domingo, 27 de febrero de 2011

RELEYENDO "EL PADRINO" (17): COMPRENDIÓ ENSEGUIDA

Siempre me ha admirado la capacidad de persuasión de algunas personas. Ya no me refiero a la de Don Corleone en el pasaje de hoy (que en el fondo está respaldada por el miedo), sino la de determinada gente que todos conocemos que solo con su elocuencia, su labia o su simpatía son capaces de arrastrar la voluntad de los que les rodean, de conseguir que se haga lo que ellos quieren sin más que insinuarlo. ¿Qué extraño don poseen estas personas?, ¿es algo natural?, ¿tiene que ver con la inteligencia, la psicología o la observación o simplemente se trata de una especie de imán inexplicable que hace que todos les obedezcan?


"Años atrás, el entonces
joven Nazorine, que era sólo un ayudante de panadero que estaba a punto de casarse, le había pedido ayuda. Él y su futura esposa, una buena chica italiana, habían ahorrado dinero y habían pagado la enorme suma de trescientos dólares al propietario de un almacén de muebles que les habían recomendado. El comerciante les dejó escoger todo lo que quisieron para amueblar el piso. Un bonito y macizo juego de dormitorio, con sus mesillas de noche y sus lámparas, el tresillo, muy bonito también, con su sofá y sus dos butacas, y otras cosas. Nazorine y su prometida habían disfrutado de veras escogiendo lo que más les gustaba de entre una enorme cantidad de muebles. El vendedor tomó el dinero que los novios habían ahorrado con mucho esfuerzo, y les prometió que esa misma semana les enviaría el pedido.

Al cabo de pocos días, sin embargo, la tienda había ido a la bancarrota y los acreedores se habían quedado con todas las existencias. Entretanto, el propietario había desaparecido. Nazorine fue a ver a su abogado, quien le dijo que nada podía hacerse hasta que los tribunales decidieran, y comprendió que para que esto ocurriera podían pasar tres años o más, en cuyo caso podría darse por satisfecho si conseguía recuperar diez centavos por dólar, pues el activo del mueblista debía repartirse entre todos los acreedores.

Vito Corleone no daba crédito. No era posible que la ley permitiera un robo semejante. El propietario del almacén vivía en una hermosa casa, poseía una finca en Long Island, un lujoso automóvil, y enviaba a sus hijos a la universidad. ¿Cómo era posible que, teniendo los trescientos dólares, no hubiese enviado los muebles al pobre Nazorine? Vito Corleone no dudaba de la palabra de Nazorine, pero hizo que Genco Abbandando, a través de los abogados de la Genco Pura, se asegurara de ello.

Resultó que la historia de Nazorine era completamente cierta. El propietario tenía toda su fortuna personal a nombre de su esposa. Su negocio de muebles era una sociedad de responsabilidad limitada, por lo que no se le podía responsabilizar como ente individual. Su mala fe había sido evidente, pero no se trataba de un caso aislado; eran muchos los comerciantes que, cuando les convenía, se declaraban en quiebra, perjudicando así a mucha gente. Legalmente, nada podía hacerse por el pobre Nazorine.

Como es natural, el asunto no tardó en resolverse. Don Corleone envió a su consigliere, Genco Abbandando, a hablar con el mueblista y éste, que no tenía un pelo de tonto, comprendió enseguida. Nazorine tuvo sus muebles".

viernes, 25 de febrero de 2011

MI COLECCIÓN DE CINE

Desde 2006 colecciono películas y poco a poco he convertido este hábito en una de mis grandes aficiones. Gestiono mi modesta colección con el programa Ant movie catalog y ayer, por curiosidad, me puse a revisar las estadísticas, y los datos me sorprendieron porque reflejan mis gustos (conscientes o subconscientes) y mi talante anárquico y poco riguroso para ver cine. ¡Cuántas lagunas!, ¡cuánto tengo que aprender! (bueno, ya aprendo y tomo nota de las recomendaciones de algún blog amigo).

Sin más, expongo aquí los datos objetivos e implacables sobre mi filmoteca (porcentajes redondeados):

TOTAL DE PELÍCULAS DE LA COLECCIÓN: 2.122

CÓMO CONSIGO LAS PELÍCULAS:


- Adquiriendo el DVD original (muchas veces los regalan los periódicos): 150 películas (7% del total)

- Mediante procedimientos que no debo nombrar: el resto (93%)

POR GÉNEROS O CA
TEGORÍAS (los he creado y agrupado yo):

Drama: 401 películas (19%)
Comedia: 270 (13%)
Suspense / Terror: 210 (10%)
Thriller: 170 (8%)
Ciencia ficción / Fantasía: 133 (6%)
Acción: 119: (8%)
Policiaca / Cine negro / Crimen / Espionaje: 116 (5%)
Romántica / Sentimental / Melodrama: 104 (5%)
Animación / Dibujos animados 96 (5%)
Bélica: 94 ( 4%)
Aventuras: 87 (4%)
Histórica / Religiosa / Épica / Biográfica: 81 (4%)
Western: 77 (4%)
Drama-comedia: 68 (3%)
Documental: 31 (1%)
Musical: 26 (1%)
Serie T.V. : 22 (1%)
Sin clasificar 18 (1%)

Mi principal problema para clasificar por categorías es que hay géneros bastante obsoletos (policiacas, espionaje y cine negro) que han ido transformándose en otros (thriller) y hay también géneros muy fronterizos (¿las comedias románticas son comedias o románticas?)

