jueves, 30 de septiembre de 2010

REUNIONITIS

En mi trabajo tengo muchas reuniones y, después de un tiempo, comienzas a coger el truco a esta forma de trabajar y sacas una conclusión un poco penosa, y es que más del 80% de las reuniones no sirve absolutamente para nada.

Naturalmente hay muchas modalidades y no cabe valorar igual una puesta en común de un trabajo ya realizado que un encuentro rápido para repartir tareas o resolver dudas o que una reunión para tomar decisiones o solucionar problemas o “atascos”.

Por mi naturaleza, muy jerárquica y a la vez tendente al individualismo, soy bastante poco amigo de reunirme, sobre todo para perder el tiempo, pero en una sociedad donde la participación, el consenso, la libertad de expresión y la igualdad en el peor sentido son amuletos sagrados, juntarse un montón de peña para comentarlo todo a cada momento se ha convertido en un auténtico estilo de vida profesional.

Hay una regla matemática: Cuanta más “reunionitis” padezca una organización, más inútiles serán las reuniones. Cuando tu jefe monta una reunión de ciento en viento, notificándote con antelación el orden del día y los asuntos a preparar, acudes con seriedad, con los temas organizados, con ideas y con voluntad de aportar soluciones, pensando “joder, una reunión, qué habrá pasado”. En cambio, si en un centro de trabajo tienen la dinámica de estar reuniéndose todo el día de forma improvisada acabas perdiéndole respeto a este sistema y yendo a los cónclaves en plan “otra vez a divagar para nada”.

Es muy complicado que las reuniones sean satisfactorias y eficientes. La mayoría de las veces tienen una estructura y un desarrollo muy desordenado. Suelen empezar muy bien, con alguien exponiendo en serio la cuestión, pero en cuanto empieza a intervenir la gente, rápido se dispersan todas las ideas y aquello acaba pareciendo una merienda de negros. Sin duda los dos principales defectos a los que suele tender cualquier reunión es a durar demasiado y a que los participantes hablen a destiempo y de lo que no entienden. De hecho las reuniones son ocasiones ideales para que los que no saben hacer la “o” con un canuto intenten demostrar sus “habilidades” más insospechadas.
Un ejemplo muy español de reuniones ineficaces y charangueras, aunque no sean de trabajo, son las juntas de las comunidades de vecinos, a las que por supuesto yo jamás asistiré a no ser que se derrumbe el edificio de viviendas o algo más grave.

Muchas reuniones tienen un fuerte efecto “tinta de calamar”. Es decir, que cuando alguien no tiene ni puta idea de algo o es incapaz de sacar adelante sus comentidos, lo típico es que intente convocar una reunión con todos los afectados para soltar allí el lastre de su incompetencia, disfrazándolo de circunstancias sobrevenidas, dudas acuciantes o problemas irresolubles, intentando implicar a todo el mundo en su marrón y espolvorear las responsabilidades.

Mi experiencia me dice que las mejores y más eficaces reuniones son las que tienen un componente muy formal, en las que existe una relación jerárquica rígida entre los asistentes, y son convocadas para asignar o explicar tareas, diciendo claramente qué objetivos deberá cumplir cada uno y en qué plazos exactos. Es fundamentalísimo que quien esté presidiendo corte de forma fulminante cualquier intento de tinta de calamar, excusa, divagación o desviación de los asuntos, y, sobre todo, que después del encuentro se haga un seguimiento riguroso de los trabajos encomendados advirtiendo de las consecuencias de los posibles incumplimientos y valorando también los logros y avances realizados. Para ello es fundamental que el líder que preside la reunión conozca al dedillo todos los detalles para poder hacer frente a excusillas, pegas y lloriqueos varios.

También suelen ser muy interesantes y útiles las reuniones que se convocan para pedir opiniones a técnicos o expertos en una determinada materia antes de tomar una decisión, siempre que tengan ocasión de haber estudiado el asunto con una mínima antelación. Jamás debe pretenderse que alguien opine o resuelva entuertos planteándole las cosas a bocajarro, práctica por desgracia muy frecuente.

Reuniones absurdas son las destinadas a explicar cosas que ya sabe todo el mundo, a hacer tormentas de ideas con gente que no va a trabajar en ese tema, a que alguien se luzca contando lo bien que ha sacado un trabajo adelante, a resolver un conflicto en el que ya está muy clara la posición de las partes (en estos casos hay que decidir por quien corresponda, sin reuniones ni gaitas), a repartirse trabajo entre iguales (¡jamás!), a convencer a alguien de algo entre varios previamente conchabados…

Las reuniones de trabajo deben tener un ambiente cordial, pero no pueden degenerar en charletas sobre nuestra vida, en chistecitos o en bromas. Luego, cuando termine la reunión, si tienes tiempo, te tomas un café con tus amiguitos, que al trabajo se viene –como su propio nombre indica- a trabajar y a ser profesionales.

Sobre este mismo tema, en La pluma:

- Un poco de jefología

- Aprendiendo a delegar

miércoles, 29 de septiembre de 2010

ENCUESTA SOBRE LA HUELGA GENERAL

Pregunta: ¿Harás huelga el próximo día 29 de septiembre?

