, no es justo que me vengas con estos rollos, porque cuando a mí me dejó Clara o cuando me echaron de la planta y tardé dos años en encontrar algo, no le di el coñazo a nadie y menos a ti. Además tú no me cuentas tus miserias conyugales por confianza o por amistad, sino que necesitas desahogarte de tu desgracia igual que un borracho tiene que echar la pota, y me ha tocado a mí la china, al primero que has pillado.

Me has jodido la cerveza, campeón. Yo había quedado contigo para lo de siempre, para tomarnos tranquilos unas birritas después del curro, hablar del próximo partido del Pucela, contar algún chiste, insultar a Artur Mas y a esos separatistas, o comentar el escote de la camarera, y tú me vienes con estos dramas indigeribles obligándome a escucharte atento y con cara de consternación en vez de mirar la Fórmula 1 de la tele, cuando a mí en realidad tu matrimonio, tu mujer, tu hija y tus problemas me importan tres cojones.

Parece que ya se te ha acabado la cuerda y ahora miras los coches del televisor como desinflado, y le pegas un buen meneo a la cerveza, que ya se ha quedado sin espuma y yo diría que calentorra.

16 comentarios:

nago dijo...

Algunos debemos tener cara de espejo en el que otros se miran constantemente y hasta el impudor en eterno y solitario monólogo. Ni se imaginan que detrás estás tú; no sé si por ceguera o porque el ego les supera.

Me ha encantado el texto, me ha recordado "el post de la pena". Muy bueno.

sefo dijo...

Soberbio, Nery, triste pero buenísimo. Donde acaba la amistad y donde empieza el abuso? Es necesario ir contando las desgracias a los amigos cuando los amigos no pueden hacer nada? Ademas hay gente que no criba, que le cuenta las cosas mas íntimas a conocidos con los que tiene poca o ninguna confianza.

Aprendiz de brujo dijo...

Un aplauso para Al Neri.
Aunque el mensaje del post merece algún matiz.
A mi no me importa que un amigo me eche la pota un día. Ó veinte.Aquel que siempre estuvo a mi lado merece que yo esté al suyo.
Los advenedizos coñazo, si que no me merecen ningún respeto. El potador profesional tampoco. Ni el que va echando sus bilis al primero que pasa, tampoco.
La vida es dura para todos. Todos pasamos túneles oscuros que nos parecen eternos. Y a todos nos esperan etapas de alta montaña, con el oxígeno justo. hay quien prefiere ir a su ritmo y solo. Hay quien necesita un relevo, y un poco de agua del compañero.
Pero no se puede ir por la vida chupando rueda todo el rato.

El chico de los tablones dijo...

Excelente post, Al, aunque coincido con la apreciación de AdB de que los amigos de verdad, ésos que pueden contarse con los dedos de una mano, están para potarse y limpiarse mutuamente las veces que haga falta.

La lozana andaluza. dijo...

Yo creo,que los amigos buenos estan par adorarlos,que es lo que yo hago con los mio,y para pegarse unas buenas risas,pero no para contarles todas nuestras penas,yo tengo por norma,no contar mis desgracias a nadie,sera por eso que tengo amigos buenos,buenos de verdad,algunos solo con vernos y sin empezar a hablar,nos invade la alegria el cuerpo,eso si las penas las metemos en el baúl de los recuerdos
de Karina,ahi a que se apolillen.

Álex dijo...

Me ha gustado el relato, sr. Neri, y también los comentarios. Yo también soy de la tipología "espejo" que ha descrito muy bien Nagore. No me importa que me pase, salvo en ocasiones en que al abuso es casi palpable. También me molesta cierto tipo de llorones que te hacen creer que te están contando una intimidad con la máxima confianza y luego descubres que se lo cuentan todo a medio mundo.
Doy la razón a Aprendiz de Brujo en que hay que saber distinguir bien cada caso para no meter la pata.
Un cordial saludo a todos
(y un pequeño inciso sonriente dirigido a Nagore: ¿realmente eras tu ayer...?)

Aprendiz dijo...

En este tema todas las opiniones son válidas porque hay miles de situaciones y miles de amistades.

