miércoles, 31 de marzo de 2010

¿MONTAMOS UN NEGOCIO? (1): CASTELLANOS


El otro día tomando unas cañas tuve una jugosa conversación con Teutates sobre el escaso espíritu emprendedor de los jóvenes castellanos.

Antes de seguir, aclaro que no pretendo generalizar con mis afirmaciones, pues por supuesto que en Castilla habrá de todo. Solo voy a hablar de la sensación que yo tengo, de mi experiencia y de lo que yo veo en mi entorno y entre mis conocidos.

Creo que es verdad que un defecto castellano es la nula iniciativa empresarial y la mentalidad excesivamente conservadora en lo que a dinero se refiere. Reconozco además que en mi caso doy este perfil al pie de la letra.

Mientras que en el norte de España y en Madrid muchos jóvenes asocian el tener una empresa propia con una mente abierta y activa, con horizontes de prosperidad y con independencia personal (ser tu propio jefe), me atrevería a decir que en mi tierra el mundo de los negocios se mira con no poca desconfianza y a veces hasta con desprecio.


Voy a intentar resumir los motivos por los que pienso que en Castilla existe poco afán de aventura empresarial:

1.- Valoramos la estabilidad y la seguridad económicas más que nadie. No nos gusta arriesgar ni una peseta y preferimos lo seguro pero escaso a las riquezas con riesgo. La filosofía ahorrativa castellana tiene sus orígenes en la actividad agrícola, antaño predominante por estos lares, que obligaba a guardar lo máximo posible por si el mal tiempo malograba las cosechas.

2.- Somos muy poco ambiciosos y soñadores. Nos conformamos con un sueldo que nos permita vivir dignamente y tener cuatro caprichos.

3.- No “nos salen las cuentas” de montar un negocio. Creemos que muy poca gente que lo hace se enriquece; más bien se obtienen unas ganancias equivalentes a un sueldo y eso en el mejor de los casos, por no hablar de las muchas empresas que quiebran en sus primeros años de vida. Encima hay que trabajar el doble que en cualquier puesto por cuenta ajena y sufrir graves preocupaciones. Es mejor aguantar a un jefe duro que a mil clientes, proveedores, bancos, etc.

Aquí voy a meter una frase genial de
Embajador en el Infierno, que es empresario: “El pelotazo no existe; antes hay que sangrar por el ojete”. Y en Castilla nos gusta poco sangrar por el ojete “pa ná”.

4.- Valoramos muchísimo nuestro tiempo libre y nuestro ocio, y no nos gusta nada mezclar lo profesional con lo familiar. Por eso de los negocios nos echa para atrás la perspectiva de no separar unas cosas de otras, de no poder desconectar al salir del trabajo como sí puede hacerse trabajando para terceros.

5.- Muchas veces en mi Región quien monta un chiringuito de lo que sea lo hace porque no encuentra acomodo en el mercado laboral, es decir que muchísimos autónomos castellanos lo son porque no les queda más narices y si hubieran encontrado trabajo por cuenta ajena jamás se habrían planteado abrir una empresa. Por tanto, se tiene la idea de que la mayoría de empresarios en el fondo son unos fracasados o unos pringados.

6.- Aquí no hay tradición empresarial. En otras zonas es muy típico seguir con el negocio familiar, pero aquí los jóvenes no tienen modelos en sus familias.

7.- Influye en nuestra forma de ver las cosas el tener muy cerca una capital como Madrid, que absorbe bastante mano de obra de nuestra Comunidad Autónoma, desincentivando el autoempleo. Además contamos con una Administración regional de dimensiones grotescas, y no solo por el volumen de la oferta de empleo público (antes muy alto), sino porque entre empresas y fundaciones públicas, contratas, externalizaciones y subvenciones de todo tipo a programas de empresas, al final quien más y quien menos logra meter la cabeza en algún tinglado financiado por la Junta. Hay muchos “funcionarios indirectos”.


8.- En nuestra Comunidad las Administraciones no incentivan la iniciativa de los jóvenes empresarios como en Madrid o en Cataluña.

lunes, 29 de marzo de 2010

EL MUSICAL DE LOS 40

Una o dos veces al año me voy de excursión a Madrid un fin de semana para asistir a un musical y romper así un poco la monotonía del ocio en provincias.

Mi última experiencia había sido en octubre, con Grease, que me decepcionó bastante como admirador que soy de la película. La cutre puesta en escena, las limitaciones vocales de los intérpretes y sobre todo la espeluznante adaptación al castellano de las canciones de la peli me hicieron salir con la sensación de que había desperdiciado 50 euros.

Antes de ayer en cambio la cosa fue mejor con el musical de Los 40, que ya lleva tiempo teniendo mucho éxito en el Teatro Rialto MoviStar, en Gran Vía.

La gran virtud del espectáculo es la selección de grandes éxitos del pop español desde los años 80, que hacen de hilo conductor de una especie de comedia romántica con mucha gracia. Su peor defecto, por si alguien se está pensando asistir, es el ya manido cachondeo con la moral sexual católica, la virginidad prematrimonial, etc, que se han convertido en el chiste recurrente de los talibanes progres. Una escena en concreto, en la que sale el cacorro de Los Morancos haciendo de obispo, me pareció especialmente gratuita.

Por lo demás, cambiar de aires siempre nos viene bien a los castellanos recios.

viernes, 26 de marzo de 2010

RELEYENDO "EL PADRINO" (12): FAVORES

Ser generoso a la hora de hacer favores al prójimo y saber aceptarlos con humildad y agradecimiento me parecen dos grandes virtudes que rara vez se dan juntas.


Más bien abundan los que se pasan de pedigüeños o de aprovechados, o los mezquinos que no favorecerían ni a su padre.