Participantes: 41

Duración: 14 días

Respuestas:

a) Sí. 13 votos (31%)

b) No. 28 votos (68%)

En Valladolid parece que la cosa está caliente, con heridos y todo.

domingo, 26 de septiembre de 2010

PELONAS Y PURGADAS


Como si la región andaluza no tuviera prioridades más
acuciantes, el martes pasado su gobierno autonómico aprobaba un curiosísimo Decreto que prevé la indemnización con 1.800 euros a las mujeres que “sufrieron represión en la guerra civil e inmediata posguerra mediante hechos que vulneraron su intimidad, honor y la propia imagen consistentes en el rapado, la ingesta de aceite de ricino y la posterior sumisión a vergüenza pública”.

Si no fuera por el inoportuno despilfarro que supone esta soplapollez, no quedaría otra que partirse de risa. La justificación de este desatino, que remueve la mierda y airea los fantasmas guerracivilistas más de setenta años después, reviste sin duda tintes de comicidad.

Para empezar, los sociatas andaluces han explicado que limitan la subvención a las víctimas de la práctica falangista del rapado y del ricinado, excluyendo a las mujeres que padecieron violaciones, ya que las agresiones sexuales son muy difíciles de demostrar. ¡Qué cachondos! ¡Como si probar que has sido pelada y purgada en 1938 fuera sencillo! Ya me estoy imaginando a una multitud de viejecillas cortas de pensión inventándose batallitas sobre sus sufrimientos en la guerra, ya que el único requisito para cobrar es una declaración jurada que será valorada por una comisión de gilipollas a saber con qué peregrinos criterios.

También han dicho que las ayudas solo beneficiarán a mujeres, ya que, aunque hubo también varones ricinados, esta vejación tenía “una especial perspectiva de género”. Sinceramente yo no lo pillo. Si ser obligado a beber laxante y a pasear por la plaza con la cabeza cual bola de billar es degradante para el ser humano lo será independientemente del sexo de la víctima, ¿no?

Estos amigos socialistas siempre han pecado de ingenuos. Se pensaban y se piensan que después de cinco años de mafia izquierdista, de quema de conventos, de secuestro de publicaciones, de asesinatos de adolescentes falangistas por el único delito de vender un periódico, de encarcelamientos injustos y de la intentona de golpe de estado prosoviético en el 34, se pensaban, digo, que los azules iban a entrar en los pueblos en el 36 dando abrazos y repartiendo caramelos a las simpatizantes del PSOE y del PCE.

Esto del ricino y del rapado no es nada, buenas señoras. Era un poco así como las novatadas lights de la mili o de los colegios mayores. Una simple gamberrada humorística sin mayor maldad para celebrar la entrada en las ciudades. Piensen todas las mujeres embromadas que mucha gente sufrió males mayores e incluso fue fusilada. Lo suyo fue una minucia que deben olvidar, haciendo gala del espíritu de reconciliación nacional tan predicado y monopolizado por los rojetes. Hay que tener más sentido del humor, coño.

Además, poniéndonos tiquismiquis, a lo mejor son ellas las que tendrían que pagar en vez de cobrar. No hay que olvidar los beneficios inconmensurables del corte de pelo al cero y del aceite de ricino para fortalecer el cuero cabelludo y mejorar el tránsito intestinal respectivamente. Yo me atrevo a sugerir a las señoras agraciadas por tan higiénicos tratamientos que renuncien al cobro de la subvención y que hagan un donativo de la cuantía que prefieran a cualquiera de las actuales organizaciones autodenominadas falangistas (hay casi una por cada dos falangistas) en agradecimiento por la labor de sus antepasados políticos.

(Sobre el origen de la práctica del ricinamiento, en La pluma)

sábado, 25 de septiembre de 2010

EL COMENTARIO DE LA SEMANA (51): LOS FLOJOS SOMOS NOSOTROS

El mejor comentario de las últimas semanas ha sido:

"Cualquier inmigrante decente, hasta los pateros, nos da mil vueltas a los lugareños, amuermaos hasta la pestilencia, como niños malcriados, que no valoran lo que tienen y no sienten las responsabilidad, el deber de justicia, de mejorarlo y hacer honor así a los esfuerzos y las guerras de sus ancestros.

Ellos nadaron
río arriba, como otros pueblos hacen ahora en nuestro cauce, y a nosotros apalancaos en un flotador regalado, nos lleva la corriente y nos despedazarán las niagaratas.

En la parábola de los talentos, a la mayoría nos
desplumarían. Los que llegan de fuera alucinan con nuestro acomodamiento anestesiado mientras que para nosotros ellos casi son transparentes, como mucho molestos. Cómo vamos a intuir que nos dan una lección de arrojo y de afán de superación a diario.

Los flojos,
sin duda, y cada vez más, en el sentido más amplio de la palabra somos nosotros.

Nos despedazarán. He dicho".

Autor: Amuermamiento general
Entrada: Flojos

UN PASEO POR OTROS BLOGS (7): DOS RECOMENDACIONES

Dos recomendaciones rápidas de dos bitácoras que seguro que os gustan:

- Para empezar,
Isel, un amigo desterrado en Madrid que a menudo participa en La pluma, acaba de abrir el blog de debate Qué mundo éste, y desde aquí le deseamos suerte, inspiración y constancia. A menudo tengo con Isel interesantes conversaciones sobre temas sociales, políticos y culturales, y cada vez que hablamos aprendo algo, aunque a veces discrepemos en los enfoques. Estoy seguro de que el espacio de un chico tan original como él será creativo y entretenido, además de hacernos pensar mucho. ¡Todos a hacerle una visita!