POR AÑOS:
Anteriores a 1945: 62 películas (3%)
1945-1960: 118 (6%)
1960-1975: 175 (8%)
1975-1985: 218 (10%)
1985-1995: 303 (14%)
1995-2005: 650 (31%)
Posteriores a 2005 (en 2006 empecé la colección): 578 (27%)

POR PAÍSES:
EE.UU: 1227 películas (58%)
España: 471 (22%)
Reino Unido: 135 (6%)
Francia: 67 (3%)
Alemania: 36 (2%)
Italia: 28
Canadá: 18 (1%)
México: 18 (1%)
Japón: 14 (1%)
Argentina: 10 (0,5%)
Otros países: 98 (5%)

Iba a extenderme con otras estadísticas, como porcentajes de directores o actores, por ejemplo, pero paso, salvo que alguien tenga especial curiosidad.

miércoles, 23 de febrero de 2011

HOMBRES DE HONOR Y CUENTOS CHINOS

Siempre he pensado que una gran mayoría de periodistas destacaron por ser los últimos de la clase con permiso de pajines, bibianas, pepiños y personajillos que en sus tiempos, de seguro, competían por encabezar la lista de los más tontos y pelotas. Pero aun así, he de reconocer que, algunas veces, agradezco al Cielo la existencia de estos profesionales de no se sabe bien qué: hablar sobre todo sin saber prácticamente de nada.

Y, no, no estoy agradecido por la existencia de Sara Carbonero, Ainhoa Arbizu o Marta Fernández, que también. Estoy agradecido a estos genios de la comunicación y del análisis histórico porque todos los años me amenizan la última semana de febrero recordándome lo afortunados que somos de vivir en un régimen constitucional de libertades gracias a la valentía de Su Graciosa -algunos pensarán que histriónica- Majestad y de los políticos que una infausta tarde de hace treinta años impidieron a un malvado señor con bigote convertir España en una nación prehistórica y muy muy facha.

Únicamente siento que ni los excelsos profesionales de la comunicación ni nuestra privilegiada inteligencia política visible, encabezada estos días por un impresentable José Bono que parece ansiar su propio espacio televisivo, nunca entren en un análisis serio, profundo y sincero de lo que sucedió aquel 23 de febrero del 81. Seguramente algo muy diferente de este cuento de hadas y fantasía que nos quieren vender. Muy distinto de la tontería supina que escuché ayer en Antena3: el propósito del golpe era fusilar, al día siguiente, a Concha Velasco y Ana Belén. ¡¡¡Y lo dicen sin reírse!!!


Prácticamente no se menciona nunca la situación caótica a la que había llegado España: atentados terroristas diarios, desórdenes generalizados, presión secesionista insostenible, la agonía de la UCD,... El descontento de los militares y de una parte no desdeñable de civiles servían de caldo de cultivo para un posible golpe militar serio, bien planificado y de consecuencias muy difícilmente controlables. La Operación Galaxia y el llamado Golpe de los Coroneles son pruebas palpables de estos planes, al margen de otros que, de seguro, conocía el entonces CESID como la misteriosa Operación De Gaulle.


Precisamente, nunca se ha aclarado si el CESID conocía los planes de Tejero, algo muy difícil de creer cuando precisamente éste había sido condenado unos meses atrás por la Operación Galaxia, desarticulada cuando se encontraba en fase puramente embrionaria.

También me gustaría que estos investigadores explicaran lo complicado que era en aquella época la declaración del Estado de Sitio siguiendo procedimientos legales, pues la Constitución lo hace casi impracticable, de la misma forma que se confirmó meses más tarde mediante la Ley Órganica de 1 de junio del 81. Además, cualquiera con dos dedos de frente y unos mínimos conocimientos históricos sería capaz de prever las consecuencias de intentar llevar al Parlamento una propuesta de declaración de Estado de Sitio en la situación de entonces. Simplemente, desastrosas: aumento incontrolado de los disturbios, levantamientos civiles, guerra civil.

¿Por qué no explican cómo militares monárquicos son capaces de llevar a cabo una acción similar sin conocimiento del Rey o incluso en su contra? Cualquiera que haya conocido a militares monárquicos sabe que idolatran al Rey de una manera irracional. A diferencia de Pedro Crespo, alcalde de Zalamea, al rey no sólo ofrecerían vidas y haciendas sino también su honor y su libertad.

