viernes, 30 de octubre de 2009

DESTAPANDO MITOS: EL FRENTE DE JUVENTUDES (por El Guerrero del Antifaz)

Hace unos días comentaba con un amigo mío lo ridículas que resultaban las mutuas acusaciones de parlamentarios españoles acerca de su pertenencia al Frente de Juventudes. Los políticos han conseguido tergiversar la realidad, haciendo ver que la pertenencia a estas organizaciones era voluntaria.

En realidad, el Frente de Juventudes fue una unidad de encuadramiento de la Juventud española, entre los años 1941 y 1960. Durante aquellas dos décadas, absolutamente todos los chavales pertenecían a la institución por el mero hecho de tener nacionalidad española y de tener entre 6 y 18 años. Nadie estaba allí voluntariamente.

Normalmente quien se acerca a este tema se detiene en lo folklórico y superficial: camisas azules, campamentos y cara al sol, pero lo cierto es que dentro de la Historia de las Instituciones, tan de moda en los círculos historiográficos más novedosos, el estudio de los órganos del movimiento está cobrando pujanza los últimos años.

El Frente de Juventudes fue una escuela de vida, en la que tuvieron cabida tanto hijos de burgueses como de obreros, de ricos y de pobres, de ateos y de religiosos, de blancos y de negros y de falangistas y de no falangistas. Al igual que otras empresas del régimen, el aderezo de la camisa azul era un mero accesorio, que ha confundido al falangismo con el franquismo tradicionalmente.

El FJ educó a millones de niños en España, Guinea Ecuatorial, Marruecos y Sáhara Español, les procuró una alfabetización, el contacto con la naturaleza a niños de familias sin recursos o que jamás habrían soñado con unas vacaciones. Fortaleció los cuerpos de muchachos raquíticos, que en sus casas apenas tenían acceso a una alimentación sana.





Pero además fue escuela de amistad. Durante la realización de mi trabajo de investigación sobre esta institución, comprobé cómo después de cincuenta años, muchos niños que coincidieron en esa época y después perdieron el contacto por unos años, se han convertido en hombres que aún se reúnen y cuentan sus hazañas y anécdotas de juventud.

El FJ contó inicialmente con los escasos medios a su servicio, que fueron ampliándose en la medida de las posibilidades de un Estado que a duras penas emergía. Ello favoreció una gran oferta de actividades, ocupando la franja de ocio de los encuadrados, y evitando que muchos adolescentes cayeran en el camino de la perdición. La Institución controlaba su permanencia en horario lectivo, su tiempo libre, y según avanza la madurez del individuo, le sigue paralelamente a su ciclo vital: en el centro de trabajo, en el Sindicato. Y es que los jóvenes se encuadraban en función de su actividad: estudiantes, trabajadores o campesinos.

No obstante, y a pesar de disquisiciones políticas o ideológicas, FJ se erigió en escuela de vida y de ciudadanía: los miles de chavales que pasaron por las “ciudades de lona” así lo atestiguan. Allí se enseñó a convivir a una sociedad salida de una confrontación fraticida, que no respetó absolutamente nada, ni a nadie, educando en valores de respeto, esfuerzo y superación.


Pero toda historia tiene un inicio y un final. Tras la Victoria de los aliados en la Segunda Guerra Mundial, el FJ cierra filas en torno al Caudillo en los duros años del aislamiento. Diez años después, la misma institución se siente recelosa ante la llegada del “amigo americano”. La Guerra Fría como agente externo, la ruptura generacional y la invalidez de un modelo funcional, hacen que el FJ se vea abocado a la desaparición.

Para Franco, se había convertido en un incómodo problema: cada acto público era un motivo de protesta: desplantes e insultos al Caudillo se saldan con detenciones de jóvenes, registros domiciliarios y severos castigos. Los falangistas, que nunca se han sentido a gusto en el régimen franquista, utilizan estas instituciones para intentar transformar España.

La nueva y remodelada Delegación Nacional de la Juventud recoge el testigo y comienza a trabajar siguiendo unos modelos más acordes con las políticas europeas de juventud del momento a través de la OJE: naturaleza, albergues… muy edulcorado, intentando alejar el añejo sabor del FJ nacido del final de la Guerra. España cambiaba, cambiaban sus jóvenes, y el estado, lejos de mantenerse inmóvil, intentó adaptarse a esa realidad.

La existencia del Frente de juventudes salda positivamente el balance de sus acciones. Fue una institución que nunca hizo distinciones entre sus miembros, instruyó y educó a millones de jóvenes en valores, e intentó cambiar un mundo, que ni era el que le habían prometido, ni era el que habían soñado. En 1960 la revolución aún, estaba pendiente.