- Hace poco he descubierto casualmente un blog
único. Divertidísimo y muy cercano. Se trata de La mesa cero del Blasco, una idea genial de Anniehall y El Niño Desgraciaíto, un matrimonio -cada día escribe uno- que nos cuenta su vida cotidiana con grandes dosis de sentido del humor y capacidad de análisis de una realidad a veces amable y a veces absurda. Sentimientos, ideas, rutinas, niños, viajes y trabajo, desde una perspectiva muy especial, se mezclan en este blog que a mí por lo menos me ha enganchado.

jueves, 23 de septiembre de 2010

LOS TUDOR

No puedo presumir de la afición ni de los conocimientos cinematográficos del señor Neri. Es más, no estoy muy seguro de cuál fue la última vez que acudí al cine y, en las contadas ocasiones que suelo hacerlo, casi siempre abandono la sala con la impresión de haber derrochado un dinero que muy bien podría haber invertido en un cubata o un gin-tonic.

También me suelo aperezar a la hora de ponerme a buscar en ciertas discográficas con nombre de acémila cibernética un título que descargar. Es más, la mayor parte de las ocasiones ni siquiera recuerdo una película que me interese ver. Y eso que he dejado pendiente, si encuentro tiempo y ganas, cintas como Origen, Centurión, Robin Hood,...

Sin embargo soy bastante aficionado a las series televisivas. En su día estuve enganchado a Expediente X -lo sé, es bastante friki pero me entretenía mucho- y, por desgracia, Los Vigilantes de la Playa se remontan a una época en la que mi líbido no era la actual.

De todas formas, en una serie suelo buscar que no sea española, pues las actuales sólo tratan de guarradas y/o de la Guerra Civil, la postguerra y lo buenos que eran los rojos, y que exista cierta continuidad entre los episodios, esto es, una línea argumental y de intriga que te obligue a seguir la serie con cierta continuidad.

Actualmente, seguía con puntualidad House y sus simpáticas borderías, The BigBang Theory y las rarezas de Sheldom, y alguna serie extranjera de esas que Televisión Española se carga emitiéndolas anárquicamente tras, casi seguro, pagar un pastón por los derechos de emisión.

En esta línea, espero que esto no suceda con Los Tudor, serie que me recomendó hace unos meses una muy buena amiga y que me parece de lo mejorcito que he visto en los últimos años, bastante mejor que la recientemente estrenada Los pilares de la Tierra. Aquella trata sobre el controvertido reinado de Enrique VIII de Inglaterra, sus licenciosos devaneos y cómo estos terminan por dominar toda su vida llevándole a romper con Roma. Creo que uno de los méritos principales de esta serie es que, a pesar de que el final y los hitos principales de la historia son sobradamente conocidos, han logrado recrear la época, los detalles, la intriga intermedia y, sobre todo, la personalidad de los protagonistas de una manera magistral. Los actores me parecen magníficos, al igual que el enfoque general de la narración, de tal forma que puedes llegar a sentir desprecio por ciertos personajes como Ana Bolena, su padre y el secretario Cromwell y admiración por otros, sobre todo por la Reina Catalina.Y, para acrecentar el mérito de la serie, en ocasiones un mismo personaje que generalmente resultaba destestable, puede llegar a inspirar compasión o viceversa.

Además, esta serie ha despertado aún más mi reciente interés por la apasionante historia de Inglaterra y he podido comprobar que, salvo ciertos agujeros y licencias históricas como la muerte de Wolsey o la interpretación en órgano de una suite de Bach en una capilla de la princesa María ciento cincuenta años antes del nacimiento del genial alemán, ciertos detalles de la serie son fieles reflejos de las crónicas de la época: los espontáneos cumplidos del pueblo a la Reina Catalina y su admirado temperamento; los insultos al adúltero monarca por parte de su pueblo; la compostura de Fisher y Tomás Moro ante la muerte y las últimas palabras de éstos ante el tribunal y en el patíbulo... Hasta el carácter impreso en el personaje del papa Paulo III es la que me esperaba.

En fin, que, como puede verse, me apasiona esta serie y se la recomendaría a todo aquel que, eso sí, no sienta demasiados escrúpulos por la escenas más que subidas de tono que suelen jalonar la mayoría de los episodios. Por si alguien no lo sabe, se emite en la Primera de Televisión Española, los jueves a las diez de la noche.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

FLOJOS

Todos tenemos debilidades y hay aspectos de nuestra vida o de nuestra personalidad en los que difícilmente lograremos triunfar. Es más, por mucho que nos esforcemos, a lo sumo, obtendremos pequeños éxitos o mejoras y, en otros muchos casos, terminaremos dañados cuando nuestra fuerza de voluntad, nuestra potencia, aplique una tensión excesiva sobre esos flecos que nunca lograremos pulir completamente.

También existen personas que son intrínsecamente débiles, ya sea de carácter, de salud, de capacidades... Personas que se esfuerzan en conseguir sus objetivos aunque no los alcancen. Algunos, incluso, padeciendo graves sufrimientos ya sea por la conciencia de sus límites o al intentar superar éstos infructuosamente.

Y luego existen individuos que simplemente son abúlicos, flojos, fofos, extremadamente vagos en lo poco que hacen. Personas que se mueven gracias a la inercia de la Tierra pues cualquiera diría, incluso, que les cuesta respirar.


Te los encuentras en cualquier sitio y no sé si será que cada día soporto menos a estos sangre de horchata, focalizando mi atención en ellos, o bien que en esta España cómoda e inepta cada día abundan más.