Ninguno de estos genios de la historia política parece conocer lo apropiadas que son, y lo frecuentes que han sido, las acciones de autogolpe de estado: en ocasiones, cuando la estricta aplicación de la legalidad pone en peligro la propia esencia del sistema político, el mismo poder se ve obligado a saltarse la legalidad para poder sobrevivir o evitar males mayores. No voy a entrar en la legitimidad o moralidad de este método, sólo constato su existencia y un dato más: Tejero siempre aseguró, en el Congreso, estar a las órdenes del Rey.

¿Cómo puede considerarse un golpe de estado en el que los carros de Valencia se detienen en los semáforos y viajan sin municionar obedeciendo un bando propio de una declaración de Estado de Sitio que concluye con vivas al Rey? Simplemente: golpe de estado de opereta.

Todavía queda por aclarar la verdadera intervención de los generales Armada, preceptor del Rey y antiguo jefe de la Casa Real, y Sabino Fernández Campo. Fieles a su rey hasta lo indecible a pesar de las reiteradas traiciones del Borbón hacia ellos y su Patria. Armada siempre se ha negado a hablar, al igual que Fernández Campo que se ha llevado jugosos secretos a la tumba. ¿No es curioso que, el 22 de enero del 81, Suárez nombrara a Armada segundo Jefe del Estado Mayor por presiones del Rey?


Y ahora viene lo importante. Tejero reaccionó enérgicamente ante la propuesta de Armada de formación de un gobierno de concentración nacional, presidido por él mismo, y que contaría con socialistas, separatistas moderados o personas claramente relacionadas con la masonería como Ferrer Salat. Tejero se sintió engañado y, en ese momento, Armada apareció fracasado pero libre de implicación en el golpe. Hora y media después, el Rey ordena deponer las armas. ¡¡¡90 minutos más tarde a pesar de que se podría haber emitido el discurso muchísimo antes!!! No sé otros, pero yo deduzco que, todas luces, el golpe fue anulado no por el Rey sino por el propio Tejero que se vio engañado y después sirvió de cabeza de turco.


Ni siquiera los resultados del juicio están claros. Las penas fueron inversamente proporcionales al sentido del honor de los encausados. Los que quizás no sabían lo que se estaba cociendo pasaron muchos años en prisión: Tejero, Ricardo Pardo-Zancada, el general Torres Rojas y unos cuantos oficiales. Magnífica, y de hombres de honor y gallardía como ya no quedan,la actitud de Tejero y de Pardo Zancada (interesantísimo este enlace), este último acudiendo al Congreso cuando el golpe ya se sabía fracasado para negociar junto al primero el llamado pacto del capó: en lugar de huir por las alcantarillas, como hicieron otros ahora héroes, aceptaron la rendición y la entrega a cambio de la libertad de sus hombres.

Resultado: los verdaderos responsables apoltronados y los hombres verdaderamente valientes y honorables engañados y encarcelados. Hoy, su memoria se pisotea por los ¿valientes? que en su día salieron de debajo del escaño para acudir rápidamente al retrete.


lunes, 21 de febrero de 2011

LEER Y ESCRIBIR

Parece de puro cajón que alguien que lee muchísimo escribirá muy bien, al menos formalmente y, por supuesto, sin faltas de ortografía, mientras que quien dedica muy pocas horas a los libros, mejor que no se anime a coger la pluma porque los resultados dejarán mucho que desear.

Pues no es así.

Me explico. Las personas que conozco que más y mejor escriben sí son lectores asiduos, pero es cierto que conozco lectores mucho más asiduos que ellos y, sin embargo, no tienen ninguna inquietud por la escritura y además cuando se ponen a escribir algo, aunque sea un cartel para la comunidad de vecinos, son malos, muy malos. No saben redactar y cometen faltas de ortografía.

Y, al contrario, tengo amigos que no leen casi nada porque no les gusta o no tienen tiempo y, sorprendentemente, se expresan muy bien por escrito, sin un solo fallo ortográfico.

Por ello he sacado la conclusión de que hay dos formas muy distintas de leer. La de quien busca y se fija exclusivamente en los contenidos, pasando por alto la forma en que se plasman en el papel, y la de aquellos enamorados del lenguaje que cada vez que leen un párrafo se están percatando, aunque sea inconscientemente, de cómo están escritas las palabras y construidas las frases.

Hay quien lee las novelas y las recetas solo para disfrutar de la historia y enterarse del desenlace o de cómo se hacen los huevos rellenos, y hay quien también tiene los ojos abiertos a la manera de expresar las cosas, a las técnicas narrativas, a la belleza formal o al lugar donde va la tilde.

Son dos maneras casi opuestas de leer. A los primeros sus lecturas les sirven para aprender, para ser cultos o para estar informados, pero no para escribir correctamente o con soltura. Los segundos, en cambio, a fuerza de prestar atención a la forma y al estilo, después suelen manejarse por escrito como pez en el agua.

