martes, 31 de mayo de 2011

AUCTORITAS Y POTESTAS

Hay muchos que se piensan que por ostentar un determinado puesto van a ser automáticamente respetados y obedecidos por la gente que formalmente tienen a su cargo. Creen que siendo ministros, coroneles, prelados o directores de colegio la gente va a cuadrárseles y a seguirlos, cual corderos, a una mínima orden suya.

Hace bastante que me di cuenta de la diferencia abismal entre las dotes de mando naturales y los derechos sobre el papel que da ponerse una gorra; entre el respeto que algunas personas irradian por sí mismas y la dignidad oficial que se supone que otorga un nombramiento en el BOE; entre la atracción instintiva que la gente siente por los líderes natos y la obediencia debida al señorín al que han hecho jefe.

Es lo que los romanos llamaban en latín auctoritas y potestas.

La auctoritas es un atributo personal, en parte natural y en parte autolabrado, que confiere a algunos un cierto ascendiente sobre los demás.

La potestas es, como digo, el conjunto de atribuciones o el poder de mando que se tiene derecho a ejercer en virtud de un nombramiento oficial.

Puede resultar que un basurero tenga mucha auctoritas y sin embargo un señor director general solo tenga potestas y no infunda respeto ni inspire obediencia alguna a los que le rodean.


En mi trabajo, de vez en cuando, te encuentras con algún caso extremo de esos en los que queda patente que la potestad y la autoridad no tienen nada que ver. A veces ves cómo un súper jefe con súper galones termina el pobre arrinconadico en su despacho, incapaz de liderar con salero a su equipo para afrontar los objetivos de su departamento, mientras que fuera un “humilde” administrativo tira de todos los carros, está al loro de las incidencias, llama por teléfono, lleva la agenda del jefe y le recuerda todo lo que tiene que hacer y, vamos, que lo único que le faltaría es firmar los papeles y tomar oficialmente las decisiones (porque oficiosamente ya las está tomando sin hacerse notar).

No han sido una ni dos las veces que he visto a un gran jefazo repartiendo fatal el trabajo en una reunión, explicándose pésimamente y no enterándose de nada (pero exigiendo, eso sí, plazos perentorios) y, al salir, no hacer nadie ni puto caso, siendo al final un subalterno con don de gentes y el apoyo de todos el que reorganiza las tareas para cumplir de sobra con las exigencias.

Partiendo de la desgracia de que hoy en día cada vez menos líderes tienen capacidad de mando, al menos deberían ejercer su potestas con plena conciencia de hasta dónde llega su auctoritas, intentado humildemente identificar esta a su alrededor para aprender, mejorar y aprovechar al máximo las potencialidades de su gente.

lunes, 30 de mayo de 2011

HISTORIAS DE ESPAÑA VIEJA (XV): GUERRILLERAS. 5ª Parte.



Manuela Sancho y Benafonte . Plenas (Belchite) 1783 - Zaragoza 1863.

Participó en el primer y segundo sitio de la ciudad de Zaragoza. Mereció ser mencionada en el parte que dio el general Palafox relativo a la heroica defensa del Convento de San José con la indicación de que se había portado «como el mejor artillero». En los últimos días de la guerra iba por las calles de la ciudad armada de fusil y demostrando un extraordinario valor. Fue herida en el vientre, si bien continuó alentando a todos con ejemplo de entereza y sangre fría.


Está enterrada en la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Portillo (Zaragoza) junto a Agustina de Aragón y Casta Álvarez, las tres heroicas mujeres de los sitios de Zaragoza.







domingo, 29 de mayo de 2011

LA CRISIS PARA TONTOS




Los recalcitrantes de letras que apenas tenemos unos conocimientos elementales sobre los engranajes macroeconómicos y que nos perdemos entre las cifras como un pulpo en un garaje, agradecemos vídeos-comics como este de Aleix Saló donde se explican para tontos, de forma amena, sencilla y humorística, los orígenes de la crisis que nos asola.

Si queréis reflexionar y a la vez reíros un rato (dentro de la poca gracia que tiene la situación) no os perdáis este genial dibujo animado del que seguro que todos tenemos algo que opinar.

A mí me ha servido sobre todo para pensar que los culpables de la crisis no son solo, como a veces cacareamos demagógicamente, los políticos, los banqueros y los especuladores inmobiliarios, sino también, y en no poca medida, los millones de españolitos inconscientes que han pretendido vivir DPM con un SDM, es decir "de puta madre con un sueldo de mierda".

No he visto en los eslóganes de los 15-M ninguna reflexión al respecto, ninguna crítica a las familias irresponsables que en los tiempos de bonanza pretendían llevar, a base de créditos e hipotecas imposibles, una vida de millonarios con mil tristes euros.

viernes, 27 de mayo de 2011

LA RIGIDEZ DEL PEQUEÑO COMERCIO

Me ha llamado la atención, leyendo ahora la prensa, que esta noche el comercio del centro de mi ciudad abrirá hasta las 11 para aprovechar el ambientillo del teatro de calle que se está representando esta semana. Rápido he pensado: coño, ya podían abrir hasta tarde más a menudo y no solo cuando hay eventos callejeros.

Uno siempre ha defendido vehementemente al pequeño comercio frente a las grandes superficies capitalistas, explotadoras, etc.
Siempre he creído que a los hipermercados y grandes almacenes, a las franquicias y a las multinacionales extranjeras, el Estado tenía que darles con el palo, interviniendo intensamente en el mercado y en los precios de venta al público, para corregir algunos desequilibrios (hay otros que son inevitables y el Estado no es Papá Noel), ahogar las competencias desleales y favorecer los negocios familiares.