Los ves en el trabajo, ahogándose en vasos de agua, andando, moviéndose, pensando endeble y cansinamente. Contagiando su indolencia y su inutilidad. Te entorpecen en la cola del supermercado, colocando sus artículos de uno en uno en la cinta transportadora, con una sola mano; mirando, como si se les estuvieran agotando las pilas, agilipolladamente, a la cajera mientras les cobra, sin ser capaces de guardar con un mínimo de salero su cansina compra en las bolsas. Miran tontamente el semáforo en verde mientras se deciden a arrancar para luego circular a la mitad de la velocidad permitida.

La vida de estos hipohemáticos sería un bostezo continuo si tomar aire no les supusiera un esfuerzo físico y mental demasiado grande. Todo les cuesta, todo les cansa, nada les ilusiona. Ni siquera suelen sonreír clara y sanamente. Y su mirada suele ser vacía e inexpresiva: a través de sus pupilas se puede contemplar el interior de su nuca. Y eso les hace, incluso, peligrosos pues es complicado intuir qué demonios estarán pensando.

En fin, que me pone enfermo contemplar cómo una legión de alfeñiques ralentiza y aburre el mundo con su algodonosa vida. Pensando que un día fueron el espermetazoide más veloz, no me puedo ni imaginar cómo sería el resto del grupo.

lunes, 20 de septiembre de 2010

LA MÁQUINA DE LA MUERTE

Nunca he sido una persona habilidosa ni amiga de las exhibiciones de insana chulería propia de ciertos deportes, en algunas ocasiones mal llamados, de equipo. Incluso, en primero de BUP, la bruja analfabeta que nos daba Gimnasia o lo que fuera (nada parecido a una asignatura seria) me dejó pendiente para septiembre.

Aún así, de hace unos años a esta parte, se hace raro el día que no practico de una a dos horas de ejercicio. Ya sea natación en invierno, carrera en otoño y primavera, squash durante todo el año y el siempre presente gimnasio.Y es que, por lo visto, el deporte habitual se termina convirtiendo en una perentoria necesidad, sobre todo en aquellos que nos ganamos la vida de una manera bastante sedentaria.

Hace aproximadamente año y medio, en el más que austero gimnasio público al que suelo acudir, realizaron una renovación de maquinaria y, entre las novedades, incluyeron un extraño aparato cuya existencia prácticamente desconocía hasta entonces: una elíptica Technogym.


Al principio, la mayoría de la gente la miraba de forma extraña y casi nadie la usaba. Y claro, no iba a ser yo el raro que se subiera en semejante mariconada propia para pijillas que no desearan tener celulitis. Pero, al fin, persuadido de que serviría para mejorar mi maltrecha rodilla derecha, un día la probé y decidí rebautizarla como máquina de la muerte. Después de quince flojos minutos tuve la sensación de que el corazón se me terminaría escapando por la boca. Reafirmé el mote para este cacharro cuando, apenas unos meses más tarde, me enteré que a un tipo del mismo gimnasio le había dado un infarto o algo parecido usando la endiablada máquina.

Y desde entonces tengo motivos para pensar que, verdaderamente, es un artefacto maldito con poderes sobrenaturales, sobre todo de adicción. Poco a poco, me ha ido poseyendo y el día que no le ofrezco un mínimo de 30 ó 40 minutos de sangre y sudor -he llegado a estar una hora-, torturándome y comparando las marcas con las conseguidas el día anterior, me encuentro apesadumbrado y yo diría que hasta de mal humor en comparación con el individuo derrengado pero rebosante de satisfacción que se baja empapado en sudor y maloliente del condenado aparatito.

Y otra situación paranormal que probablemente tenga relación: cuantos más holocaustos ofrezco al diabólico cacharro, menos me apetecen, y peor me sientan, mis antes reverenciados cubatas. Bueno, también puede que sea cosa de la edad.

domingo, 19 de septiembre de 2010

EL OBRERO, DE CRUCERO

Mi opinión sobre los sindicaleros es lo más negativa posible. Otro día puedo comentar la repugnancia que me inspira esta pandilla de jetas enemigos declarados de los trabajadores que, contra toda lógica, subsisten gracias a las subvenciones que les pagan los mismos gobiernos que llevan adelante las más siniestras reformas laborales. Otro tema jugoso es el de los liberados, pero hoy no quiero ir por ahí.

Lo que quiero comentar es la demagogia y la superficialidad de la derechona al tratar el tema del sindicalismo o de la izquierda, a raíz de la noticia difundida hace pocos días de que Ignacio Fernández Toxo, líder del sindicato comunista Comisiones Obreras ha pasado una semana en agosto disfrutando de un crucero por el Báltico, desde el que realizó las gestiones para preparar la huelga del día 29.

Es lugar común entre los más burgueses, privilegiados y clasistas de este país dar por sentado que un socialista, un defensor de los derechos de los trabajadores o un revolucionario social de cualquier signo (yo desde luego me considero así) tendría que cobrar el sueldo mínimo, casi vestir de mono y alpargatas, currar en una cadena de montaje industrial y pasar sus vacaciones, como mucho, haciendo excursioncillas a la Casa de Campo o yendo unos días a un apartamento alquilado en Torrevieja. Cualquier indicio de sueldo decente o de gasto sospechosamente suntuoso es rápidamente denunciado por los peperos de turno como incoherencia grave del supuesto revolucionario.

A Toxo naturalmente le han puesto de vuelta y media por hacerse con su señora un crucerito de Pullmantur. ¿Cómo puede veranear en un trasatlántico un señor que dice combatir a la patronal y monta huelgas generales contra los abusos capitalistas?