NOTA: El Guerrero del Antifaz es historiador y dedicó su tesina de doctorado al Frente de Juventudes.

miércoles, 28 de octubre de 2009

BOLSA CACA

Menuda habilidad tienen algunos para hacer pasar a la gente por el aro y convercerla de que un timo es en su beneficio o en nombre de la Humanidad. Ahí tenemos a los payasos del cine español: todo el día llorando para que les den dinero y, encima, dicen que lo hacen por el arte, la cultura y no sé qué chuflas más. Vamos, que, al final, van a ser unos patriotas. Y, encima, hay tontos que les ríen las gracias.

O como algunas ONG(etas) que se pasan el día pidiendo dinero que nadie sabe dónde va ir. Y luego, claro, gentucilla como Leire Pajín,
presidiendo hasta treinta simultáneamente, se embolsa más de 20.000 euros de nada cada mes. Seguro que por eso, por falta de tiempo, no se presentó a Miss España. En fin, todavía podrá ganar Miss Sociata.

O como Pryca -ahora conocida como Carrefour-, gastándose cantidades ingentes de dinero en propaganda en contra de las bolsas de plástico. Poco más o menos te decían que si usabas bolsas eras como un pirómano o un psicópata matapeces y que ellos, sólo con la intención de ayudar al medio ambiente, las iban a retirar. Y claro, como no te iban a obligar a llevar las cervezas de la mano, por el módico precio de sei
s céntimos, te proporcionarían una bolsa biodegradable -algunas de plástico también lo son- de fécula de patata.

Ahora comprendo el anuncio de Bolsa Caca. ¡¡¡¡Vaya mierda de bolsas!!! En cuanto comenzabas a meter los botellines, las puñeteras bolsitas se desgarraban. Casi no llego al coche y, para más INRI, tenía al lado un Mercadona. Eso sí, los sinvergüenzas pryqueros siguen vendiendo bolsas de basura normales -por lo visto, esas no deben contaminar- y unas de tela enormes a un euro o no sé cuánto que seguro patrocina el Colegio de Fisioterapeutas pues deben tener una capacidad de carga de 25 kilos o más.

Vamos, que creo que a partir de ahora, me voy a Mercadona. Me fastidia que los franceses me tomen por tonto.

martes, 27 de octubre de 2009

YA NO SE HACEN PELÍCULAS ASÍ (3): "MARCELINO PAN Y VINO"


No lo he vivido pero tengo entendido que hubo un tiempo en el que los ministros de Cultura o los de Educación se dedicaban a la instrucción de la sociedad; un tiempo en el que los gobiernos se desvivían para que cada generación de jóvenes fuera más culta y próspera que la anterior; un tiempo en el que, sin tantas palabras vacías y sin tantas demagogias baratas, se trataba a la población como a seres humanos, no como a ganado al que alimentar con basura y degradación.

Hubo un tiempo en el que quien ocupaba la cartera de Cultura se podía ganar la vida muchísimo mejor ejerciendo trabajos en los que no precisaría pastar del pesebre ni del halago de las pasiones más viles. Pero claro, María Ángeles González-Sinde, coguionista de After, no ocupaba un ministerio, ni Almodóvar obtenía premios por sus repugnantes películas -con ellas, aquello del traje nuevo del Emperador con la diferencia que los disidentes ahora no lo son por tontos o bastardos sino por fachas-, ni los buenos directores se prostituían entregándose a la sodomía y al halago de los politicuchos o las ideas política y destructivamente correctas. Y corruptoras, claro.

Porque hubo un
tiempo en el que la gente acudía al cine a ver historias bellas o divertidas. O trágicas pero edificantes. Y quizás ñoñas y simplonas; pero suficientemente horrible ya es el mundo. Porque en aquel tiempo el humor no consistía en escuchar a Torrente vomitar zafiedades de beodo y el amor no era definido por Vicente Aranda.


En aquellos tiempos, Ladislao Vajda, un húngaro exiliado en España, adaptó para el cine Marcelino Pan y Vino, un cuento de José María Sánchez Silva, antiguo quintacolumnista de la Falange de Madrid.

Poco se puede decir de una obra maestra, oso de plata en el Festival de Berlín de 1.955 e interpretada por creo que el único de aquellos niños prodigios que no se atragantaba en el estómago por exceso de noñería marujil: Pablito Calvo.