A veces también encuentras personas tan soberbias que son incapaces de pedir ayuda a nadie o que cuando la reciben se consideran tan endeudados que no descansan hasta devolver un favor equivalente a su benefactor.

Pero la cara más siniestra del mundo de los favores es cuando forman una red enmarañada de compromisos y servilismos de la que es difícil salir, cuando una persona solo los hace para adquirir poder y dominar la voluntad de los demás.


"—¿Seguro que no estás celoso de tu padre? —dijo Kay, meditativamente—. Por lo que me has contado de él, siempre ha ayudado a los demás. Debe de ser un hombre de muy buen corazón —sonrió astutamente y añadió—: Aunque sus métodos no parecen ser muy ortodoxos.

—Supongo que eso es lo que parece —suspiró Michael—, pero deja que te lo explique de otro modo. Habrás oído hablar de que los exploradores del Ártico esconden cajas de víveres a lo largo de la ruta hacia el Polo Norte. ¿Sabes por qué lo hacen? Para tener comida en el caso de que la necesiten. Pues bien, mi padre hace lo mismo con los favores. Llegará un día en que todos y cada uno de los que han recibido su ayuda tendrán que hacer algo por él. ¡Y pobres de ellos si no lo hacen!"

miércoles, 24 de marzo de 2010

EL DICHOSO CILICIO (por Sandra)


Sr. Neri, permítame el atrevimiento de escribirle a su mail personal, pero es que no quiero resultar pesada ni ahondar en un tema como el de la mortificación corporal de forma pública, en un blog como la Pluma Viperina, donde hay gente de diversas ideologías (todas respetables, por supuesto) pero donde quizás mis palabras puedan crear más polémica insana que otra cosa.

De
hecho siento haber sacado el tema del cilicio, desviando el tema del post. Pero he de confesar que la foto del cilicio me llevó a defender algo que se suele ver como propio de enfermos, cuando para mí las personas que lo usan por amor a Dios sólo me merecen todo mi respeto y mi admiración.

Como ya he dicho el sentido del cilicio y de las disciplinas es buscar voluntariamente un sufrimiento para configurarse con Cristo Sufriente. Ese es el único sentido y valor del sufrimiento Cristiano: configurarse con Cristo, el cual escogió el dolor como medio para redimirnos.

Bien. Partiendo de ahí, un cristiano sabe que el dolor tiene un gran valor. Porque si Dios escogió ese medio por algo será... aunque no lo entendamos.

Hay gente que literalmente vive con el deseo de configurarse con Cristo. Personas que su ideal de vida en esta tierra es amar a Cristo sobre todas las cosas. Y que de hecho han renunciado a todo por Amor a Dios.
Esas personas, normalmente religiosos y sacerdotes, aunque también hay laicos, han encontrado el amor de su vida en Cristo. El mismo amor que ud. encontró en su esposa y que yo espero encontrar algún día. Y como ud. vive enamorado de una mujer, esas personas viven enamoradas de Cristo. Como ud. tiene cada día un detalle de cariño con su mujer, esas personas cada día tienen un detalle con Cristo. Como ud. cuando ve disgustada a su mujer intenta consolarla, esas personas cuando ven o escuchan algo que ataca a Cristo buscan consolarlo. Y como ud. puede demostrarle a su mujer su amor a través de mil cosas, escoge de entre esas mil las que a ella más le agradan... aunque a ud. no le gusten demasiado o incluso le horroricen.

Pues bien igual esas personas, buscan consolar y demostrar su amor a Cristo en mil cosas… entregándole sus alegría, ofreciéndole mil cosas buenas y apetecibles (porque hay gente que se piensa que sólo se ofrece lo malo y costoso, pero también lo bueno y agradable se puede ofrecer mientras se disfruta). Pero esas persona también le ofrecen lo costoso y doloroso… Y aquí surge, el quid de la cuestión… ofrecer lo que nos viene impuesto por las circunstancias de la vida está bien, está muy bien… al igual que soportar con amor las mil cosillas de la vida diaria que nos cuestan d la persona que amamos…. Pero el amor, no es de mínimos… y siempre quiere dar más... porque cuando ya no se quiere dar más, "algo huele a podrido en Dinamarca"...
Por eso, esos enamorados de Cristo, necesitan vivir mimando a su Amado… porque su amor les impele a dar más cada día... y así algunos de esos enamorados sienten la necesidad no sólo de ofrecer las cosillas diarias, sino incluso de ofrecer más porque pueden hacerlo y porque quieren dar má a Quien lo dió todo por ellos, y así necesitan, como necesidad del alma, regalar a Cristo un poco de amor en forma de dolor….

Y ese dolor espiritual o físico buscado, puede tener mil formas… es igual una ducha de agua fría voluntaria, el no apoyarse en el respaldo cuando te sientas, el subir cuatro pisos andando y no en ascensor, que unas disciplinas o un cilicio. Es lo mismo.

Hoy en día hay mucha gente que usa tanto cilicios como disciplinas. Conozco a muchas religiosas y laicos (muy comprometidos, eso sí) que las utilizan porque quieren ofrecer a Cristo de forma totalmente libre y como una necesidad de su corazón ese regalo….

Una religiosa, que vive una vida sumamente austera pasando frío en invierno, calor en verano, que duerme en un jergón de paja, que no come más que lo que le ponen sin poder escoger nunca, que duerme apenas siete horas, que trabaja en lo que le digan… esa persona lo ha entregado todo, pero hay algunas que necesitan más… necesitan entregar más a Aquel que Ama, por amor a Él y por amor a los hombres.