Mi máximo entusiasmo abanderando estos ideales se produjo en los años que vivía aún con mis padres y a mí no me tocaba comprar todos los días. Desde que me toca lidiar con el comercio parece que mis ensoñaciones románticas han caído bastante por los suelos. Con gran incoherencia por mi parte, casi siempre tiro a lo cómodo. Voy a los hiper, a El Corte Inglés o allí donde encuentre todo más rápido o en los horarios que me convengan. También he descubierto que es mucho más operativo comprar donde después te descambian el artículo o te devuelven la pasta sin problema, o en almacenes importantes en los siempre encuentro todas las tallas y modelos sin tener que andar danzando por medio Valladolid.

Sin embargo, en el fondo de mi corazón
sigo apostando por apoyar a los pequeños y por reajustar las condiciones del mercado, aunque ahora creo que a cambio los comerciantes a pequeña escala deberían replantearse a fondo su actitud y sus costumbres para adaptarse a las nuevas necesidades de los consumidores, algo que por desgracia son muy reticentes a hacer. De hecho estoy seguro de que una parte no desdeñable de la culpa de su declive la tienen ellos y solo ellos. Su mentalidad rígida, su comodidad, su egoísmo y los abusos en los precios que han cometido muchos peces chicos cuando no había peces grandes han contribuido al hundimiento del comercio familiar, aparte por supuesto de las circunstancias de mercado que ya digo apuesto por retocar desde arriba.


Está claro que los horarios laborales españoles y los términos en que la mujer se ha incorporado al trabajo podrían ser objeto de un estudio psiquiátrico, pero, mientras vivamos en esta situación, las tiendas no pueden seguir comportándose como si estuviéramos en los años 40, dando la espalda a la realidad social. Muchos establecimientos modestos dan un buen servicio, pero lo que no pueden pretender por ejemplo es seguir con el horario de 10 a 2 y de 5 a 8 (sin abrir los sábados por la tarde) porque a todas luces es insatisfactorio para todo el mundo menos para ellos. La gente ahora sale de trabajar a la hora que sale y necesita comprar casi por la noche. No estoy de acuerdo con que se abra los domingos y festivos, pero sí hasta las 10 de la noche entre semana y al menos hasta las 8 los sábados. Podrían compensar estas horas no abriendo hasta las 11 de la mañana o más tarde, según el sector.


También considero imprescindible que las tiendecitas empiecen a ser flexibles en los cambios y devoluciones, aunque debo reconocer, por muy cómodo que sea para el consumidor, que quizá debería ponerse en cuarentena la práctica de devolver el dinero “si no queda satisfecho”, es decir sin motivo alguno, pues supone una agresiva competencia contra los más débiles.

Resumiendo: Sigo creyendo en que el Estado favorecezca al pequeño comercio con instrumentos que hoy desde luego serían ilegales, pero solo a cambio de importantes gestos de buena voluntad por parte de este.

miércoles, 25 de mayo de 2011

LOS CRITERIOS DE ELLAS

La percepción que ellas tienen sobre nosotros varía enormemente en función de múltiples parámetros no siempre fáciles de identificar. Con este post, que refleja diferentes situaciones cotidianas, solo pretendo dar algunas pistas sobre los complejos criterios con los que nos evalúan las mujeres para ayudar a todos los lectores varones de La pluma a entender un poco mejor el universo femenino.

- Si en la discoteca un tipo bajito y poco agraciado baila torpemente y sin ningún sentido del ritmo, les parece patoso y ridículo. En cambio, si el que hace lo mismo es un doble de Brad Pitt, dicen: “qué ganso y qué salao, jijiji”

- Si un treintañero parado de larga duración se pasa el día diciendo y haciendo tonterías, dirán: “qué tío más inmaduro y descentrado”. Si todas estas estupideces las comente un exitoso ingeniero, comentarán riendo: “¡qué excéntrico y qué original!, ¡es que rompe moldes!”

- Si están en la playa y un calvo con gafas de culo de vaso les mira fijamente las tetas, dicen que es un pervertido. Si lo hace un rubito cachas según vuelve de jugar al volley, le dicen a la amiga: “¡Qué ojazos, tía, y me ha sonreído!”.

- Si un carretillero de Renault les habla un rato de su curro, piensan que es un pesado y le gritan: “¡Manolo, en fin de semana, prohibido hablar de trabajo!”. Por el contrario, si un joven juez de primera instancia se pone a contarles con pelos y señales las sentencias que ha dictado esa semana, creerán que es un tío fascinante.

- Si un desconocido gordo y feote se las acerca para hacer una gracieta en un bar de copas, ponen cara de asco y susurran que es un gilipollas. La misma tontería dicha por un espontáneo atlético y bien parecido provoca en cambio una carcajada y una sonrisa alentadora.

- Cuando tienen veinte años, solo quieren salir con tipos guapos, juerguistas, bailones, moteros, bohemios y con un punto golfo. A los treinta y pico suelen elegir para casarse a un hombre al que hace diez años ni habrían mirado a la cara (aunque, eso sí, bien situado y estable)

- Si un chaval bastante feo se lía con lo que pilla los fines de semana, piensan que es un salido y un desesperado, pero si un adonis se tira a todas las que puede, les parece un conquistador.

- Si un albañil que sale un día con su grupo de amigos habla poco y no baila, es porque es “un soso y un parao”. Si en cambio el seto de turno es un médico soltero, cotillearán entre ellas: “¡qué serio y qué interesante! Es un chico muy enigmático”

- Si un esmirriado con cara de lechuza no para de hablar, opinan que es un plasta. Pero si el que no cierra la boca ni medio segundo es un guaperas hercúleo, creen que tiene don de gentes.