Marcelino es un niño abandonado en un convento de franciscanos. Criado por los frailes, entre ellos un jovencísimo y genial Fernando Rey, revolucionará el convento y el cercano pueblo. Su bondad y su inocencia llegarán a enternecer al mismo Dios.

En fin, una película imprescindible como creo que no se ha rodado otra en España y, por desgracia, creo que tardará en hacerse.


domingo, 25 de octubre de 2009

EL TRAJE DE ZAPATERO







Aunque el hábito no haga al monje, claramente ayuda. Me gusta

Vamos, que me cuesta creer que para trabajar vendiendo calzoncillos en El Corte Inglés te exijan ir bien afeitado y vestido más que pulcramente mientras que un médico pueda llevar pendientes o ir vestido con harapos. En el colmo de todo esto podríamos encontrar a los policías municipales de Valladolid que no se avergüenzan de lucir pendientes, coletas, pulseras o incluso piercings en lo que considero un insulto hacia su uniforme, su trabajo y los ciudadanos que pagan su sueldo. Y vamos, que un pelanas de éstos -que encima suelen ser los más chulitos- no creo que sea quien para decirme si mi coche molesta o no.

Esto que, opino podría aplicarse a todos los oficios que fueran cara al público, creo que debería mimarse hasta el extremo cuando se trata de cargos públicos. Que luzcan un aspecto adecuado: ni demasiado ostentoso -dejo la afición d
e la ViceBruja por la alta costura a cargo del erario con casi un millón de comidas servidas diariamente en los comedores de Cáritas- ni excesivamente humilde. Es más, estimo que la forma de vestir en un representante nacional es un asunto no de imagen personal sino institucional o, incluso, nacional.

Todo a cuento del pésimo gusto a la hora de vestir del, por desgracia y si Dios no lo remedia, Presidente del (des)Gobierno.

No tengo ni la más mínima idea
de moda. Es más, me supone un enorme esfuerzo combinar una corbata con una camisa para acudir a un boda: y eso que me encantan las corbatas aunque no las use casi nunca. Pero no hace falta ser Petronio para darse cuenta de lo mal que viste ZP. ¿Cómo es posible que a un hombre le quede tan mal un traje? Los hombros caídos y a la vez tirantes; las mangas unas veces cortas y otras excesivamente largas pero siempre asimétricas; los botones descolgados y las solapas arrugadas; parece que el forro de la americana fuera demasiado pequeño... Mismamente se podría pensar que duerme con el traje puesto y que sólo tiene una corbata o bien la misma pero repetida con colores diferentes y siempre pequeños lunares blancos. Ignoro si viste en un mercadillo o compra los trajes de 60 euros que vendían en Pryca, pues tiene delito que te queden tan mal por muy mal hecho que estés. Recomendaría a su asesor de imagen -quizás sean sus hijas y esto lo explique todo- que visitara Springfield donde, por 120 euros, venden trajes que a cualquiera le quedan bien, por muy mal formado que esté, con camisa y corbata incluidos. O, puestos a ser más espléndidos, que vaya a El Corte Inglés donde encontrará, por menos de 50.000 de mis añoradas pesetas, trajes que al bajo le hacen crecer y al gordo adelgazar como por arte de magia. No eso, no: al tonto no le hacen espabilar.


, cuando acudo al médico, que éste tenga pinta de médico pues, si bien es cierto que un aspecto descuidado, o incluso un poco guarrete, ya sea en su peinado o en su bata, podría dejar adivinar una especie de asceta o un loco por su trabajo que no se ocupa de detalles que puedan parecer adjetivos, opino que las apariencias a la hora de ejercer una profesión son fundamentales. No tengo nada en contra de que un médico, un juez o un profesor, por poner tres ejemplos, vayan hechos unos adanes en su vida privada: allá ellos. Pero sí creo que el gusto por los detalles y el trabajo bien hecho también se filtran a la hora de intentar ofrecer una apariencia seria y responsable ante el público.

viernes, 23 de octubre de 2009

RELEYENDO "EL PADRINO" (8): AL NERI


Al Neri, interpretado en las películas por Richard Bright, era un policía de Nueva York de origen siciliano, caracterizado por su fiereza y brutalidad, pero también por su honradez y sentido familiar y del honor. En el libro hay varios pasajes que resaltan su personalidad, como cuando propina una paliza a su sobrino por faltar el respeto a su madre (la hermana de Neri) o cuando golpea duramente a unos gamberros inmigrantes italianos “por deshonrar a su país”. El arma favorita del agente Neri era una enorme linterna, con la que atizaba a los delincuentes. Con esta linterna le abrió la cabeza al asesino de una muchacha, por lo que fue separado del servicio y procesado.