Esto que digo no tiene nada que ver con la escritura artística o literaria. Quien lee fijándose redactará muy correctamente y punto. Lo de escribir bien con mayúsculas, lo de ser un brillante narrador y saber cómo enganchar y llegar al corazón de los lectores es un tema aparte. Yo diría que esa habilidad es innata como la de los buenos pintores, aunque por supuesto se puede modelar y mejorar leyendo y practicando abundantemente.

Yo me considero de los que no leen demasiado (antes, bastante más) pero se quedan mucho con las maneras y los procedimientos, lo que me resulta muy útil para escribir mis cosas. Por ejemplo, es curioso lo que se me pegan los estilos a la hora de redactar. Muchas veces compruebo con tristeza que tantas horas leyendo y redactando normas y documentos oficiales, con ese lenguaje pedante, absurdo e incomprensible que es el administrativo, he dado la puntilla definitiva a la frescura y a la espontaneidad de mis párrafos aunqueesté escribiendo un post o algo un pelín creativo.

(Sobre este
tema, en La pluma: Vocaciones y trenes)

domingo, 20 de febrero de 2011

EL COMENTARIO DE LA SEMANA (55): QUEDAN POCOS VALIENTES

Los mejores comentarios de las últimas semanas han sido:

I- "Si hablamos de valentía y gallardía sin tener nada que perder hablamos de ser un chulo, no un valiente.

Lo jodido es arriesgar. No la vida de tus hijos, claro, pero sí el careto por echarle huevos, o tu empleo por decir las cosas como son, o una amistad por cantar las del barquero. Muchos pondrán la educación como excusa mientras cagan los pantalones, pero muchos otros saben que poner los huevos encima de la mesa es necesario para continuar llevando la cabeza erguida.

Particularmente me caen más simpáticos los héroes de la trinchera que los del surco, pero ... hay que respetar a todo valiente. Que quedan pocos".

II- "(…) Bajo mi punto de vista y dejando aparte definiciones, en el mundo no hay democracia, en ningun pais, la democracia no existe, y en España menos ¿Por qué? muy sencillo:

Los partidos politicos son meros entes que trabajan por sus intereses y, aun mas para los interes de los que realmente mandan (oligocracia economico-financiera, nacional e internacional), si a eso añadimos listas cerradas, corrupción etc, tenemos como resultado una gran mierda basada en la mentira.

¿Cómo un sistema tan poco"democratico" ha conseguido convencer a tanta gente?

Sencillo, mucha propaganda, mucha libertad en temas fatuos, mucha distracción y manipulación... con ello el rebaño esta contento y feliz de ir al matadero. (…)"

Autor: A.J.

viernes, 18 de febrero de 2011

CUATRO REFRANES

Aquí hablo mucho de los defectos femeninos en una especie de pose misógina que solo me creo a ratos, porque en el fondo ellas me han dado muchas lecciones, a veces poco agradables pero siempre útiles.

Por ejemplo, siempre digo que los baches más tristes de mi escueta biografía sentimental se simbolizan en cuatro refranes castellanos que me soltaron sin compasión chicas que me quisieron y me conocieron bien. No voy a explicar en qué contextos y por qué motivos me los recitaron, pero me impresionó mucho oírlos en su día y ya digo que resumen momentos importantes pero que me entristece recordar.

Con alguno a lo mejor dieron
en el clavo.

“De las aguas mansas líbrame, Señor, que de las bravas me libro yo”

“Quieres cambiar un burro por un pollino”

“Obras son amores y no buenas razones”

“Te da igual Juana
que su hermana”

No os aventuréis en las interpretaciones
...

miércoles, 16 de febrero de 2011

ENCUESTAS DE CALIDAD

Uno de los más graves defectos de la Revolución Francesa y de toda la purrela de declaracioncillas de libertades y de vanas constituciones que Occidente ha padecido desde finales del XVIII, ha sido sin duda el de olvidar incluir en sus rimbombantes artículos el derecho fundamental a que no te den el coñazo. Así, como suena. Un derecho mucho más importante que los de asociación, sindicación o reunión, y que la libertad de expresión, por supuesto.

Ya he despotricado en La pluma largo y tendido contra los vendedores telefónicos sin escrúpulos y los comerciales de puerta fría por no respetar mi intimidad y mi voluntad. Pero al fin al cabo, haciendo un ímprobo esfuerzo de empatía que me deja literalmente agotado, puedo llegar a hacerme cargo de que un fulano necesite darme la murga para no morirse de hambre.

Lo malo es que hay gente que eso de pegar la toquilla lo llevan en la sangre desde que los parieron y no necesitan motivo alguno para practicar. Cualquier chorrada que se les pase por la cabeza y que les reporte el más pequeño beneficio o sirva para satisfacer mínimamente su curiosidad les sirve de excusa para dar bien la chapa a todo el que se ponga delante.

Estoy pensando concretamente en las empresas que realizan encuestas de satisfacción o de calidad.