- Si el pescadero de la plaza tiene más pluma que un pavo real, las clientas se reirán: “¡qué afeminado es Jose, por Dios”, y dirán que es “mariquita”. Pero si conocen a un arquitecto maricón que habla y se mueve como una reinona, afirmarán muy serias que es gay.

- Si en un grupo cualquiera, el bizco con orejas de soplillo toma la iniciativa o intenta liderar algo, dirán que es un meticón, pero si lo hace el de metro noventa de imponentes espaldas, pensarán que es un líder nato.

lunes, 23 de mayo de 2011

HISTORIAS DE ESPAÑA VIEJA (XIV): GUERRILLERAS. 4ª Parte.


María Martina Ibaibarriaga Elorriaga (Manuel Martínez) . Bérriz (Vizcaya) 1788 - Oña (Burgos) 1849.

Mujer de gran carácter y que, haciéndose pasar por varón, tomó el nombre de Manuel Martínez con el propósito de vengar el asesinato de sus padres y un hermano a manos de los franceses cuando asaltaron su villa natal, Bérriz, el 16 de agosto de 1808.


Tomó parte en diversas acciones militares, integrándose en la partida del Cura Merino en Burgos. Luchó en el sitio de Zaragoza. Durante una operación en Barbastro fue herida gravemente, momento en el que se descubre su condición femenina.


En junio de 1813 se distinguió especialmente en la Batalla de Vitoria al frente de un regimiento en el que alcanzó el empleo de coronel.








viernes, 20 de mayo de 2011

LA REVOLUCIÓN DE LOS INDIGNADOS



Los rojos siempre han sido unos manipuladores natos. Desde los albores del socialismo, la izquierda chusca, atea, materialista, revanchista, igualitaria por abajo y tiránica ha demostrado una habilidad sorprendente para monopolizar y hacer bandera, en beneficio de sus intereses ideológicos, de un sinfín de causas y sentimientos populares legítimos. Los derechos sociales de los trabajadores, el afán de progreso, el amor a la naturaleza, la paz, la libertad, la participación ciudadana, la cultura e incluso el patriotismo y la fe católica han sido suciamente instrumentalizados por los izquierdistas para envenenar a las masas con su mercancía adulterada.

En la actual situación de crisis y de indignación de la mayoría de españoles contra la casta política y la rapiña bancaria, la peor izquierda no podía tardar en lanzar sus redes para hacerse con todo el pescado del descontento y colar sus mensajes de contrabando aprovechando la especial vulnerabilidad de los ciudadanos en estos momentos difíciles. La estrategia esta vez se ha llamado Revolución de los indignados o Movimiento 15-M y se ha orquestado por una plataforma denominada Democracia Real Ya a través de las redes sociales de Internet, dando lugar a concentraciones y acampadas de protesta en varias ciudades de nuestro país.

La movida se ha planificado con mucha mano izquierda (nunca mejor dicho). Una banda de rojos carroñeros auspiciada por un tal Manuel Román Estrade (titular del dominio democraciarealya.es) ha diseñado de la noche a la mañana un movimiento “espontáneo” y “apolítico” para reivindicar en la calle una “democracia participativa” y la “eliminación de los privilegios de la clase política”. Se ha cuidado ante todo que la imagen y el programa de la plataforma fueran lo suficientemente asépticos como para atraer a todo tipo de gente a las manifestaciones. En concreto, el listado de propuestas de los Indignados no es más que una sarta de perogrulladas, defendibles en su mayoría por cualquier español en su sano juicio, aderezada con unos toques de populismo y corrección política, y rematada por unas pocas propuestas históricas de Izquierda Unida (recorte del gasto militar, reparto del empleo mediante la reducción de jornada y referéndums para todo). Además, con el fin de dar a este tinglado la mayor repercusión, sus colorados organizadores han escogido los días previos a las elecciones para montar las algaradas y campamentos, aunque a nadie se le escapa que ni la debacle económica ni los abusos de los bancos y de los políticos han comenzado la semana pasada. Llevamos mucho tiempo sufriendo injusticias, pero estos pájaros no han piado hasta ahora. ¿Por qué será?


El resultado ha sido que miles de españoles ansiosos por encauzar su furia por la crisis han mordido el anzuelo y han acudido en masa a las convocatorias de Democracia Real Ya. Lo divertido del asunto es que los rojetes siempre llevan la penitencia en su propio pecado y, aunque son unos mentirosos compulsivos, no tarda en vérseles el plumero por culpa de su sectarismo, su cutrez y la pinta inconfundible de su clientela política. En pocas horas, la lista de adhesiones a su plataforma (comunistoides, anarquistorros, pro-okupas, maricones militantes, JOCE, willys toledos y demás ralea) ponía los pelos de punta a cualquier español de bien. Otros detalles también nos han abierto los ojos. La represión a los portadores de banderas de España en las manifas (mientras que las republicanas ondean por doquier), los gritos coreados masivamente (“menos crucifijos y más trabajo fijo”), la omisión de críticas esenciales a la actual situación (nadie ha hablado de las taifas separatistas ni de suprimir las comunidades autónomas), la elección para las sentadas en Madrid de las proximidades de la sede del gobierno de Aguirre en vez del Palacio de la Moncloa, e, insisto, la pinta de cerdos de los cabecillas de las movilizaciones son signos inequívocos de que la Revolución de los Indignados no es ni espontánea ni apolítica.