Y sé que puede surgir aquí el reproche, de “vale en una monja se puede entender el uso de las disciplinas y el cilicio pero en alguien de la calle, no. Por que el de la calle puede mortificarse con la ducha de agua fría, el no coger el ascensor, el autobús…”. Es igual, Sr. Neri. Porque el fundamento y la finalidad de esas mortificaciones es la misma… pero hay gente que como le cuesta más el cilicio es lo que ofrece, o como es algo que le cuesta menos (yo desde luego prefiero llevar el cilicio a ducharme con agua fría). Es algo así como una cuestión de gustos y preferencias.

El cilicio y las disciplinas nos crean tanta aversión porque es algo de lo que se habla poco... y como todo tema tabú termina por considerarse algo malo, sucio... y parece que su uso es de enfermos, dementes o sectarios.

Yo he tenido alguna amiga que al principio de hablar del tema me miraba como una loca… luego, poco a poco, resulta un tema normal del que incluso yo hago mucho cachondeo… Recuerdo una vez que estábamos unas cuantas y comentamos qué haríamos si entraba un ladrón, cómo defendernos y yo solté algo así como que cada una cogía las disciplinas y le empezásemos a fustigar... las risas fueron generalizadas.

A alguna amiga, incluso le enseñé el dichoso cilicio y las disciplinas… pero tras mirarlos en vivo y directo vieron que no eran esas armas de tortura que se imaginaban... y es que los adultos somos como niños nos imaginamos las cosas peor de lo que son… de hecho tengo una amiga que me las pidió para probar y yo muerta de risa se las dejé y le prometí regalarle unas si le gustaban… Por supuesto, me dijo que mejor, le regalase cualquier otra cosa.

Se ha creado tal halo de misterio, de pensamientos negativos en torno al cilicio y las disciplinas que a mucha gente le resulta su empleo de mentes enfermas…. Sin embargo, se ve como algo normal el uso de determinados juguetes y juegos sexuales que implican cierto dolor…. Pues a mí, eso si que me parece de lo más raro y enfermizo… aunque entiendo que hay de todo dentro de ese aspecto. (Y muchas de esas cosas respetables, aunque yo no comparto.)

En resumen, el uso del cilicio, para muchos es algo más en su día a día, como para ud. es ofrecer no echarle azúcar al café de media mañana…

No sé si me he explicado bien. Las ideas
están claras en mi mente, pero no tengo facilidad de palabra. Además este tema necesita una visión sobrenatural grande y como sé que ud. la tiene por eso me explayo.

En fin, cágustito me he quedao!!

Un saludo. Sandra.

Nota: Sandra ha autorizado
la publicación de este email.

martes, 23 de marzo de 2010

SECTAS


Para mí no existen las sectas.

Para empezar, el concepto de secta es demasiado subjetivo y su carga peyorativa suele convertirlo en arma arrojadiza según quien lo utilice. No quiero entrar en polémicas, pero muchas organizaciones con rasgos fuertemente “sectarios” (hermetismo, control de la personalidad, ruptura de lazos familiares e incluso sacrificios físicos) han contado toda la vida y en parte siguen contando con el respaldo de la sociedad, mientras que otras instituciones mucho más flexibles son catalogadas como sectas destructivas a la menor ocasión. Depende de las modas y de las ideas imperantes.

Por eso me parece peligroso hablar de sectas e insisto en que no existen. En realidad no hay sectas, sino más bien personas “sectarizables”.

Mi experiencia me dice que el poder de atracción de los grupos es limitado. Aunque parezca de perogrullo, los grupos al fin y al cabo están formados por personas. Quienes atraen, quienes convencen, quienes tienen carisma, quienes insisten, quienes intentan mandar y controlar o quienes persiguen e intimidan no son más que personas. Y los que son atraídos y convencidos, los que quedan prendados de un líder carismático y obedecen sugestionados son también personas. Esa es la pura verdad e ir más allá, atribuyendo a las organizaciones personalidad propia o propiedades cuasimágicas, me parece un desatino.


Al final todas las llamadas sectas se reducen a una cuestión de personalidad en doble dirección: Unos pocos sujetos con dotes de liderazgo y fuerte personalidad que saben ilusionar y convencer a los demás para embarcarse en un proyecto y unos cuantos señores con mucha menos personalidad que han sido convencidos para trabajar en él a tiempo completo. El proyecto puede ser más o menos noble, útil, legal o decente, pero la decisión de subirse al carro y cumplir en mayor o menor medida las reglas marcadas es una decisión personal de cada individuo. Nadie obliga a nadie a apuntarse al grupo con una pistola en el pecho y mucho menos nadie obliga a renunciar a toda una vida, a la familia, a los propios sentimientos o costumbres, o al 100% del tiempo libre. Quien hace estas cesiones es porque le da la gana (otra cosa es si hablamos de menores).

Yo creo mucho en la libertad personal y por eso digo que el problema es de las personas, no de las organizaciones. El problema es que hay gente fácilmente sugestionable con ideales peregrinos o rocambolescos. El problema es que hay gente que no tiene nada que hacer, que se aburre mucho o se siente muy sola. El problema es que hay gente que es muy insegura y necesita sentirse arropada por un grupo (por personas). El problema es que hay gente que no sabe imponerse ni decir que no. Y hay otra gente a la que le gusta mangonear a los demás más que a un tonto un lápiz. Así se juntan el hambre con las ganas de comer.

A veces no hay ningún interés económico, ni político, ni sexual ni religioso, como nos quieren hacer ver. Solo se trata de que hay peña que necesita dominar voluntades y peña que parece ir pidiendo a gritos ser dominada.

A una persona madura, ocupada y con un nivel mínimo de autoconfianza la secta más cerrada y absorbente le resultaría inocua. En caso de contactar con ella o de interesarse por alguno de sus fines o actividades, sabría marcar perfectamente sus prioridades y dedicar en su caso la porción de su tiempo que estimase necesaria sin dejarse engatusar, ni manejar ni chantajear. Sabría decir al líder de turno: ¿qué prefieres, el 3% de mi tiempo y el 1% de mi dinero o nada de nada? A ver qué le respondía.