Enterada
la familia Corleone de esta injusticia y de las virtudes del ex policía, hizo uso de todas sus influencias para evitarle la cárcel y le invitó a incoporarse a su plantilla. En menos de un año Neri ya había vertido sangre por cuenta de los Corleone. Neri no entró en la Familia como soldado raso, sino como “especial” y su primer encargo fue organizar el asesinato del buscavidas Moe Greene en Las Vegas, por negarse a vender su parte de un hotel (“¿Te fijaste bien en él?” –le pregunta Michael al abandonar el hotel tras el enfado de Moe). Pero su actuación estelar es cuando ejecuta a Emilio Barzini, principal rival de la Familia, disparándole a bocajarro –en la película, mientras huye por una escalinata- , disfrazado con su antiguo uniforme policial.

En El Padrino II, en la parte de los años 50 que no aparece en la novela, Neri ha sido ascendido a Caporegime junto con Rocco Lampone, sustituyendo ambos al traidor Tessio y al desaparecido Pete Clemenza. En esta peli, Neri está presente en las grandes decisiones de los Corleone. Se le puede ver en las reuniones celebradas con Johny Ola (al que se autopresenta), con el Senador Geary y con Frankie Pentangeli. En la reunión para discutir la ejecución de Hyman Roth, informará a Michael y a Tom del rechazo de varios países de la petición de asilo del magnate de Miami. Al final de la película, será el encargado de ejecutar a Fredo en la intimista escena de la barca. Del metraje original de esta Segunda Parte fueron eliminadas por desgracia dos magníficas escenas: en la que comunica a Michael que han localizado por fin al pastor Fabrizio (el que atentó contra Apollonia) y en la que expulsa a golpes al gerente del hotel-casino Tropicana.

De esta segunda película siempre me ha llamado la atención que el papel de guardaespaldas de Michael (el que ejecuta en Cuba a Johny Ola e intenta eliminar en el hospital al judío Hyman Roth) fuera desempeñado por el actor Amerigo Tot, en vez de ocuparse Al Neri de estos “trámites”. Puede que los guionistas o el propio Puzo desearan mantener vivo a un personaje tan emblemático de la novela, prefiriendo así que fuera un desconocido a quien acribillaran las balas de la guardia de Batista. En cambio con Lampone no tuvieron tantos miramientos.

Por último, en la tercera parte de la saga, Al aparece como un personaje diluido, una especie de empleado de confianza de un Michel Corleone que ha dejado de ser un gángster para convertirse en un hombre de negocios. Su más larga intervención es para planear con Vincent y Connie el asesinato de Joey Zasa. También es curioso cómo se refiere a él Kay Adams justo cuando llega a la estación de tren de Sicilia (“¿Todavía tienes a Neri?, “Sí, lo necesito para que me abra la puerta del coche”). Su última aparición es para dar muerte al Arzobispo Gilday, en la Ciudad del Vaticano, tras un largo viaje en tren en el que se ve como lleva la pistola oculta en una caja de surtidos Cuétara.

miércoles, 21 de octubre de 2009

CURAS CATÓLICOS CASADOS


Hace un mes le comentaba yo a un amigo mío muy puesto en temas teológicos que me daba mucho miedo que, dada la actual crisis de vocaciones en la Iglesia Católica, cualquier día permitieran casarse a los sacerdotes u ordenarse a las mujeres, algo que me disgustaría muchísimo. Yo le decía a este amigo desde mi gran ignorancia en estas cuestiones que a mí siempre me habían explicado que la Iglesia podía cambiar el criterio al respecto, ya que se trataba de asuntos de “derecho eclesiástico” y no de “derecho divino”, que obviamente son inmutables. Pero este chico, que pertenece a una institución de la Iglesia de la que hemos hablado bastante, se puso hecho un basilisco y me dijo que era imposible que sucediera una cosa así, porque eso no se puede cambiar por ningún Papa, y que el problema es que yo tenía poca Fe y poca esperanza, etc.

Hoy me ha despertado una noticia en la radio que me ha dejado estupefacto. Disculpen los entendidos mis posibles inexactitudes terminológicas, pero por lo que parece la Santa Sede ha decidido admitir en la Iglesia Católica, con plenitud de derechos, a comunidades anglicanas de diferentes países (Comunión Anglicana Tradicional - TAC), cuyos sacerdotes pasarán a ser sacerdotes católicos aunque estén casados. Incluso los seminaristas ya casados podrán ordenarse como sacerdotes. Eso sí, los Obispos quedan fuera de esta posibilidad y tampoco se permitirá contraer matrimonio a los que ya sean sacerdotes ni a quienes pretendan serlo a partir de ahora.