En lo que seguramente no hayan reparado estos mentirosos y manipuladores profesionales es que la prensa del Sistema los está a su vez manipulando a ellos. Tantos pañitos calientes, tanto panfletito light y tanto pacifismo de tienda de campaña (¡la de porretes y fornicios que albergarán esas carpas!) han llevado a que los medios de comunicación, siempre fieles al actual modelo político-económico, estén convirtiendo lo que debería haber sido un león fiero y furioso en un simpático gatito bien domesticado. Están canalizando a su antojo las manifestaciones para dar la sensación ante la opinión pública de que el pueblo ya está protestando como tiene que protestar y no hay nada más que hacer. Me imagino a los banqueros judíos y a los amos de la partitocracia pensando: “Ay, qué majetes estos chicos, qué comprometidos, qué pacíficos y respetuosos, qué democráticamente expresan sus protestas. Sed buenos y seguid así, campeones, ahí quietecitos en vuestras iglús y canadienses mientras nosotros seguimos a lo nuestro”. En definitiva, los serviles mass media han bloqueado con su campaña paternalista cualquier intento serio de dar la vuelta a esta tortilla que, por desgracia, solo puede voltearse en la sartén con una maniobra enérgica y si me apuras violenta.

Con todo, a mí me gustaría desde aquí aplaudir a los muchos miles de ciudadanos de todas las edades que con la mejor intención del mundo y sin conocer los detalles de la trama rogelia del Movimiento 15-M, se han sumado a las protestas en su deseo de expresar su cabreo y de adoptar una postura activa ante la dramática situación que atravesamos. Pueden haber pecado de ingenuos, pero no de falta de nobleza.

miércoles, 18 de mayo de 2011

ESTRESANTE



En el mundo profesional en el que me muevo padecemos muchas veces situaciones de estrés. No sucede todos los días y hay etapas relativamente tranquilas como la que ahora estoy teniendo, pero cuando las cosas se tuercen o el Gran Jefe tiene una urgencia, vivimos momentos de verdadera tensión, jornadas maratonianas y horarios infernales. Hay días que apenas puedo comer o en los que he salido de casa de noche y he vuelto también de noche. A veces no solo me han dado un plazo irrisorio para cumplir una tarea compleja, sino que mientras la estoy llevando a cabo con la máxima concentración, no hacen más que llamarme por teléfono para achucharme y meterme prisa: “¿para cuándo va a estar?”, “¡date prisa, es para ya!”. Un horror. Esos días suelo volver a casa con dolor de cabeza y desando caer derrengado en la cama.

Tengo un par de compañeros que siempre afirman sacar lo mejor de ellos mismos y trabajar más eficazmente en situaciones de tensión. Dicen que la adrenalina potencia sus capacidades y que estar en guardia les hace funcionar como un reloj. Además ayer, en un curso al que asistí, un psicólogo nos dijo exactamente lo mismo, que el estrés es bueno para trabajar bien.

Quizá soy un agonías o un asfixiado, pero yo desde luego no estoy nada de acuerdo. Por supuesto que la situación contraria al estrés, es decir pasarse meses tocándote la vaina, no favorece en nada el rendimiento y la mente despierta, pero a mí determinado nivel de prisas y de presión terminan bloqueándome y reduciendo bastante mis habilidades. Vamos, que si se ponen a darme leña a saco, me tiendo a aturullar y a hacer las cosas con los pies; mi capacidad de atención se reduce, sobre todo en los detalles, y mi margen de error se dispara.

Naturalmente entiendo que en un trabajo como el mío haya prisas, cañas –no de cerveza- y hasta cajas destempladas cuando la situación lo exige. Trabajamos para quien trabajamos y a veces las urgencias se imponen violentamente porque no queda más remedio. En estos casos, defiendo la necesidad de estar al pie del cañón, exprimirse a tope y darlo todo, aunque el Gran Jefe debería hacerse cargo de que si un informe que en condiciones normales se redacta en dos semanas, se prepara en una hora, es natural que tenga limitaciones, simplificaciones y olvidos (errores formales o tipográficos, no, porque entonces nos cortan los cojones).

Sin embargo, observo que un porcentaje sospechosamente alto de los estreses y prisas viene de la falta de planificación previa y de la improvisación. Buena parte de los ahogos se deben a que alguien no ha sido capaz de anticiparse a una necesidad que iba a surgir tarde o temprano o a que, por motivos que no vienen al caso, se han ido dejando los temas aparcados a la espera de vete tú a saber que situaciones que podrían producirse o no. En mi trabajo también es habitual que yo tenga que sacar un tema a la carrera porque otros departamentos lo han tenido parado durante semanas mientras disfrutaban de amenas tertulias en la cafetería. Es en todos estos casos cuando llevo peor el estrés porque a mi agobio se suman el cabreo por la certeza de que si alguien hubiera andado vivo hace un mes yo no andaría ahora corriendo por los pasillos.

Pero en resumen: el estrés, al menos en mí, no desarrolla potencialidad alguna y más bien me las inhibe todas.

lunes, 16 de mayo de 2011

HISTORIAS DE ESPAÑA VIEJA (XIII): GUERRILLERAS. 3ª Parte.

María de la Consolación Azlor y Villavicencio (Condesa de Bureta). Gerona 1775 - Zaragoza 1814.

Mujer de extraordinaria belleza, dama de noble linaje y dueña de una cuantiosa fortuna.

Muy joven aún, su temperamento organizado y sereno la convirtió en una heroína popular. Por su valor personal y su desprendimiento fue elogiada por los propios generales enemigos.

Durante los asedios de Zaragoza, puso su casa, su trabajo y su hacienda a disposición de los defensores. Refugió en sus habitaciones a enfermos y heridos. Municionaba las baterías artilleras y organizó acarreos de agua con el Cuerpo de Amazonas que ella creó.