Por el contrario, para un chiflado, un sinsustancia o un tío con tiempo libre ilimitado y encima sin amigos, podría ser destructivo hasta el club de ajedrez del barrio, porque igual se pasaba las veinticuatro horas del día sin hacer nada más, sin comer ni dormir con tal de dar gusto al presidente del club o a los amigos que haya hecho jugando.

Recuerdo dos anécdotas que vienen muy a cuento.

Cuando era más joven tuve mucho que ver con cierta organización que al final ha sido catalogada como secta por bastantes personas y por algunos medios. Cuando oigo o leo esto me hace mucha gracia porque bien mirado aquella asociación sí llegó a ser una secta para algunos conocidos míos, que se pasaban allí metidos el día entero, fines de semana y vacaciones incluidos; que dejaron carreras universitarias y hasta trabajos para entregarse al ideal; que ponían el coche y la gasolina de su bolsillo en todos los viajes; que aportaban un porcentaje desproporcionado de su humilde sueldo y, para más inri, permitían a uno o dos don nadies meterse en su vida, en sus gustos y hasta en sus relaciones con sus propios padres. Pero claro, estos pobres muchachos eran simple y llanamente tontos del culo. Y de eso se aprovechaban dos listillos. Otros en cambio vimos todo aquello de diferente manera; con mucha ilusión y con mucho romanticismo si se quiere, pero sabiendo cribar la paja del trigo y centrándonos en lo que a esas edades teníamos que centrarnos para no acabar pareciendo subnormales. ¿Que tuve que torear a algún pesado que pretendía incorporarme al club de los bobos? Naturalmente, pero nunca tuve ningún problema con ello y al final, si dejabas las cosas clarísimas, se te respetaba.

La otra historia que iba a contar es sobre una novia que tuve que colaboraba bastante con una institución religiosa formada por seglares cuyo nombre no citaré. Las mujeres que llevaban el tema eran pesadísimas y siempre le estaban insistiendo como perros de presa con que fuera a retiros, viajes, encuentros e historias así. Generalmente no aceptaban una negativa suave y empleaban más trucos dialécticos que los comerciales de ONO. Lo digo porque al menos tres veces nos encontramos con alguna de estas chicas por la calle, que ni cortas ni perezosas, y delante de mí, se ponían a bombardearla con la próxima actividad. A mí me maravillaba la forma que tenía mi ex de torearlas cuando no podía o no le apetecía asistir. Era tremendamente sincera y meridiana, y no dejaba ni un solo resquicio de duda sobre su decisión de no apuntarse. Una vez que veía que las excusas de cortesía no servían y que se ponían plastas de verdad echando mano incluso de argumentos morales, empezaba a soltar frases rotundas del estilo a: “¿un retiro el domingo? ¡uy, qué rollo!, quita, que me voy a las fiestas de Villacanicas”, o “ese plan no me va nada” u “¿oración el viernes a las 9? A esas horas yo ya estoy arreglándome para salir de copas”. Vamos, ¡como para que la enganchara el Hare Krishna…!

domingo, 21 de marzo de 2010

AMOR NORMALIZADO


Viendo ayer la peli (500) Días juntos, estuve reflexionando sobre la necesidad compulsiva que tenemos de poner etiquetas y nombres a las relaciones y a los sentimientos.

El filme es una comedia romántica bastante original, pero tampoco para tirar cohetes. Lo que me llamó la atención fue el argumento. Un joven se enamora ciegamente de su compañera de oficina, quien le advierte, antes de empezar a salir, que no quiere ninguna relación seria, sino solo ser felices juntos, compartir tiempo, cama, aficiones, etc, pero sin objetivos ni etiquetas concretas. El chaval acepta encantado suponiendo que conseguirá enamorarla, pero aunque alcanzan una gran sintonía y complicidad, según pasan los meses él comienza a obsesionarse por no tener claro lo que son, ni hacia donde caminan.

Esta situación en el ámbito de la pareja se da con frecuencia en otros campos en nuestro día a día. El hombre es un animal social, fuertemente gregario y sometido a miles de reglas familiares y morales –explícitas o implícitas- de convivencia. En cuanto nos sacan del surquito o nos quitan la receta de las manos, en cuanto se nos desdibuja el letrero de nuestra vida o los demás nos miran interrogantes, tendemos a ponernos ansiosos y a cagarla. Con frecuencia preferimos la mediocridad, siempre que lleve un envoltorio social homologado y la tarjeta visible y bien cumplimentada, a una felicidad a la que no acertamos a ponerle nombre ni a asignarle archivador donde los demás puedan catalogarla.

Volviendo al tema sentimental, creo que en los tiempos que corren muchos pueden servirse de la excusa de pasar de etiquetas para huir de toda suerte de compromiso (en la película, de hecho, parece que es así), pero a mí el guión de (500) Días juntos me ha servido para hacer un poco de examen de conciencia y autocrítica sobre la propia ofuscación que yo he tenido siempre por clasificar de forma meridiana mis pocas experiencias sentimentales. Haciendo balance, considero que mi afán etiquetador, fruto de mi inseguridad o de mis prejuicios, ha restado mucha magia a algunas etapas que merece la pena vivir un poco a ciegas, dejándose llevar más por lo que uno siente que por determinar si las cosas son blancas, negras o amarillas, o por marcarles una hoja de ruta o un cronograma a los latidos del corazón.