A pesar de que me ha tocado desempeñar responsabilidades en materia de calidad, no puedo librarme de una especie de escepticismo rayano en la fobia hacia este tipo de monsergas. Uno cree que en este régimen de libre competencia, los consumidores siempre terminan dejando bien claro, a la corta o a la larga, cuando están contentos y qué productos o servicios prefieren frente a otros similares, sin necesidad de que nadie les dé el coñazo con preguntas absurdas después de comprar o consumir.

Uno piensa que los hoteles o restaurantes que te pasan un cuestionario bien largo después de alojarte o de cenar lo hacen únicamente por imagen y no porque les importe un huevo la calidad de sus servicios ni porque tengan intención alguna de mejorar. De hecho, cuando estos servicios son claramente cutres o deficientes, el responsable no pasa una encuesta ni borracho. Solo te la pasan los pijos pretenciosos que quieren aparentar preocupación por el cliente y a la vez saben de sobra que vas a puntuar alto.

A mí es una práctica que me irrita mucho porque me hace perder un tiempo precioso para que un señor se entere de algo que no tengo por qué contarle. Si me ha gustado volveré y si no, no me verá más el pelo. Punto. No hay mejor encuesta de calidad.

Ya sé que es voluntario rellenarlas, pero a veces se ponen tan perrunos y tan plastas que te da no sé qué mandarles a tomar vientos. Además yo prefiero protestar con una táctica malévola: Cuando voy solo y por lo tanto el cuestionario no refleja más opinión que la mía (si no, no me suelen dejar contestarlo a mí porque ya me conocen), siempre puntúo por lo bajo y, al final, en la parte de observaciones, escribo en mayúsculas: “Me parece muy inapropiado y molesto pasar encuestas a los clientes porque no sirven para nada y hacen perder el tiempo”.

A ver si así espabilan y me dejan de abrasar, que yo a un restaurante o a un viaje voy a disfrutar y a relajarme y no a cumplimentar papeles, que eso ya me toca hacerlo todos los días por obligación.

lunes, 14 de febrero de 2011

HOY ES EL DÍA DE LOS ENAMORADOS


Las parejas principalmente se dividen en dos categorías: las que celebran el día de los enamorados y las que no. No es más que una cuestión de buen gusto.

El 14 de febrero es la efeméride hortera de los adolescentes en celo y de los tontolabas de cualquier edad que, porque lo dice la tele, pagan el triple por una rosa roja para su chati y hasta se aventuran –qué peligro- a redactar una carta o a componer una poesía cuya lectura al cabo de unos años les abochornará lo indecible y más aún si ya no salen con la destinataria de la cursilada. Yo si fuera mujer no podría aguantarme el descojone si mi chico me leyera con voz solemne, ante la luz de una vela, una de esas epístolas vergonzantes con un corazón rojo pintado.

Hasta en lo
más hermoso e íntimo, como es el amor entre un hombre y una mujer, nos dejamos manipular por clichés estúpidos y pautas comerciales. A mí de San Valentín no me jode que las parejitas se demuestren su cariño de una forma especial, sino ver a miles de tórtolos demostrándoselo todos de la misma manera, como manda El Corte Inglés. Una cosa tan personal, tan distintiva, tan cómplice, no pueden celebrarla tropecientos mil el mismo día, en manada y siguiendo religiosamente las consignas de un marketing casposo. Dejemos al menos lo más sagrado para nosotros al margen de mercaderes, charlatanes y fabricantes de sentimientos en conserva.

Una vez una novia se me presentó nuestro primer 14-F con un detallín y le pregunté si me había visto cara de celebrar eso. El amor -ellas lo repiten mucho- no solo se demuestra con hechos, sino también con gestos pequeños e incluso tontos que sorprenden y aportan algo más. Un amor verdadero lo conoces por los detalles, como los cruceros MSC, pero esos detalles los marcas tú con tu novia o con tu señora, con vuestro propio catálogo y vuestro propio calendario de fechas, frases, sorpresas y lugares.

sábado, 12 de febrero de 2011

OPERACIÓN B.S.O. (7): JOHN BARRY

En esta seccioncilla no podía faltar un homenaje al emblemático compositor inglés John Barry, autor de algunas de las más inolvidables bandas sonoras, que falleció el pasado 30 de enero.

El tema central de James Bond y las vibrantes melodías de Cowboy de medianoche, Memorias de África y, sobre todo, Bailando con lobos (que era la música favorita de Juan Pablo II) son los mejores recuerdos que este genio nos ha dejado.

A disfrutar un rato escuchándole, que yo me largo corriendo a mi cena anual de machos de la
manada…






jueves, 10 de febrero de 2011

SUFRAGIO UNIVERSAL


En una interview a José Antonio Primo de Rivera, el 14 de febrero del 36, para el periódico La Voz, la periodista le pidió su opinión sobre el voto femenino, "conquistado" pocos años antes. El Jefe de la Falange respondió:

No confío en el voto de la mujer. Mas no confío tampoco en la eficacia del voto del hombre. La ineptitud para el sufragio es igual para ella que para él. Y es que el sufragio universal es inútil y perjudicial a los pueblos".