Armada como un combatiente, formó por sí misma baterías en su calle con pelotones femeninos, luchando valientemente contra el enemigo mientras duró el sitio de la ciudad.


*Para saber más: Artículo de don Leonardo Blanco Lalinde en Artilleros de Aragón.


domingo, 15 de mayo de 2011

UNA PATADA AL CONCEJO ABIERTO

Ya he criticado alguna vez, por poco democrático, el modelo representativo de partidos consagrado en la Constitución. Aunque el sistema constitucional y la auténtica participación popular en los asuntos públicos se parecen como un huevo a una castaña, es cierto que en la Norma Suprema perviven algunas manifestaciones de la democracia natural y genuina. Básicamente estos pequeños resquicios, que algún día quisiera analizar con mayor profundidad, son dos: la iniciativa popular legislativa y el concejo abierto, previstos respectivamente en los artículos 87 y 140.

Con motivo de las próximas elecciones municipales, ha sido reformada la Ley electoral y retocado en profundidad el artículo de la Ley de Régimen Local que regula los supuestos en que procede el régimen de concejo abierto, en una maniobra antidemocrática y vergonzosa que encima ha pasado desapercibida para casi todos los españoles. Con esta reforma, los socialistas se han cepillado de un plumazo una de las pocas muestras de salud democrática que aún cobijaba nuestro ordenamiento jurídico.



No quiero soltar un rollazo jurídico, sino solo explicar que el régimen de concejo abierto significa que en determinados municipios el gobierno corresponde, en vez de al alcalde y a los concejales, al alcalde y a la asamblea vecinal, formada por todos los habitantes del pueblo. Con la ley anterior, este régimen era obligatorio para los municipios de menos de 100 habitantes, pero con la reforma de febrero se establece en estas localidades el sistema de concejales y se dice simplemente que el alcalde podrá, si le da la gana, convocar a los vecinos a concejo abierto para “las decisiones importantes”.

Aunque se permite que, si así lo deciden los tres concejales que salgan elegidos tras los comicios (por unanimidad) y la mayoría de los vecinos en asamblea, el pueblo siga rigiéndose por concejo abierto, para mí la reforma supone un importante retroceso que desnaturaliza la gestión municipal en estas pequeñas comunidades y consagra el monopolio de los partidos hasta en los más pequeños rincones de España.

Este atentado contra una institución tan sana y tradicional se ha perpetrado con la excusa de que el modelo anterior dificultaba la gobernabilidad de los municipios de menos de 100 habitantes, cuando la verdad es que el concejo abierto conduce a comunidades más integradas, armoniosas y participativas y, al contrario de lo que se ha hecho, debería ampliarse el límite de vecinos con el que puede utilizarse el sistema.

Con chanchullos como este, tengo cada vez más naúseas cuando los políticos profesionales presumen de demócratas.

viernes, 13 de mayo de 2011

¡QUÉ IMPORTANTE!

Como hoy es fiesta en Valladolid, hemos aprovechado unos amigos para organizar una comida en un restaurante que llevábamos ya tiempo deseando probar: Brasería Poniente, que es del dueño de Cárnicas Poniente, ese tan volcado en el rollo institucional de Tierra de Sabor.

Este local, bastante de moda, se ha abiert
o no hace mucho donde antes estaba el Don Giovani y nos ha encantado a todos. Tanto los entrantes como los diferentes segundos que hemos probado (yo he pedido un steak tartar) estaban muy bien presentados y, lo más importante, deliciosos. La carne aquí es exquisita. Lo recomiendo mucho por esto y por su ambiente agradable y su servicio tan atento sin ser plasta como a menudo sucede en los sitios chupis.

Como detalle curioso, destacar la presencia en la mesa de al lado del Excelentísimo señor Alcalde. Me he sentido preocupado y culpable de acudir a los mismos restaurantes que la cúspide pepera. Como íbamos con tres niños y el mayor hacía tres añitos, le hemos cantado el cumpleaños feliz, casualmente en el momento que se marchaba Don Javier León de la Riva. A pesar de su fama de perro fiero y de su cara de pocos amigos, se ha acercado a nuestra mesa a saludarnos:
- A ver, a ver, ¿quién es el del cumpleaños? – ha preguntado con sonrisa de campaña, que solo faltaba el himno del partido sonando de fondo.

- ¡Pelayo! ¡Cumple
tres años!

- Bueno
, Pelayo, qué importante eres, ¿eh?

Tentado he estado de soltar: “pues anda que usted”, pero soy un tipo educado.

Luego ha hecho unas carantoñas a los otros críos y se ha despedido. Yo he echado en falta unos globitos con la gaviota, coño.

miércoles, 11 de mayo de 2011

LA TIRANÍA DE LAS BROMAS

Quien no admite que en toda relación humana subyace una relación de poder es que no se ha coscado de nada de cómo es el homo sapiens. En todo grupo o colectivo, desde el patio de juegos de Primaria hasta el módulo de una cárcel, pasando por la pareja y por las peñas de amigos, en todos, digo, siempre hay latente un pulso para ver quién corta el bacalao y quién obedece, quién es el que lleva la batuta y quién toca los platillos. Es algo inherente a nuestra naturaleza y a nuestros instintos.

En tiempos remotos este pulso adoptaba formas muy obvias y primarias, pero como cada vez somos más educados, la cosa se ha ido camuflando y edulcorando mucho, hasta alcanzar cotas de sutileza y ambigüedad que a veces hacen verdaderamente difícil identificar a simple vista lo que en el fondo no es más que una lucha abierta que los cromañones habrían solucionado a porrazos. Un buen ejemplo son las bromas, el tipo de humor que se practica en un determinado grupo de personas.