El sabor conocido de un etiquetado
riguroso aporta seguridad hacia dentro y hacia fuera, pero siempre neutraliza la picante espontaneidad, el agridulce de lo incierto y la sal de la vida.

jueves, 18 de marzo de 2010

ASIGNATURA TRONCAL

Es el momento en que la Religión Católica, los estudios sobre teología y la tradición intelectual histórica del Cristianismo tienen que ocupar un lugar no solo en la formación troncal de nuestros universitarios, sino, de forma obligatoria, en los currículos de Primaria, ESO, Bachillerato y Formación Profesional.

martes, 16 de marzo de 2010

FUERZA DE VOLUNTAD

Reconozco que de entre todas las virtudes humanas, una de las que más valoro es la inteligencia y la brillantez personal. Las personas muy inteligentes siempre disponen de recursos y herramientas para que su vida sea mucho más feliz, ya que solucionan mejor sus problemas, atajándolos incluso antes de que surjan, y ante todo toman mejor sus decisiones. Y yo soy de los que creen sin lugar a dudas que tener una vida buena o una vida de mierda casi siempre depende de haber tomado decentemente dos o tres grandes decisiones.

Pero hay una virtud muy importante que no solo es complementaria de la inteligencia, sino que puede llegar a suplirla si tiene la suficiente entidad. Me refiero a la fuerza de voluntad. La autodisciplina es capaz de mover montañas a las que no haría ni cosquillas un gran intelecto enfangado por la pereza.

¿Cuántas veces hemos abandonado proyectos importantes o que nos hubieran hecho muy felices solo por pura pereza? Luego, eso sí, cuando nos vence la molicie, sabemos racionalizar muy bien nuestra retirada: Que si no tenía tanta importancia, que si ya surgirá otra oportunidad, que yo eso en el fondo no lo necesitaba, que casi nadie lo consigue… No tenemos huevos de admitir que hemos fracasado porque somos unos haraganes y unos dormilones.

La fuerza de voluntad es la capacidad de darle caña a nuestro cuerpo -ese gran burgués-, a nuestra mente y a nuestra tranquilidad inmediata para conseguir cosas mejores a largo plazo. Y para mí es lo que nos diferencia de los animales, el rasgo más distintivo del ser humano.

Admito y envidio a la gente con gran fuerza de voluntad en cualquier ámbito (el trabajo, los estudios, la comida, el ejercicio físico, ser ordenado, escribir o leer… ) Yo a veces tengo pereza hasta para hacer cosas divertidas que impliquen muchos cambios, salidas o viajes. En el fondo soy una persona bastante cómoda, lo que se contradice con muchos de mis sueños y valores.

Relacionada con la fuerza de voluntad está la motivación, que es un elemento clave para todo, lo que no significa que la falta de motivación sea excusa para no hacer las cosas como es debido. Quien está motivado o es capaz de motivar a los demás, podrá conseguirlo casi todo. Yo capté la importancia de la motivación cuando, teniendo ya trabajo, intenté estudiar el Doctorado solo por capricho. Me di cuenta con algo de pena de que no soy capaz de mover un dedo solo por capricho. Necesito un objetivo definido que me obligue a luchar. Y siempre he creído que la única razón para estudiar es conseguir un trabajo adecuado.

Cultivar la fuerza de voluntad y buscar (y encontrar) lo que nos motiva en nuestro día a día nos hace mucho mejores. Consejos vendo…

sábado, 13 de marzo de 2010

MI ILUSTRE PAISANO

Ayer se nos fue el que es para mí el mejor novelista en lengua española de todo el siglo XX. He sentido mucha tristeza por la noticia.

Recordando la vida y la obra del maestro, viendo el multitudinario homenaje que le hemos rendido en Valladolid y la repercusión mediática de su muerte, he vuelto a maravillarme de cómo un escritor tan famoso y con semejante relieve en el mundo de las letras ha vivido con una sencillez tan ejemplar y tan entrañable, como un vallisoletano más que paseaba por la calle de Santiago y ya formaba parte del paisaje de nuestra pequeña capital de provincias. En su momento tuvo la oportunidad de irse a Madrid y sumergirse en el meollo cultural, pero el gran Delibes dijo que le dejasen de líos, que se quedaba con su Campo Grande y sus domingos de caza en los pueblos de aquí. Muchos opinan que si se hubiera sabido “vender” mejor, en vez de ser tan cerrado, tan castellano y tan huraño, su carrera literaria habría visto mejores horizontes y le habrían dado el Nobel. Se equivocan. El maestro de todos los maestros prefería su ciudad, su gente y su familia a los cantos de sirena de Estocolmo.

Miguel Delibes vivía a escasos cinco minutos de mi casa y me lo encontraba de vez en cuando. Dos de sus hijos son compañeros míos de trabajo y uno de sus nietos mayores ha trabajado conmigo en un proyecto hasta hace un mes. Son todos una gente encantadora. Pero lo más importante es que el viejo cazador, periodista de raza y humanista empedernido ha marcado mi vida con sus novelas.

Mi padre es “delibiano” entusiasta y ya de niño me pasaba sus obras más adecuadas para mi edad. Prácticamente pasé de Los Cinco de Enid Blyton a Miguel Delibes, con quien aprendí a amar la literatura. He leído y releído sus libros decenas de veces y en casa tenemos todo lo que ha escrito, incluso varios ejemplares de cada título, al intentar mi padre encontrar siempre versiones ilustradas o primeras ediciones en mercadillos de toda España. Buena parte de las novelas se las firmó y dedicó personalmente el autor a mi hermana y a mi padre en 1987.

Delibes fue un cristiano convencido con una gran sensibilidad social que sabía trasladar a sus historias emocionando a los lectores como nadie. Yo no soy quien para jugar a crítico de su obra, pero pienso que los grandes pilares de su novelística son tres: la impactante denuncia social; el profundo conocimiento del mundo delicado y a veces triste de los niños y de las mujeres, y el amor a Castilla, lo castellano y los castellanos (especialmente al medio rural), que impregna cada una de sus páginas.