Antes que nada, aclarar que el crucero en cuestión, de la compañía Pullmantur, no es precisamente de lujo, como se ha dicho en todos los medios, sino uno de los más básicos y baratos. Yo mismo me he hecho uno de estos viajes y os aseguro que están al alcance de cualquier pareja de ingresos medios o incluso bajos que simplemente ahorre un poco durante el año. Estos cruceros son despreciados por los pijos con pasta, que los consideran una opción para plebeyos en comparación con los elitistas circuitos de Costa Cruceros y MSC.

Y ahora, con independencia de si el sueldo de Toxo es más o menos legítimo, solamente quiero lanzar algunos interrogantes sobre este tema para favorecer el debate. ¿Cuánto tiene que ganar como máximo un revolucionario (que ya sabemos que Toxo no lo es) para que los derechistas y empresarios explotadores se queden contentos? ¿Tiene derecho a vacaciones en verano? En caso afirmativo, ¿dónde y cómo es decente que las pase?, ¿cuánto se podría gastar como máximo para ser un contestatario coherente?


Y sobre todo: ¿No tiene Toxo incoherencias e inmoralidades más graves como para que se le critique solo por tomarse unas vacaciones que, salvo casos de paro o indigencia, puede permitirse casi cualquier español que tenga guardados unos durillos? 

Lo que sí veo yo es que en este asunto también hay un cierto componente estético y de apariencia con el que puedo estar de acuerdo. No parece del todo elegante que en estos momentos de crisis, despidos, paros y tensión (huelga) en que tantos trabajadores se han quedado sin vacaciones, uno de sus máximos representantes (en teoría) se sienta tan despreocupado como para relajarse en un crucero, sea del precio que sea, o abandonarse a cualquier capricho, cuando lo lógico, si de verdad estuviera implicado y comprometido con los problemas que atraviesa España, es que hubiera preferido permanecer estos meses al pie del cañón, dando la cara y sobre todo el ejemplo de su presencia y de su renuncia.

jueves, 16 de septiembre de 2010

SOY FEO DE COJONES


Nunca me había planteado seriamente si soy guapo o feo. Me parece una chorrada. Tengo bastante clarito que no soy ningún adonis, pero, joder, tampoco me parezco a El Fary chupando un limón. Uno tiene su cierto atractivo (digo yo…)

Lo malo es que desde hace aproximadamente un año, el tocapelotas profesional de Aprendiz de brujo, amigo desde el cole y comentarista habitual de este blog, no hace más que repetirme a todas horas, casi cada vez que hablamos, que yo tengo muchas virtudes y tal, que soy majo, que tengo talento, que se echa unas risas conmigo, patatín, patatán, pero que debo reconocer que soy feo. Muy feo. Feo con cojones. Y que lo soy desde niño.

Nunca he sido un tipo demasiado vanidoso (al menos en el plano físico), pero estas pullas tan repetidas acaban mellándole a uno el amor propio. A veces encima deja caer la gracia cuando estamos con otros excompañeros del cole, el muy cabrón. Un día ya me harté y le dije un poco serio:

- Vamos, no me jodas, no seré Brad Pitt, pero no dirás que en el colegio, en nuestro curso, no había tíos mucho más feos que
yo.

Aprendiz se quedó un rato pensativo y al final me soltó:

- Neri, se honrado. Medítalo bien y dime honestamente diez nombres de compañeros del colegio que fueran de verdad más
feos que tú.

Rápida y ansiosamente, como impulsados por un resorte, mi memoria comenzó a funcionar y mis labios a pronunciar nombres, uno detrás de otro.

- Hombre, pues Beltrán Durango, por ejemplo – . Era un niño gordete con los ojos un poco saltones.

- ¡Qué dices!, ¡qué dices! Beltrán a tu lado es un puto actor de Hollywood. No estoy nada de acuerdo.

- Pues… hombre, piensa en Turégano. Turégano era bastante menos agraciado que yo. –El susodicho
tenía los dientes podridos y calvicie prematura, aunque estaba cachillas.

- Tú estás bobo. ¿Hablamos del mismo Turégano? Si una vez le llamaron de modelo para publicidad de ropa de adolescentes. ¡Anda ya!

Yo ya andaba muy picado, así que le grité que se dejara de leches y enumerara él a los diez fulanos. Esto sucedió en abril y hasta ahora solo se le han ocurrido cinco. Dice que lo reflexiona a menudo y de cuando en cuando, cada mes y pico, me llama por teléfono todo ufano:

- ¡Otro, otro, se me ha ocurrido otro!

- A ver, ¿quién? ¿No será como el último, Molina Herrero, que no se ha comido una rosca desde COU por su cojera y su mandíbula torcida?

- No, no… Este es todavía más claro, alégrate. Se trata de Pérez Prieto, ¿le recuerdas? Él sí que era algo más feo que tú.

- ¡Pero serás hijo de puta! –y le cuelgo.

Pérez Prieto era apodado en clase “el neandertal” por su rostro simiesco, sus ojos hundidos y el vello oscuro que cubría todo su cuerpo.

Y a los otros tres que se le han ido ocurriendo estos meses, mejor ni describirlos. A uno de ellos, Porres, le llamaban “el calavera”; a otro, Salas Moza, le faltaban un burro y un quijote para parecerse a Sancho Panza, todo achaparrado él, con rostro bobalicón; y el último, apellidado Refuero, tenía y sigue teniendo tal cara de subnormal que consideré un insulto directo que me comparara con él.