A continuación le preguntó qué pensaba de la labor de las mujeres en el Parlamento desde 1931, y su respuesta fue:

“No la conozco. No sé si porque no ha hecho ninguna o porque yo no la haya estudiado bien. Pero si ellas no han hecho nada, los hombres me consta que han hecho casi tan poco como ellas”.

¡Qué grande, José Antonio!

martes, 8 de febrero de 2011

"FELICITACIÓN" Y CESE

Cuando uno se entera de determinados sucesos acaecidos en España, no sabe si reír o llorar, porque en verdad parecen propios de un vodevil y al mismo tiempo encasillables en el género dramático y hasta trágico.

La semana pasada saltó a la prensa el cese fulminante –no sé si a petición propia cediendo a las presiones- del Jefe Provincial de Tráfico de Palencia por haberse atrevido a criticar mediante un email público la felicitación navideña que la Subdirectora de Formación de Tráfico, superiora suya, envió a todos los jefes provinciales por el mismo medio.

Esta pájara sociata, una tal Aurora Cedenilla, manifestó en su multitudinario correo que pese a su desagrado por tener que felicitar las Fiestas, prefería una felicitación en verso, por lo que exclamaba al final: “¡¡¡Feliz año nuevo!!!! ¡¡¡Y chúpame un huevo!!!”. Ya en 2005, la campechana poetisa se había despachado con un “por el culo te la hinco” y en 2010 con “por el culo te la hinco otra vez”. Inaudito, ¿verdad?

El Jefe de Palencia, el veterano (a punto de jubilarse) Manuel Esteban Figuero, la contestó inmediatamente, con copia a todos, calificando la felicitación de “singular” y de “horterada”, y aconsejándole reservar tales invitaciones a “succiones imposibles” para su círculo más íntimo y no para los profesionales que trabajan con ella.

¿Resultado? El que ya he contado: Manuel cesado tras una hoja de servicios impoluta en sus treinta años de Jefe Provincial y reubicado por lo visto como técnico raso. Parece que el motivo ha sido, según el Director General de Formación, “perjudicar la imagen de Cedenilla al utilizar esta forma de comunicación masiva”.

Está claro que esta decisión recuerda a una macarrada de dictadura bananera, tan del gusto del PSOE, que cada vez que gana unas elecciones no deja en los ministerios ni a un libre designación sin el carnet en la boca. También ha quedado de manifiesto que la señora Cedenilla padece alguna discapacidad psíquica, por no emplear directamente el término “subnormal”.

Pero yo me hago una pregunta: ¿Hizo bien el subordinado en responder masivamente al correo criticando la felicitación? Porque yo puedo comprender que una persona, por honor y por dignidad, se defienda vehementemente de los ataques personales que le dirijan, aunque se trate de sus superiores jerárquicos. También me parece loable arriesgarse a defender a un compañero o a denunciar una injusticia cometida por cualquier poderoso. La cuestión es si a una persona con un cargo de estas características (que puede ser revocado unilateralmente y sin explicaciones) le compensa reaccionar así por una estupidez semejante, en este caso un email navideño, y enemistarse voluntariamente y sin necesidad con su jefa. ¿No es más inteligente reservar las uñas para las peleas enjundiosas y olvidarse de estas chorradas?

Porque si nos dedicáramos a ir por la vida cantando las cuarenta a la gente por todo lo que no nos gusta o nos parece hortera o de mal gusto, no daríamos abasto. Si encima lo hacemos con nuestro jefe en cuestiones menores como esta, nos arriesgamos a quedarnos sin trabajo por una verdadera tontería.

Y es que yo habría admirado a Manuel Esteban si después de poner los cojones encima de la mesa y darse el gustazo de replicar a esta tipeja, hubiera aceptado su cese con dignidad y sin pataletas, puesto que, como muy bien sabe, su Director tiene derecho a quitarle el puesto cuando le dé la gana y por el motivo que quiera (o sin motivo). Pero en cambio, Don Manuel no solo no ha aceptado las consecuencias de su acción, sino que está moviendo cielo y tierra para protestar por su relevo, hasta el punto de que el propio Partido Popular (al que sospecho que pertenece) ha iniciado una campaña en el Congreso para que le rehabiliten. Esta actitud sinceramente me parece impropia de un profesional cesado en un cargo de tal naturaleza, por muy reprochable que me resulte la cutrez de la Cedenilla y por muy injusta que me parezca la patada al Jefe de Palencia.

domingo, 6 de febrero de 2011

¡PELEA EN EL PUEBLO, QUIÁ!



No me
queda otro remedio que reconocer que los vecinos de determinadas comarcas rurales de mi provincia son bastante bestias. Me atrevería incluso a afirmar que probablemente sean los más animales de toda España.