Me cuesta elegir mis novelas favoritas de Delibes, pero si no me quedara otra, citaría tres, y no por orden: Los santos inocentes, Mi idolatrado hijo Sisí y Diario de un cazador.

Miguel fue político en el buen sentido de la palabra, pero no partidista. Por eso hoy le quieren todos, de un lado y de otro. Como director del diario local El Norte de Castilla demostró una honestidad y una valentía inigualables, haciendo frente a la gazmoñería y a la sinrazón de la censura de Franco, por lo que fue cesado por el Ministro Fraga. La preocupación y el compromiso social que mi ilustre paisano dejaba traslucir en sus maravillosas novelas incitaron a la peor izquierda a tratar de atraérselo a su espectro cultural, tentándolo de diversas formas. Pero pese a ciertas debilidades del escritor en los últimos años del franquismo y en la Transición, a pesar de su ecologismo desenfocado y a pesar sobre todo de su última novela, El hereje (por su temática escabrosa y maniquea y por su bajón de calidad respecto al resto de su obra), en líneas generales siempre supo mantenerse dignamente por encima de programas y de alternativas concretas.

Miguel Delibes Setién, descanse en paz.

Recomendación personal para saber más sobre Delibes: El quiosco de los helados. Miguel Delibes de cerca (Ramón García Rodríguez)

jueves, 11 de marzo de 2010

GANÉ

Y mucho más de lo que yo pensaba o incluso quería.

Ha sido una de esas noticias que me han alegrado el día y, sobre todo, han reforzado mi ego.

-¡¡¡Por fin una victoria!!! Me exilio a Polonia.- Grité cuando el viernes abrí el buzón y descubrí una carta cuyo único remite era un apartado de correos de Madrid.

Al principio pensé que sólo era propaganda pero resultó un cheque de Iberia,
nominativo y cruzado, por valor de cuatrocientos euros acompañado con la única explicación de un código de referencia. Nada más, ni una simple disculpa, ni un gesto de cortesía: como el niño al que la maestra obliga a pedir perdón a un compañero; como el adolescente que grita «Lo retiro» mientras otro chaval le returce el brazo. Como el tramposo que es pillado en un renuncio.

Cuando en el mes de julio, el avión que nos traía desde Cracovia se estropeó viéndose obligado a volver al aeropuerto, no me podría imaginar que una de las empresas más importantes de España se comportaría como un low cost gestionado por raterillos. Tras ocho horas de retraso y espera nocturna en Polonia, sin posibilidad de recuperar el equipaje y sin representantes de la compañía que dieran explicación alguna, sólo nosotros y otro matrimonio -de un total de 150 pasajeros- interpusimos la consiguiente reclamación a la Compañía. Reclamación en la que sólo pedíamos aquello que habíamos tenido que abandonar al tener que regresar a la terminal de embarque -lo adquirido previamente no te lo dejaban pasar de nuevo- y el importe de un día a mayores en el aparcamiento de Barajas, aparte de las maletas que rompieron a mis amigos.



Reclamación que fue la primera de otras muchas.

Ingenuo de mí, creí que el Presidente de Iberi
a -o su oficina, claro está- tendría a bien dedicar unas líneas a un cliente que se quejó de cómo su compañía respondía a las reclamaciones negando lo hechos y alegando que una avería en un avión es una causa de fuerza mayor comparable a una nevada o un terremoto.

Candorosamente supuse que Aviación Civil no estaría compuesta por funcionarios inútiles -o mucho peor, comprados- que respondieran por correo sin certificar que no podían hacer nada porque el retraso fue menor de dos horas, sin tomarse la molestia de leer mi reclamación ni la documentación adjunta.


Inocentemente, aunque muy cabreado, imaginé que el mismo organismo reaccionaría en condiciones cuando les volví a remitir la misma reclamación solicitándoles revisaran el expediente y leyeran la documentación, refiriéndoles el consbido reglamento, pidiendo la identificación de los funcionarios que tramitaron la primera instancia en virtud de la ley 30/92 y amenzándoles con llevarles ante el Defensor de Pueblo, el Ministro de Fomento y la Comisión Europea. Personas y organismos que, por cierto, desprecio profundamente.


Y con paciencia casi franciscana acudí a recoger el certificado con acuse de recibo de este mismo organismo en el que sólo me respondían que encasquetaban el asunto a los polacos, infringiendo claramente un reglamento que parecen no conocer. Pero pincharon en hueso: Polonia no es España. La Aviación Civil de Polonia se puso manos a la obra en lugar de desentenderse del asunto. Cada quince días me mandaban una carta certificada en inglés y polaco informándome de las acciones emprendidas y de las excusitas de Iberia.

Y, tras un mes sin recibir noticias de Varsovia, me estaba preparando para el último ataque contra Iberia y Aviación Civil cuando, de pronto, abrí el buzón y premio. Por no querer pagar los apenas cincuenta euros que les pedía incialmente, les ha tocado acoquinar los 400 que dictan las normativas. Mis amigos están en espera de recibir el mismo cheque más la indemnización de las maletas.

¿No se comportarían mejor ciertos sinvergüenzas si todos sus clientes fueran igual de beligerantes al margen de triunfar en sus exigencias o no?
Aún recuerdo con naúseas cómo algunas petardas, al descender del avión en Madrid se deshacían en agradecimientos hacia Iberia y las azafatas. Gracias, Iberia, gracias por tenernos un total de 10 horas en un aeropuerto, sin servicios, sin dejarnos recuperar los equipajes ni aunque fuera necesario para conseguir pañales, por no cumplir los reglamentos. Gracias, Iberia, por tratarnos como a ganado, por querernos estafar.