Algún día me vengaré de Aprendiz de Brujo.

ENCUESTA SOBRE LA PROHIBICIÓN DE LOS TOROS EN CATALUÑA


Pregunta: ¿Qué opinas de la prohibición de los toros en Cataluña? (pueden seleccionarse varias respuestas)


Nº de participantes: 33


Duración de la encuesta: 16 días


Respuestas:

a) Esta fiesta es un crimen contra los animales y debería prohibirse en toda España. 13 votos 39%)

b) Es una fiesta tradicional española que debería conservarse a toda costa. 5 votos (15%)

c) El Estado tiene competencia exclusiva para la defensa de la cultura nacional y debería ejercerla en este caso. 5 votos (15%)

d) Cada Comunidad Autónoma es competente para legislar en materia de espectáculos. 4 votos (12%)

e) Los toros deben mantenerse o desaparecer en función de la demanda social de estos espectáculos. 4 votos (12%)

f
) Solo ha sido una maniobra política contra un elemento de la identidad española en Cataluña. 15 votos (45%)

g) Dios creó los animales para uso y disfrute de los seres humanos. 3 votos (9%)

h) ¡Ni un torero sin cogida! 4 votos (12%)

i) Soy indiferente con este tema. 0 votos (0%)

j) Otras respuestas. 0 votos (0%)

NOTA: En las encuestas en las que pueden votarse varias opciones, el % no representa el porcentaje de votos que ha obtenido cada respuesta sobre el total de los emitidos, sino el porcentaje de votantes que ha escogido esa opción.

martes, 14 de septiembre de 2010

DINERO Y VIRTUD

Algo que he observado a menudo es que ni los pobres ni los ricos suelen ser muy buena gente.

Las personas que atraviesan graves dificultades económicas, que no tienen un duro, desarrollan un fuerte instinto de supervivencia que les suele hacer mezquinos, envidiosos, egoístas, arribistas e interesados. Con frecuencia mienten y traicionan para conseguir dinero y llega un momento en que sus únicas motivaciones son materiales, dando la sensación de que serían capaces de vender a su propia madre. Algo quizá comprensible, pero ello no les hace buenas personas. A veces, aunque cambie su suerte y su posición, conservan toda su vida ese materialismo, esa vara de medir tan triste y tan dura que es la del dinero.

La gente que está muy holgada de pasta tampoco suele ser muy virtuosa que digamos. Lo normal es incurrir en la soberbia y en mirar a todos por encima del hombro. Generalmente se les sube a la cabeza su situación y comienzan a desarrollar una especie de chulería condescendiente que siempre se regodea en el discurso de que los fracasados son unos vagos y los triunfadores se lo han currado o son muy listos, como ellos. Se terminan creyendo que el dinero les hace de una casta superior y acaban midiéndolo todo y a todos con el mismo materialismo que los pobres, degenerando en una cara distinta de la misma moneda. Igual que pasa con los pobres, si cambia su sino –en este caso para peor- , seguirán toda la vida dándoselas de marqueses de Puente Rabijo aunque no tengan donde caerse muertos.

domingo, 12 de septiembre de 2010

ENCUESTA SOBRE LA INTERVENCIÓN DE LA ECONOMÍA ESPAÑOLA POR LA UE

Pregunta: ¿Intervendrá la Unión Europea la política económica española como ha sucedido en Grecia?

Votos: 19

Duración: 14 días

Respuestas:

a) Sí. 13 votos (68%)

b) No. 6 votos (31%)

viernes, 10 de septiembre de 2010

HÉROE Y BORRACHÍN

Los sucesos protagonizados por el profesor universitario Jesús Neira la semana pasada han sido muy reveladores por cuanto han dejado en evidencia el oportunismo rastrero de la clase política.

Mitificar a un señor de carne y hueso tiene demasiado peligro. Cuando Neira tuvo hace dos años aquel gesto tan humano y tan valiente, y que tan caro le costó, de defender en plena calle a una mujer maltratada, casi todos nos conmovimos con su coraje y nos compadecimos de su mala suerte. Casi todos pensamos: qué reacción más viril, qué actitud tan solidaria y desprendida ha tenido este señor en este caso puntual. ¡Un aplauso, sí señor! Pero en ningún momento se nos ocurrió suponer que Neira fuera un santo, que no tuviera sus defectos inconfesables, sus vicios, sus malos rollos, su soberbia… Nos gustó lo que hizo ese día y punto.

Pero como por entonces la prensa idiota debía de andar escasa de material, y encima lo de la violencia doméstica está tan de moda, en unos meses convirtió al audaz docente en un héroe a escala nacional, en un modelo a seguir por los ciudadanos, en un ejemplo de justicia y de amor al prójimo por encima de las ideas. En poco tiempo estaba en todos los medios y en las entrevistas haciéndose notar. Como encima este señor es un poquito chuleta y le gusta salir en la tele más que a un tonto una tiza, le faltó tiempo para opinar y hasta pontificar sobre lo humano y lo divino aunque no tuviera nada que ver con el motivo de su fama: ayudar a una mujer en peligro.