Según me ha contado algún amigo ex árbitro de fútbol en categorías inferiores, un encuentro entre equipos de estos pueblos tiene bastantes posibilidades de acabar a guantazos, aunque no pensaba yo que podría llegarse a lo de la semana pasada en un partido de Regional que enfrentó a la Gimnástica Medinense (Medina del Campo) y al equipo de Medina de Rioseco.

El vídeo de los incidentes acaecidos al final del juego ha aparecido en telediarios nacionales, para bochorno de los vallisoletanos.

Uno se pregunta cuál fue la chispa del movidón. ¿Quizá un gañán de estos propinó una buena patada en los huevos, estilo Evo Morales, a un jugador contrario? ¿Acaso se encendió una discusión sobre lindes entre los mozos futboleros? Es posible que al grito de “¡Milana bonita!, ¡quiá!”, algún palurdo cascara a otro en venganza porque el viernes, en el disco-bar del pueblo, el “forastero” entró a la torda que no debía o a su hermana. Quién sabe si todo se originó por una rencilla antigua entre las dos medinas, porque a alguno de los jugadores le lanzaron un día al pilón o, simplemente, porque los oriundos de estas dos bonitas localidades están picados por tener que compartir este año la sede de Las Edades del Hombre. O tal vez sea una forma más que peculiar de desfogarse de su cabreo por la inminente liquidación de las ayudas de la PAC tras tantos años chupando del bote.

Lo que desde luego se echa de menos, por simples motivos de experiencia sociológica, son los diálogos entre los contendientes durante la tangana, lamentablemente suplidos por la voz en off de un comentarista deportivo. O casi mejor así, porque no están hechos mis sensibles oídos para las barbaridades y blasfemias que seguro se vocearon.

(Más sobre los pueblos en La pluma)

viernes, 4 de febrero de 2011

VOLVONE CON ALCOHOL DE QUEMAR

Llevaba meses mirando para otro lado. A pesar de disfrutar de mucho tiempo libre, siempre encontraba algo mejor en lo que ocuparlo -quedar con los amigos, leer, ver una película, ir al gimnasio, hablar por teléfono, perder el tiempo en Internet...- como si hacerlo se tratara una tarea hercúlea que me fuera a robar los instantes que me quedasen en este mundo. Mi madre y una amiga me habían dado la receta perfecta hace meses y yo siempre devolvía evasivas: «Mezclas agua caliente con Volvone y alcohol de quemar. Luego los secas con un papel de periódico o de cocina y mano de santo.»



Y nada. Ocupado siempre en algo más interesante, me limitaba a no mirar por la ventana hasta que el otro día, por fin, me decidí y limpié los cristales. Poco más de una hora para dejar impecables los marcos de las ventanas, persianas, poyatas y cristales; y yo demorándolo durante meses. Pasando vergüenza cuando recibía alguna visita aunque a mi casa sólo acudiesen personas de confianza como familiares y amigos muy cercanos. Claro, no podía correr las cortinas porque desde hace cuatro años que compré el piso no he encontrado la ocasión de mirarlas o adquirirlas. Además, ¿qué clase de varón heterosexual sabe elegir unas cortinas?


Creo que poco a poco me estoy convirtiendo en el típico tío soltero que termina viviendo en una casa llena de telares y suciedad. En un dejado al que no le importa ver la ropa tirada por la habitación, la cama sin hacer o los cacharros apilados en el fregadero. Menos mal que todavía me afeito y me lavo y que, desde hace unos meses, una buena amiga me acompaña a comprar ropa: gracias a ella no llevo pantalones tres tallas mayores de lo debido. Bueno, no los llevo así normalmente.


¡¡¡Con lo que yo era!!! Un tipo disciplinadísimo que seguía sus horarios y pautas a rajatabla. Que nunca se iba de casa sin hacer meticulosamente la cama independientemente de la hora a la que se levantara. Que nunca dejaba un telar fuera de su sitio salvo en la mesa de estudio. Que, cuando estuvo compartiendo piso, cumplía con puntualidad británica y eficiencia teutónica su turno semanal de limpieza y que, en cuanto se tomaba un vaso de agua, corría a fregarlo y depositarlo en su sitio.

Quizás sea el llevar viviendo solo tanto tiempo. El darme cuenta de que, un jersey mal tirado sobre la cómoda no hace daño a nadie. Que puede esperar a ser colocado en el cajón, de la misma manera que el siguiente jersey que apilo de cualquier forma, y el vaquero, y el chándal y el... O que limpiar el polvo con esmero diariamente sólo servirá para que mi planta se encuentre más cómoda porque, cuando vuelva de trabajar, ese polvo que he limpiado habrá vuelto a su sitio. Chinchádome. O que, con lo años y con la vida en solitario, Sancho El Fuerte se puede terminar convirtiendo en Sancho Panza.

O, simplemente, que ser varón, soltero y vivir con dignidad es algo casi incompatible.