Eso sí, las azafatas, al contrario de lo que suele suceder en Iberia, eran jóvenes, bellas y pijas. Lo único bueno de un vuelo de tres horas en el que no se molestaron ni en servirnos un café.

lunes, 8 de marzo de 2010

THERMOMIX (por Marian)

Llevo días pensando qué contaros sobre este robot de cocina que tanto se ha mencionado últimamente en varios blogs amigos. Lo primero es comentar que nunca un hombre que posea un Thermomix es, ni un gato de sofá, ni merece que lo castren. Aclarado esto podemos seguir.

He repasado el libro de recetas de cabo a rabo varias veces, y al final me he quedado, como quien no quiere la cosa, así de casualidad (no porque esté desesperada intentando que entendáis este aparato) en la preparación de cócteles. Y también, así como quien no quiere la cosa, me he preparado un Fresa Salvaje, qué nombre más pijo, os pongo la receta ahora, que si sigo bebiendo luego no voy a saber, y os hacéis una idea de cómo funciona el aparato este:

300 grs (3 cubiletes) de vodka
. 100 grs (1 cubilete) de licor de fresas. 50 grs (1/2 cubilete) de zumo de lima. 10 fresones. 1 bandeja de hielo. Vierta todos los ingredientes en el vaso del thermomix y programe 1 minuto, velocidad 6.

Y ahora preparadita con mi copa, analizaremos varios ejemplos de posibles compradores:

-Vives solo y quieres hacer la comida rápida: no te lo compres, no es rápido. Ahora bien, si vives solo y necesitas impresionar a una mujer preparando una cena híper-mega-pija, cómpralo urgentemente. Ya has visto la facilidad con que se prepara un cóctel y con dos de estos ya puedes preparar un huevo frito que estará encantada.

-Vives sola y tienes poco tiempo de cocinar: no te lo compres. He comparado el tiempo de preparación de manera tradicional con el tiempo con thermomix y no hay ninguna diferencia. Si quieres conquistar a un caballero olvídate del thermomix: no lo necesitas, y si crees que lo necesitas es que conoces poco a los hombres. Créeme no te hace falta.

-Vives con tu pareja y os gusta la comida sencilla: no te lo compres. Piensa lo bonito que es meterte en la cocina con él o ella y preparar juntitos una cena. Salvo que hayas discutido con tu contrari@ y no quieras escuchar lo que te dice; en ese caso es muy útil porque te vas a preparar un cóctel quitapenas y no veas el ruido que hace picando hielo, ya puede jurar en arameo que ni te enteras.

-Sois más de tres en casa: no te lo compres, que la cubeta no da para tanta patata cocida. Claro si tienes niños igual sí, porque para preparar zumos y batidos es genial, no digamos helados o postres. Y, como en el caso anterior, si están dando por saco te vas a preparar el cóctel. ¡Qué bueno está este coctel porlamordedios! Me está empezando a dar igual si os compráis o no el thermomix. Voy a servirme un poquito más que está bueno bueno.¡Aaahg qué rico! Sigo.

-Si eres un (pongo “un”, no voy a empezar con la igualdad de sexos), repito si eres un cocinilla sin remedio como yo, pues te puede venir bien, sobre todo si tienes el vicio de cocinar para mucha gente. Es verdad que entonces te ayuda tenerlo. Pero te ayuda, no pasa de ahí. Un thermomix no fríe, no asa y la mayoría de las recetas se prepara por pasos, en casi ninguna echas todos los ingredientes y te olvidas. Salvo en el cóctel. Voy a por otro poco.

Como ayuda, ya os digo que es fabuloso. No he vuelto a comprar para casa masa de pizza o empanada, las hago yo. Me da menos pereza preparar un bizcocho o una mousse de chocolate, ¿os he comentado que también preparo cócteles muy ricos? Pero si ahora mismo tuviera que hacer el desembolso que supone adquirir un thermomix, para lo que lo utilizo, no lo haría. Claro que tampoco he pagado el que tengo, me lo gané como vendedora.

Los 1.000 euros que cuesta el nuevo modelo los invierto yo de manera mucho más provechosa en la cocina, a saber:

-El libro de cocina por excelencia, el mejor, debería venir incluido cuando amueblas “1080 RECETAS DE COCINA” de Simone Ortega, 10 euros.

-Juego de sartenes 80 euros.

-Batería de cocina 150 euros.

-Accesorios de Ikea 0,99.

-Ingredientes 300.

-Una semana de clases
de cocina con Marian: no tiene precio, pero vamos a dejarlo en 400 euros, más la propina que aún sobran pelas.

Pensaba explicaros las partes del robot pero creo que después de lo que os he dicho no os lo vais a comprar.

Por favor ¿me ponéis este anuncio? Mujer en peligro de morir asesinada por vendedoras de thermomix, solicita protección. Pago con comida casera. Razón: Pasa y toma un café.

viernes, 5 de marzo de 2010

ENCUESTAS SOBRE LA SOLTERÍA

I- ¿Cuál consideras que es el principal motivo para que una mujer de más de treinta y cinco siga soltera?

Nº de votos: 49

Respuestas:

a) Es muy gorda: 4 votos (8%)
b) Es muy fea: 14 votos (28%)
c) No sabe cocinar ni planchar: 3 votos (6%)
d) Regala siempre la leche y así nadie quiere comprar la vaca: 14 votos (28%)
e) La regla le pone muy mal carácter: 5 votos (10%)
f) Es bollera: 9 votos (18%)

II- ¿Cuál consideras que es el principal motivo para que un hombre de más de treinta y cinco siga soltero?