Cada panda de amiguetes tiene su propio código humorístico, en principio muy respetable. El verdadero humor es sano, ayuda a superar complejos y susceptibilidades, y hace la vida más llevadera. Sin embargo a nadie se le escapa que sobre todo en los grupos masculinos las bromas pueden terminar convirtiéndose en instrumentos encubiertos (o no tan encubiertos) de dominación.

Hay un refrán que me gusta mucho y que viene muy a cuento de lo que quiero exponer: “Entre broma y broma, la verdad asoma”. ¡Qué gran verdad! Y es que las bromas son muy peligrosas porque su formato alegre y dicharachero, supuestamente basado en la amistad, en la confianza y en el sentido del humor, impide a menudo reaccionar o protestar ante los excesos, so pena de ser tachado de serio, de picajoso, de susceptible o de amargado que no se sabe tomar la vida con humor.

Por eso muchas críticas brutales, burlas en público y hasta insultos suelen ser disfrazados de bromas en una actitud cobarde que, sin embargo, casi siempre es acogida con hilaridad o al menos con tolerancia por el grupo en su conjunto, en especial si la víctima es uno de sus miembros más débiles.



La situación es archiconocida. Fijaos en unos cuantos grupos de amigos y veréis que el reparto de bromitas y pullas nunca es equitativo. Siempre hay uno o dos personajes que se comen todos los banderillazos repetitivos y machacones (pero en broma, por supuesto) y siempre hay uno o dos tíos (o tías) con los que nadie hace gracias y que, no por casualidad, son los principales inductores del acoso y derribo a los primeros.

La diferencia fundamental entre una broma sana y un instrumento de sometimiento es la equidad en dicho reparto. Si quien gasta bromas duras admite de corazón que en otras ocasiones le toque a él la china, todo va bien. Pero si el gracioso oficial es (y suele serlo) de los de “de mí no se ríe nadie”, malo.

Hay muchas clases de bromas, pero las que yo digo suelen versar invariablemente sobre el físico, la falta de habilidades, la vida sentimental, la personalidad, el carácter o las desventuras personales poco o nada graciosas a las que siempre hay alguien capaz de encontrar el “chiste”. Estas humoradas suelen ir in crescendo, o sea que comienzan como suaves tanteos por los más audaces a ver cómo reacciona el embromado y terminan en putadas directas (pero en broma) en las que participan, arrastrados por la presión social, incluso los amigos más majetes y los miembros del escalafón inmediatamente inferior de “pringadez” que el del puteado.

El perfil del embromado suele ser muy característico. Por lo común es una persona tímida, algo apocada o enemiga de los conflictos, que por prudencia o por no crear mal ambiente no reaccionó a las primeras chanzas, interpretando que eran “cosas de amigos”, y que después, cuando el tono de las burlas se endurece ya no son capaces de poner freno por miedo a quedar como acomplejados. Suelen pensar: “si me encabrono porque me llaman tartaja, van pensar que lo llevo fatal”, cuando quizá deberían plantearse la intención que hay detrás de llamar tartaja a un tartamudo cuatro veces al día.

Por su parte, los "bromistas" siempre tienen una intención muy clara: dominar, subyugar y poner a los demás "en su sitio". En términos etológicos: marcar territorio de la forma más primitiva, por mucho que se disfrace el asunto. Es posible que el "simpático" profesional luego resulte ser un tipo encantador en privado, pero con espectadores suele comportarse como un auténtico lobo en la manada pugnando por un pedazo de costillar, para dejar claro que es el más listo, que tiene más aceptación en el grupo (a veces por miedo), que es el más ocurrente, el más guapo, el que liga más, el que gana más o, en definitiva, que es el macho dominante.


Lo que está claro es que tras estas actitudes siempre hay una falta de respeto grave hacia el destinatario de los cachondeos. Falta de respeto que, por desgracia, puede estar justificada por la actitud blanda o por el propio comportamiento de la"víctima".

Con demasiada frecuencia el bromista
es una persona muy deficiente, ansiosa por demostrar lo que no es. Pese a las apariencias, puede ser el más débil y obsesionado por las críticas. No es raro ver cómo todo un grupo de amigos termina, por pura comodidad, por no meterse nunca con un determinado miembro por lo susceptible y lo agresivo que se pone, y por aguantar encima todos sus abusos y salidas de tono. Es lo que podría llamarse la dictadura del débil. “Anda, déjale, que ya sabes cómo se pone el pobre si le criticas; que diga lo que quiera…”

Otra cosa fácilmente contrastable es que ya desde el colegio las pandillas (que después duran décadas) se forman atendiendo a estrictos criterios de afinidad, y en la afinidad incluyo el tipo de sentido del humor. En el instituto ya se puede distinguir la panda de las guapas y populares, la de los altos y guapos, la de los frikis jugadores de ajedrez, la de los feos con cojones, la de los discotequeros, la de los deportistas… A nadie le gusta sentirse rodeando de gente que es “mucho más” o “mucho menos” que él y, en este sentido, las bromas cumplen su función de criba despiadada para que nadie se quede donde no debe.

Es triste que entre amigos se produzcan estos fenómenos prehistóricos, ya que se supone que sales con gente para compartir buenos momentos y sentirte a gusto, querido, valorado y animado, y no para estar continuamente a la defensiva interpretando dónde está la broma inocente y dónde la pulla dudosa. Pero insisto: nos tira mucho nuestra propia naturaleza y en el fondo seguimos comportándonos como en la tribu de neandertales en la que había que destacar o pisar para comer, para aparearse o para hacerse con el mejor sitio en la cueva.

lunes, 9 de mayo de 2011

HISTORIAS DE ESPAÑA VIEJA (XII): GUERRILLERAS. 2ª Parte.