Si los medios de comunicación son babosos y arribistas, qué decir de los políticos. En cuanto el deleznable gobierno de Esperanza Aguirre se percató del tirón mediático de Neira y de la relevancia social que iba adquiriendo su figura, se apresuró a sacar tajada enjaretándole de presidente en uno de esos órganos de mierda, que tan bien conozco yo, que solo sirven para hacer creer a los electores que la Administración se preocupa por un determinado tema y de paso para que sus miembros cobren dietas a cambio de tocarse el higo. Me refiero por supuesto al Consejo Asesor del Observatorio Regional de la Violencia de Género, que no ha realizado ni una sola actividad (según la memoria anual del Observatorio) durante el mandato de nuestro héroe.

Cuando hace unos días ha quedado patente que el señor Neira, además de ser un tipo decidido y valeroso, es un borrachín capaz de conducir ebrio con absoluto desprecio hacia la vida y la seguridad de sus conciudadanos, a los pobres peperos se les ha caído la cara de vergüenza. De nada han servido su fulminante destitución, ni las forzadas declaraciones públicas de los fantoches de turno, porque han quedado todos, como suele decirse, como Cagancho en Almagro.

Es lo malo de construir héroes de laboratorio, de divinizar a seres humanos para beneficio propio, de aprovecharse de las virtudes ajenas para medrar y para figurar.

Nadie es perfecto, y cuando se utiliza a una persona como bandera, eslogan y reclamo, se corre el riesgo de que un día salte a la luz alguna tara que cualquiera podría disculpar en un sujeto corriente, pero nunca en un héroe. Al final, el perjuicio triplica en un instante la rentabilidad que se haya podido obtener en años del hombre anuncio.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

HOMENAJE AL PUEBLO JUDÍO

Hoy quiero rendir un emocionado homenaje al pueblo de Israel y a todos los judíos del mundo dedicándoles una canción que he oído en un anuncio y que les viene al pelo. Con todo mi cariño para los hijos de Moisés, para los heroicos y sufridos hebreos.

lunes, 6 de septiembre de 2010

OPERACIÓN B.S.O. (3): KARATE KID

Karate Kid (1984) es casi una película de culto a pesar de su temática adolescente. Con una recaudación millonaria, en su época fue una de mis pelis favoritas por la historia que cuenta, los valores que transmite y lo bien acabada que está gracias a la dirección de John Avildsen, que ya había obtenido un Oscar por la emblemática Rocky.

La banda sonora de este cuento de amor, honor y karatekas, compuesta en su mayor parte por el italoamericano Bill Conti (Rocky, Evasión o victoria, Norte y Sur, Falcon Crest…) es también uno de sus puntos fuertes. Destacable me parece la bonita melodía del tema principal, con reminiscencias orientales y curiosos instrumentos.

Pero hoy no voy a poner el tema principal, sino la fantástica You´re the best, del famoso rockero estadounidense de los setenta Joe Esposito, “Bean”, que ambienta la fase eliminatoria del campeonato final de kárate. La canción, que llegó a ser legendaria junto a otros temas del cine épico-deportivo (Carros de fuego, Gonna fly now, Final Countdown o Eye of the tiger) siempre será recordada por los amantes del cine ochentero.

sábado, 4 de septiembre de 2010

CINCO CRÍTICAS A LAS FIESTAS DE VALLADOLID

Sé que es complicado para un Ayuntamiento organizar unas fiestas patronales dando gusto a todos los sectores y grupos de edad del municipio. También tengo claro que cada cual tiene su propio concepto de ocio, y que dentro de las mismas fiestas uno puede ir a donde quiera, disfrutar a su manera y en su propio mundo haciendo caso omiso de otras zonas o ambientes. Y para terminar este año sostengo una actitud especialmente crítica hacia el despilfarro festivo teniendo en cuenta la situación económica del país.

Una vez aclarados estos puntos voy a desgranar brevemente los cinco aspectos que me parecen muy mejorables o abiertamente criticables de las fiestas de mi ciudad. Perdonen los que no sean de Valladolid, aunque estoy seguro de que hay críticas extrapolables a los festejos de otras localidades españolas.

1. Negocio hostelero. Una de las cosas que más me gustan de las Fiestas son las casetas gastronómicas y las de la llamada Feria de día, porque permiten una forma diferente de alternar y tapear a la que practicamos durante el año. Bien mirado, y teniendo en cuenta los precios abusivos de las consumiciones, sale más rentable irte a un restaurante decente y cenar a la carta con servicio, tranquilidad y sobre todo comodidad (puedes tardar media hora larga en alcanzar la barra de una caseta de moda), pero bueno, es el precio que se paga por la novedad de una vez al año.

A pesar de todo ello, pienso que en la última década las Fiestas de Valladolid se han convertido casi exclusivamente en un gran bar, en un gigantesco chiringuito de la asociación de hosteleros y de las Casas Regionales para beneficio del Consistorio, que da la impresión de que lo único que quiere es amortizar con el importe de las licencias todos los fastos absurdos que organiza estos días. Hay un número exagerado de casetas y, en mi opinión, esto no permite disfrutar ni moverse a gusto por el centro de la ciudad. Por si fuera poco, el coste de los pinchos es exagerado en proporción a la calidad de muchos de ellos y el personal que atiende las casetas es ineficaz, lento y nada profesional.


2. Borrachos asquerosos. Durante todas las Fiestas, manadas interminables de adolescentes y veinteañeros, casi todas de los barrios más populares, invaden las calles céntricas con sus carritos de la compra robados llenos de bebidas alcohólicas, armando una gresca insufrible y dejándolo todo como un estercolero. Cuando pisas el suelo, está tan pegajoso que da asco, y las botellas y desperdicios de esta gentuza se amontonan en aceras y calzadas a pesar de los omnipresentes servicios de limpieza. La culpa, por supuesto, es del Ayuntamiento, que no tiene huevos para tomar medidas contundentes contra estos borrachos sinvergüenzas. ¿Mi solución? Multa de medio millón por cada carrito, confiscación de las bebidas y obligar a los niñatos-cerdos a limpiar las calles a las 6 de la mañana del día siguiente.