Por cierto, desde septiembre llevo pensado en pagar a una señora por horas para que limpie, planche y esas cosillas. Pero tengo tantísimo que hacer... En fin, me voy a comprar pan y zumos y luego al gimnasio. Ya revisaré mañana esta entrada y, si no, la publicaré el lunes.

jueves, 3 de febrero de 2011

SECRETOS

Casi todos guardamos un secreto en el alma que a menudo pugna por salir al exterior y dejarse ver. Un secreto es como el cofre del tesoro donde se esconde una información íntima o misteriosa sobre uno mismo o sobre otros; una información que debería permanecer encerrada a cal y canto porque nos lo exige el honor, el orgullo o la vergüenza, o porque alguien nos regaló un pedacito de sí a condición de mantenerlo oculto para siempre.

Todos los secretos, por su naturaleza y por la nuestra, tienden a revelarse. Tarde o temprano los secretos se escupen, se vomitan o, en ocasiones, se deslizan sibilinamente hacia fuera disfrazados de inocencia o de buenas intenciones. Hay secretos de púas aceradas que pinchan el corazón y desasosiegan hasta al más fiel guardián.

Siempre se acaba compartiendo la información reservada porque somos como somos.

Unas veces, cuando nos afecta a nosotros solos, necesitamos, más que compartirla, expresarla, y la sacamos a la luz ante un amigo no porque realmente confiemos en su silencio, sino porque las púas nos hieren tanto que necesitamos librarnos de ellas. Si no existiera esa persona de confianza, terminaríamos soltando el lastre con cualquiera solo por debilidad.

Los secretos de los demás se desvelan por maldad, por vanidad o porque todos los secretos llevan puesta una etiqueta con su fecha de caducidad. Por maldad cuando queremos dañar a alguien del que sabemos un dato comprometido. Por vanidad porque a todos nos gusta ostentar primicias. Y la fecha de caducidad es la percepción subconsciente que solemos tener de que una confidencia solo ha de respetarse mientras duren determinadas circunstancias y que, una vez superado aquel disgusto, aquella enfermedad o aquella preocupación, no pasa nada por abrir el pico. Lo malo es que quien interpreta esta caducidad no es el afectado por la información, sino el indiscreto confidente.

Hay pocos secretos llevados a la tumba.

Hay que tener muy claro que aquello que no deseamos que se sepa, no debemos contárselo jamás a nadie, y menos para desahogarnos o quedarnos a gusto. Seamos muy conscientes de que el día que abramos la boca, aunque sea en el más selecto petit comitè, perderemos el control sobre la información. Hablemos solo en el momento en que realmente nos dé igual que se entere hasta la portera.

martes, 1 de febrero de 2011

PACO EL BAJO



Puedo comprender a la gente que se humilla y no planta cara a nada ni a nadie cuando lo mucho que puede perder es lo poco que tiene.

Humano es que personas sin cultura, o criadas en condiciones próximas a la misera, nunca se atrevan a levantar la voz, ni aun la vista, cuando se les pisa o humilla.

Algunos, incluso, han sido escarnecidos durante toda su vida y consideran común o, más aún, justo que les traten como a perros o como a tontos.

Otros ni siquiera se dan cuenta cuando son denigrados social, profesional, familiar o humanamente.

¿Y cómo no voy a ser capaz de ponerme en el pellejo de aquella mujer que se deja patear, física o mentalmente, por un marido del que un día estuvo enamorada y del que aún cree, falsamente, que lo está? ¿O al que teme más que a la propia muerte?

Y entiendo al hombre que se deja envilecer y manduquear por una arpía disfrazada de ángel indefenso. Y a la madre que tolera que su propio hijo le levante la mano.

Y comprendo al que se rinde tras perder todas las batallas de su vida. O al que sólo disputa las propias guerras creyendo, quizás con razón, que en el egoísmo se encuentra la felicidad.

Porque el corazón, muchas veces, no sabe distinguir entre valor y sumisión. O entre valor y soberbia.

Pero nunca podré entender cómo muchos, a veces pienso que la mayoría, son capaces de mirarse al espejo por las mañanas sin sentir naúseas al comprobar que están observando un perro y no un hombre. O mejor, con perdón para los perros, un gusano.

Me repatea las entrañas la gente tan cobarde que, sin tener nada que perder, no es capaz de levantar la mirada, mostrar las uñas y enseñar los dientes. Los gregarios que serían capaces de traicionar a cualquiera porque siempre silencian su conciencia, su orgullo y su dignidad ante el primero que consideren peligroso o con poder.

Hay gente que vive en un estado de temor continuo. Con pánico a llamar la atención, a destacar entre el resto de corderos. Miedo al pastor que no pasa de caniche. Pánico a vivir con dignidad. Ratas que abandonarían a su suerte a cualquiera. A veces creo que incluso respirar les aterra.Y son multitud.





Y admiro a los que nunca callan porque la verdad, la dignidad y el honor les espolea el alma como ninguna otra cosa en el mundo.