Manuela Malasaña Onoro. Madrid 1791 - Madrid 1808.

Manuela Malasaña era una costurera de diecisiete años que falleció el 2 de mayo de 1808 en Madrid durante los enfrentamiento del alzamiento popular contra las tropas de Napoleón.

Ese día, y saliendo de su trabajo, camino a casa, fue asaltada por una pareja de soldados franceses. Al intentar seducirla sin lograrlo, se defendió con unas pequeñas tijeras que llevaba para sus labores de costura, motivo por el que fue fusilada.

Manuela Malasaña se ha convertido en todo un mito y de la resistencia del pueblo madrileño contra el invasor y la ciudad dedicó a su memoria todo un barrio: el Barrio de Malasaña.




*Como anuncié en la publicación anterior de Historias de España Vieja, me limitaré a transcribir lo encontrado en el museo militar de San Carlos de Palma de Mallorca. De todas formas, si alguien deseara ampliar información, podrá hacerlo en estos enlaces:

  • La Aventura de la Historia. Se explican las dos versiones existentes sobre la muerte de Manuela.
  • Wikipedia. Se explica que el padre de Manuela era un panadero francés afincado en Madrid. En algún sitio he leído que también murió luchando contra los franceses.
  • Asamblea de Malasaña. Hoy, el barrio de Malasaña es un pestilente nido de guarros que por las noches convierten las calles en un enorme estercolero y fumadero de marihuana y todo tipo se sustancias prohibidas. No obstante, en este enlace a uno de los blogs de estos especímenes, se explica también esta historia.
  • Historia de Madrid.
  • La Pluma Viperina. El Dos de Mayo de 1808.

domingo, 8 de mayo de 2011

OPERACIÓN B.S.O. (9): MI QUERIDA SEÑORITA

Ya hablé una vez de mi admiración por el director Jaime de Armiñán, cuya obra maestra, en mi opinión, es Mi querida señorita (1971). La película aborda un tema muy delicado con gran valentía y ternura, y además se estrenó en una época especialmente difícil en la que convivían los últimos coletazos del franquismo con una mentalidad más abierta en lo referente al sexo.

Recomiendo mucho ver esta cinta en la que José Luis López Vázquez hace el mejor trabajo de su vida. Su papel de "mujer" atormentada por una anomalía sexual, que podía haberse prestado al histrionismo, fue interpretado con una verosimilitud que le valió numerosos galardones.

Y, por supuesto, cada vez que pienso en este peliculón, que fue nominado al Oscar en 1973, siempre evoco la pieza de Chopin que acompaña las escenas más sentidas, transportándonos al universo triste de Adela y haciéndonos partícipes de todos sus temores en la nueva etapa que decide vivir.

P.D. : Como últimamente tengo problemas para insertar las canciones de Goear (a veces no funciona), pongo el enlace por si acaso para que se pueda oír.


viernes, 6 de mayo de 2011

YO TAMBIÉN QUIERO SER DEMÓCRATA

Definitivamente, el invento este de la democracia es maravilloso.

Los virtuosos demócratas aprueban unas leyes equitativas y respetuosas con la libertad y con la vida humana. Enuncian unas cartas de derechos preciosas, que hacen llorar de emoción. Legislan unas penas justas, proporcionadas y acordes con esos derechos. Regulan un sistema procesal transparente y garantista, para que nadie pueda ser condenado (ni mucho menos ejecutado) sin previa sentencia judicial y sin pruebas fehacientes. Enuncian orgullosos el principio de presunción de inocencia y el derecho a la defensa legal. Por si fuera poco, diseñan unas políticas antiterroristas prudentes, sensibles y ponderadas para dejar claro su talante dialogante, alejado de toda imposición represiva.

Pero luego, como saben que esto sirve de poco en la lucha contra los criminales a gran escala, organizan comandos clandestinos o secretos, sin límite en los procedimientos o medios empleados, para cepillarse por las buenas a todos los terroristas, enemigos del país, sujetos peligrosos, supervillanos de tebeo y, en fin, a quien les dé la gana. Sin publicidad, sin juicios, sin garantías y sin leches. Mandan de tapadillo al Agente 007 a un país lejano, compran a un par de malos, convocan a los hombres de Harrelson o al Equipo A, y pim, pam, pum, se cargan al malo maloso sin rodeos ni contemplaciones.

Aquí en España la cosa se llamó GAL y lo llevaron muy en secreto hasta que saltó la liebre por las chapuzas cometidas. En Estados Unidos le echan más huevos porque a la población (muy demócrata) en el fondo le encantan estas macarradas de cine de acción donde al final Chuck Norris o Stallone hacen venganza y matan al comunista o al moro de turno. Los yanquis cada vez disimulan menos y, si les pillan, se limitan a sonreír picarones como el niño al que sorprenden robando chocolate en la despensa: “jijiji, es que yo creía que sí había armas de destrucción masiva”, “jejeje, es que Bin Laden era muy malvado y ha sido en un tiroteo, jijiji, bueno, vale, iba desarmado”.