Nº de votos: 56

Respuestas:

a) Es maricón: 11 votos (19%)
b) Es un mujeriego: 1 voto (1%)
c) Es feo de cojones: 7 votos (12%)
d) Está en paro: 4 votos (7%)
e) Tiene un defecto, deformidad o enfermedad (manifiestos u ocultos): 1 voto (1%)
f) Es muy tímido: 2 votos (3%)
g) Cree que el matrimonio es causa de infelicidad: 5 votos (8%)
h) Es muy raro o maniático: 8 votos (14%)
i) Es muy egoísta: 4 votos (7%)
j) Es un misógino: 0 votos (0%)
k) Es muy exigente con las mujeres : 3 votos (5%)
l) Está desengañado tras algún fracaso amoroso: 5 votos (8%)
m) Otras causas: 5 votos (8%)

miércoles, 3 de marzo de 2010

EXPOSICIÓN DE TEUTATES

Downing street (pinchar para ampliar)

Los asiduos a La pluma viperina saben que nunca hacemos propaganda de eventos de ningún tipo, pero cuando uno tiene un amigo como Teutates, un artista fetén que donde pone el corazón pone el objetivo de su cámara y nos regala imágenes sugerentes y atmósferas tan intimistas y románticas, no queda otra que publicitarle. Además, su condición de genio bohemio y persona sensible y con buen gusto para esto de la fotografía ha quedado ampliamente refrendada por el hecho de exponer parte de su obra (12 fotodibujos, entre ellos el que acompaña al post) en un bar tan frecuentado por mariquitas como el Pigiama, en el Pasaje Gutiérrez de Valladolid.

Ayer estuve con él y con Aprendiz de Brujo disfrutando de esta muestra, titulada Fotodibujos I y os aseguro que merece la pena. Además los muy cabrones me emborracharon.

Podéis pasaros a ver las fotos hasta el día 10 de marzo. Que nadie se lo pierda.

martes, 2 de marzo de 2010

LOS DERECHOS DE IBON GOGEASKOPOLLAS


El domingo ha caído en Francia la actual cúpula de ETA. Entre los detenidos se encuentra Ibon Gogeaskoetxea, el número uno de la banda.

Los expertos en lucha antiterrorista han explicado que este valiente es el único que conoce ciertos datos e informaciones decisivos sobre la organización criminal separatista: nombres y paraderos de otros dirigentes, identidad de colaboradores y contactos en Francia y en España, planes de atentados futuros, el entramado para cobrar el impuesto revolucionario, pisos francos, etc.

Pero las leyes francesas y las españolas reconocen al muchacho un sinfín de derechos inalienables durante el tiempo que esté detenido y en todos los interrogatorios. En concreto, la Constitución Española proclama su derecho a la “integridad física y moral, sin que, en ningún caso, pueda ser sometido a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes” (artículo 15), y a no declarar ni confesarse culpable (artículos 17 y 24). Un alivio para Ibon Gogeaskopollas.

Es decir, que cuando el gendarme o poli de turno le pregunte por los chicos de la segunda línea o por los liberados, o le pida las direcciones de algún piso, o le interrogue acerca de los plazos de entrega de un alijo de armas o de explosivos para asesinar inocentes, el gudari detenido puede candar el pico tranquilamente e incluso ponerse farruco y espetar a los policías:

- No insistáis, joder, que esto es muy degradante y tengo derecho a no declarar nada. Iros a tomar por culo.

A lo mejor le pueden vocear o presionar (sin pasarse), le pueden intentar convencer con engañifas o con la vieja estratagema de poli bueno y poli malo, y hasta negociar si cabe una reducción de condena a cambio de su colaboración. Pero al fanático número uno de ETA, el tal Gogeaskopichas ese, no le veo yo por la labor de soltar prenda ni de comprometer a ninguno de sus heroicos compañeros. ¿Cuánto nos apostamos a que no le sacan ni para un café?

Por eso quería yo plantear una pregunta inquietante, incomodilla; una cuestión que fijo nos está rondando a muchos por la cabeza pero no nos atrevemos a manifestar en alto. Solo quería saber si teniendo claro como tenemos que este pájaro sabe tantas cosas y que sacándole esa información pueden salvarse muchas vidas, incluso desmantelarse ETA y hasta poner a salvo la integridad nacional, si estando claro todo esto, digo, consideráis prioritario respetar religiosamente sus derechos constitucionales o sopesaríais la posibilidad de recurrir a métodos algo más expeditivos durante los interrogatorios…

Por si alguien no lo ha pillado, bajo un poco más al detalle. Supongamos que, como es de esperar, el Gogeashijoputa escucha las preguntas de los agentes como quien oye llover, con la sonrisilla socarrona y chulesca de quien se sabe bien protegido por esta democracia de pichiglás. Pues bien, ¿es legítimo agarrar al muchachote por los pelos, así a lo bestia, llevarle al toilette a culatazos y sumergirle la cabeza en la bañera a medio llenar con una bota en las costillas hasta que se avenga a compartir su valiosa información con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado? Si cuando el aguerrido vasco, tras tres horas de preguntas a la luz del flexo, siga sin cambiar su careto de melasudapolizonte, ¿sería conveniente y cristiano estamparle repetidamente las napias contra la pared de la sala de interrogatorios hasta que saltasen dientes y declaraciones con toda fluidez?. O, por ejemplo, cuando el pollo mire fijamente al inspector de la brigada antiterrorista y le llame español represor, ¿convendría, por caridad y por amor a España y a los españoles, apalearlo con las manos atadas bajo promesa de interrumpir el correctivo solo cuando haya desvelado diez direcciones de etarras?

¿Es lícito vulnerar el derecho individual a la integridad cuando están en juego los derechos superiores y la seguridad de toda una comunidad y de toda una nación?. ¿Es siempre rechazable la intimidación física, la tortura o como quiera llamarse cuando con ella pueden evitarse horribles tragedias y quedar a salvo muchas vidas?