3. Show de maricones. Ya hace años que el Ayuntamiento derechista e hipócrita de nuestra querida ciudad financia una mierda llamada eufemísticamente “partydance”, que consiste en un desfile de carrozas llenas de maricones y de zorras semidesnudos danzando al son de ritmos extranjerizantes más propios para una tribu de negros bunga, bunga. Como ya os podéis imaginar, si de mí dependiera, este evento sería suprimido de un plumazo del programa y todos sus bailarines obligados a cavar zanjas y a limpiar cunetas durante los próximos doce meses.

4. Conciertos carísimos. Nuestro consistorio se gasta una pasta gansa en cantantes, artistas y demás titiriteros muy famosos que nos salen a todos los contribuyentes a cojón de pato. Este año vienen Malú, Chenoa, Macaco, Melendi y Celtas Cortos, entre otros de cuyo nombre no quiero acordarme. No me parece mal que se promocione a artistas o grupos locales, o cualquier manifestación de la música y de la cultura castellana y popular, como los bailes regionales o los toros (cuando haya pasta, eso sí, que no es el caso en este ejercicio), pero me parece intolerable que se pague una millonada al Melendi, que a mí por cierto me gusta mucho, o a quien sea. El que quiera ver un concierto de estos fulanos, que se lo pague de su bolsillo y punto; y el que no pueda, que se quede en su casa viendo la tele o jugando al parchís, que es muy barato.

5. Peñas horteras. El capítulo peñas merecería muchos posts. El toque pueblerino, borrachín y hortera que da a la ciudad esta “costumbre” implantada con calzador en las últimas ediciones es difícilmente respirable. Por supuesto, este invento apesta a borreguismo cencerrero ladinamente orquestado por cuatro listos dueños de bares, que para mí son los únicos que sacan tajada esta semana. Por si la simple presencia y comportamiento de los peñistas no fuera suficientemente cutre, todos los años se empecinan en batir un récord Guiness reuniendo a miles de pucelanos para que hagan al mismo tiempo cualquier gilipollez. En esta ocasión el reto es congregar mañana a 20.000 personas ondeando banderas de España al compás del Waka Waka, del Himno Nacional y del Viva España de Manolo Escobar. De corazón, me dan ganas de pedir el fusilamiento de los promotores.

jueves, 2 de septiembre de 2010

UN PASEO POR OTROS BLOGS (6): "BICHEANDO" EN VALLADOLID

Los urbanitas recalcitrantes y más los que vivimos en ciudades medianas o grandes apartadas de la montaña y de las masas forestales no somos conscientes de la gran riqueza faunística que albergan nuestros núcleos urbanos. No me refiero a los animales que habitan en las afueras o en las áreas semi-rurales, qué va, sino a los que pueden encontrarse a dos pasos de casa, en pleno centro, en cualquier plaza o parque.

Ayer descubrí
uno de los blogs más interesantes y bonitos que he visto nunca, cuyo autor, Carlos Naza, nos ilustra sobre este particular. Este vallisoletano es un apasionado de la naturaleza y un auténtico experto en aves que nos deleita a diario con maravillosas fotografías tomadas en sus paseos por la ciudad y alrededores. También hace muchas excursiones por la provincia y por zonas colindantes de Palencia donde toma instantáneas de bichos verdaderamente sorprendentes.

Ya digo que su especialidad son las aves, sobre todo las pequeñas, pero en sus cientos de fotos hay de todo. Acostumbra a salir al campo al amanecer y al anochecer, e incluso hace esperas para sorprender a algunas especies. Sospecho que puede ser biólogo o naturalista profesional.

Lo que a mí más me ha impactado son las imágenes que ha conseguido de determinados animales en pleno corazón de la ciudad de Valladolid. Me ha maravillado –seguramente por ser yo un ignorante- cómo habrá sido capaz de captar aquí en la urbe a un buho chico en su árbol, a un cernícalo, a un mochuelo, a un azor o a un águila calzada , que uno se los imagina en pleno monte. Pero lo increíble es que también deja constancia de la presencia, aunque sea ocasional, en Pucela city de otros animalejos mucho más inauditos, por estar en peligro de extinción o tener un hábitat natural completamente opuesto al urbano. Me refiero, por ejemplo, al águila imperial, amenazadísima y casi recluida en zonas de bosque mediterráneo, o a la nutria y al martín pescador (que yo hacía solamente en cauces cristalinos de montaña). Bien es cierto que de la nutria, por desgracia, solo ha conseguido fotografiar sus huellas en una orilla del Pisuerga a su paso por la ciudad.

En escapadas a pueblos de alrededor ha logrado retratar a uno de mis animales favoritos, el gato montés (es una de las fotos que más me gusta de toda la bitácora) y a más especies amenazadas como el buitre negro, una rara avis, nunca mejor dicho. También hay otras preciosidades, como las dedicadas a una corza en la zona del Cerrato (Palencia).

El autor acompaña todas sus fotos de ilustrativos comentarios sobre las circunstancias en que fueron tomadas y las características y costumbres de las especies.

Que ningún amante de la fotografía y de la naturaleza se pierda este blog.