Da gusto con la democracia, oye. Yo de mayor también quiero ser demócrata y presumir de libertades, de derechos y de leyes guays (para pillar los votos de los ciudadanos), que luego ya estudiaré cómo me los salto con disimulo para arreglar los problemas, luchar con eficacia contra los delincuentes más antisociales o proteger el país en serio, con los mismos métodos que siempre critico en los fascistas e incluso en los propios terroristas.

miércoles, 4 de mayo de 2011

TOCARSE




La semana pasada me contaba un inmigrante argentino que uno de los grandes cambios que notó al venir a España fue que aquí la gente, cuando va con los amigos buscando un bar, nunca entra en locales poco concurridos; prefiere los garitos atiborrados hasta la bandera donde apenas puede alcanzarse la barra. En cambio en su tierra todo el mundo busca espacios desahogados para tomarse un chisme tranquilo y sin que le aplasten. El motivo es que a los argentinos, a diferencia de los españoles, les molesta mucho el roce y si están tomando algo y les tocas levemente al pasar, se vuelven todo sorprendidos y tienes que disculparte y todo.

- Pero ustedes son otra cosa, ché, les gusta el rosesito así amorosongo, no más.

El caso es que me hizo pensar un poco en las diferentes actitudes ante el contacto físico. Porque la verdad es que yo en estos temas parezco más argentino que español. Reconozco que no me siento nada cómodo con que me anden sobando, aunque sea accidentalmente, y que no me salen por naturaleza determinados gestos efusivos como abrazos, palmetadas en la espalda, achuchones en el hombro o esporádicos agarrones o toques en el brazo del interlocutor mientras dura la conversación.

Es más, admito que ni siquiera me seduce esa costumbre de plantar dos besos a las mujeres que me presentan o a las amigas con las que me encuentro. Mucho menos a las compañeras de trabajo. Sin llegar a los extremos del genial Fernando Vizcaíno Casas, que opinaba que a las féminas solo las deberíamos besar en la mano o en la boca, sí opino que los dos besitos de marras bien podrían sustituirse por un “hola” o, si se trata de una presentación, por un neutro apretón de manos.

Mi evolución en este tema ha ido pareja a mi adquisición de tablas (tampoco muchas) en la vida social y profesional. De más jovencito no tocaba a nadie nunca y mantenía las distancias a rajatabla, pero el tiempo me ha enseñado que esta actitud, al menos en España, no tiene buena acogida y que procede disimular mínimamente mi frialdad natural repartiendo, en algunos casos, algún abracete, sujetando con la izquierda el brazo de la persona a la que tiendo la mano derecha o arreando alguna palmada cuando se hace una broma. No voy mucho más allá.

Sin duda doy importancia a mi intimidad y espacio físicos y me disgusta que los invadan injustificada o exageradamente.

Con todo, reconozco que no estoy del todo contento con esta forma de ser, porque aunque es cierto que en este tipo de gestos hay mucho de hipocresía y de rito social, no puedo negar que hay gente, algunos amigos y compañeros de trabajo incluidos, que son de verdad muy afectuosos y desean transmitir su confianza con el contacto físico. A mí me gustaría ser menos rígido y saber demostrar mi cariño por algunas personas con mayor soltura y expresividad, pero confieso que casi nunca me sale y que cuando lo hago es porque creo que debo hacerlo, no porque tenga ninguna gana.

Lo curioso del tema es que en mi familia son cariñosos y siempre se han prodigado muestras físicas de afecto, aunque sin exageraciones. Espero que no lea esto ningún psicólogo porque a saber qué conclusiones peregrinas podría sacar.

De todos modos la mesura me parece importante y no niego mi fobia manifiesta hacia determinados comportamientos, como por ejemplo tocar el cogote a alguien, que me parece una falta de respeto con connotaciones subconscientes de dominio-sumisión, o besarse entre dos amigos varones, que es una mariconada grave, muy grave, gravísima.

Si no quiero emigrar a argentina, tendré que seguir observando los usos y costumbres de mi entorno y hallar el punto intermedio entre lo que me pide el cuerpo y lo que es una exigencia mínima de la vida en la sociedad española.

lunes, 2 de mayo de 2011

HISTORIAS DE ESPAÑA VIEJA (XI): GUERRILLERAS. 1ª Parte.


.¡¡¡ÁNIMO ARTILLEROS, QUE AQUÍ HAY MUJERES PARA CUANDO NO PODÁIS MÁS!!!



Puede que Agustina de Aragón i Domenech, cuando a los niños se les enseñaba en las escuelas a amar a España, fuera uno de los personajes más populares en la extensa tradición épica española. Pero tras visitar el museo militar de San Carlos de Palma de Mallorca, en una de sus salas he descubierto otras mujeres que, en la misma época, tomaron las armas contra el invasor y heroicamente, junto a multitud de actores anónimos, expulsaron al hasta entonces invencible ejército napoleónico más allá de los Pirineos.

Cayendo en la cuenta de lo interesante
que podría resultar dedicar algunos artículos de las Historia de España Vieja a las mujeres de nuestro pasado glorioso, muchas de ellas olvidadas por cualquier casi cualquier libro, he decidido comenzar con cinco escritos dedicados a las guerrilleras españolas. Transcribo con ligeras modificaciones lo mencionado en el museo militar, añadiendo enlaces a webs que pudieran resultar interesantes:





De familia modesta, casó con un cabo 2ª de Artillería, lo que la llevó a vivir en Zaragoza en la época en que dicha ciudad fue sitiada por los franceses.

El 2 de julio de 1809, la
ci
udad es atacada y se produce una penetración del enemigo por una brecha abierta en la puerta del Portillo donde se encontraba Agustina apoyando a los artilleros que la defendían. Muertos éstos y al grito de ¡Ánimo artilleros, que aquí hay mujeres para cuando no podáis más!, ella misma da fuego al cañón y rechaza al invasor.

Participó en otros
muchos hechos de armas; fue hecha prisionera y alcanzó el empleo de subteniente de Infantería.

Está enterrada
en la capilla de la Asunción de la Virgen, en la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Portillo, en Zaragoza.