Esa gente que cada vez que la ves tiene una injusticia o una pena que contarte, que va por la vida de víctima y que encima lo que le puedas decir le importa poco porque solo quiere recrearse en su desgracia... conmigo que no cuente.

Pero una amiga que está pasando por un mal momento, que no encuentra solución a su problema o lo que le pase, sí creo que hay que estar ahí, aunque si se pone muy pesada le tengas que dar un toque de atención para que se de cuenta.

Yo soy muy muy reservada, y a veces creo que me equivoco siendo así porque también hay que desahogarse puntualmente con alguien, y los amigos también están para eso.

Es egoísta querer amigos a los que solo les veas su cara alegre, optimista y fiestera.

Suso dijo...

Señor Neri,usted no es amigo del que cuenta

Un amigo, y parece que su personaje sí piensa usted lo es, no escribe "Yo me revuelvo incómodo en mi silla e intento poner una cara medio de funeral...Me has jodido la cerveza, campeón. Yo había quedado contigo para lo de siempre, para tomarnos tranquilos unas birritas después del curro, hablar del próximo partido del Pucela, contar algún chiste, insultar a Artur Mas y a esos separatistas, o comentar el escote de la camarera, y tú me vienes con estos dramas indigeribles obligándome a escucharte atento y con cara de consternación en vez de mirar la Fórmula 1 de la tele, cuando a mí en realidad tu matrimonio, tu mujer, tu hija y tus problemas me importan tres cojones.

No se enfade, pero o la mujer de su "amigo" fue novia suya, o un amor platónico de su adoslencencia, o usted se está haciendo un abuelo egoista y comodón.

No hay otra,

Al Neri dijo...

Me alegro de que haya gustado. La opinión que más me gusta es la de la lozana andaluza. Buena metáfora, Brujo.

Admito los matices que ponen algunos. El relato (porque es un simple relato en primera persona, amigo Suso) pretendía hurgar en esa frontera tan complicada entre los amigos y los conocidos que quizá no debieran tomarse ciertas confianzas, entre una confesión a alguien que quieres y un vómito de desahogo para quedarte a gusto...

Veneficus dijo...

Buen relato, señor Neri, aunque los que nos consideramos amigos suyos sabemos que usted no es así de cínico e inhumano. Sí es cierto que en el mundo en el que vivimos cada vez tendemos a preocuparnos menos de los demás y ponernos una coraza, pues ya tenemos bastante con lo nuestro.

Al Neri dijo...

Buenas, Veneficus. Con estos temas sucede también que yo soy algo pragmático, es decir que un caso como el del post, en el que yo no puedo hacer nada más que darme mucha pena, casi prefiero ni saberlo. En cambio ante demandas más concretas de ayuda o de favores, sí respondo o por lo menos intento responder siempre que esté en mi mano.

Dulcinea dijo...

A mí me parece demasiado cruel la postura del que lo relata. Una cosa es que no le importe pero tenga la cortesía de escuchar y otra que frivolice dando más importancia a ver la Fórmula 1, al escote de la camarera o a que se quede fría la cerveza.

que dificil la vida sin ti dijo...

Sí Al, estoy segura de que usted no es como se describe en el post. Le tengo por una persona muchísimo mejor y más buena.Muchas veces lo demuestra en sus argumentaciones.
El hombre de la cerveza es un egoísta y un borde sin paliativos.
Este es un mundo de solitarios que quizá necesitan media hora de nuestro tiempo porque sino entre sus problemas personales y los deshaucios, se tiran por el balcón.
Y perdón si mi conclusión es muy tajante.
Hace días que quería dar mi opinión pero he esperado a leer algunos comentarios.
Un abrazo afectuoso
Asun

Anónimo dijo...

Menos mal que no soy amiga suya....

Qué decepción me he llevado con usted.

Anónimo dijo...

No me gustaría nada ser su amigo, saldría casi corriendo nada más verle.....categoría:PERSONAS A EVITAR POR INHUMANAS,FALSAS Y CÍNICAS

Doctora Anchoa dijo...

Efectivamente, a esto es a lo que me refería. Por lo visto estos ejemplares abundan...