Con estas cosas pasa a menudo que los medios de comunicación distorsionan las noticias y al final la realidad no se parece nada a la interpretación de la prensa. Pero aun así, yo me he quedado de piedra, muy inquieto y temeroso.

No sé hasta qué punto será cierto que a partir de ahora se pueda ser cura y estar casado. Aunque acato la decisión de Roma (no como otros, que en cuanto algo no les gusta se montan su sectilla), se me ponen los pelos de punta de imaginar que pueda llevar una parroquia o impartir los Sacramentos un señor con familia e hijos. Siempre he estado radicalmente en contra, porque como ya dije en otro post, una monja o un cura casados van a dar siempre prioridad a las necesidades de su pareja o de su prole, y ello es incompatible con la razón de ser de la vida religiosa, que es la renuncia a uno mismo para entregarse del todo a Dios, a la oración y a los demás.

Me surgen muchas dudas sobre la noticia, que quizá algún entendido pueda aclararme.
Primero no entiendo que, por una parte, Roma aparentemente acerque posiciones a los llamados lefebvristas y por otra se descuelgue con este guiño semiprotestante que me espeluzna.

Tampoco tengo claro hasta qué punto estos sacerdotes con esposa van a ser curas católicos de los de fetén, o va a haber algún tipo de restricción a su estatus canónico.

Por otra parte, pienso que si la situación es como la explica la prensa, hay riesgo de que antes o después permitan casarse a todos los curas, ya que, en mi modesta opinión, con la medida que ha anunciado hoy el Vaticano está reconociendo claramente que se puede estar casado y ser un buen sacerdote, luego, ¿qué obstáculo habría para extender esta libertad a los futuros presbíteros? No parece coherente hacer distinciones sobre si la condición de casados la tenían ya o la tendrán a partir de ahora, pues lo importante es la esencia del asunto.

Por último me pregunto si también va a permitirse ahora o después que las mujeres puedan ordenarse, igual que en la Iglesia Anglicana, porque entonces sí que me da algo.

Reconozco tener rotos muchos esquemas desde esta mañana y espero con calma el debido asesoramiento de los que saben. No, si al final tendré que autoconvencerme de que el anglicanismo es bueno, en vez de una herejía anglosajona que surgió de los caprichos de Enrique VIII, como tenía claro hasta ahora.

Ay, el ecumenismo... ¡cuántos sapos tendremos que tragar!

lunes, 19 de octubre de 2009

SE LES ATASCA LA MARICONERA

En mi familia, de los tacaños, de los que siempre se hacen los longuis cuando toca invitar en los bares, decimos que “se les atasca la mariconera”. La expresión la acuñamos porque un pariente político de mi padre siempre usaba el mismo truco para escaquearse en las rondas de cafés o de vinos. Resulta que solía llevar una mariconera de cuero, de esas donde algunos hombres mayores guardan la cartera, el tabaco y qué sé yo, y cuando llegaba el fatídico momento de soltar la guita, el amigo sacaba raudo la mariconera al grito de “deja, deja”, pero luego empezaba a tirar de la cremallera afanosamente, fingiendo que estaba atascada y haciendo comentarios de desesperación, “dichosa cremallera”, “qué le pasa a esto”, hasta que alguno de sus acompañantes se le adelantaba y pagaba. Siempre empleaba la misma triquiñuela y era mundialmente conocido por ello.

Ser roñoso es una de las cosas más repelentes que puede haber. Además, coger fama de rata no tiene marcha atrás; como a alguien empiece a conocérsele por tener la mariconera atascada, ya puede cambiar de repente y convertirse en el tío más rumboso de la ciudad, que ya habrá quedado de por vida marcado por el sambenito.

Una de las cosas más llamativas de los tacaños compulsivos es que su actitud no guarda relación alguna con su situación económica. Hay tacaños muy ricos y muy pobres. Yo creo simplemente que hay determinados sujetos que consideran un desperdicio intolerable realizar cualquier gasto por pequeño que sea en beneficio de los demás o al menos si a él no le reporta ninguna ventaja. Estos tíos sufren un montón cuando ven avecinarse un turno de consumiciones para siete amigos y calculan (porque se pasan la vida calculando) que les toca pagar a ellos; se ponen tensos, y se les nota a la legua, cuando han adelantado un pago, por ejemplo para un regalo colectivo, y hay colegas que se retrasan en saldar la cuenta; se desesperan en las excursiones si han llevado ellos el coche y alguien olvida abonarles su parte de la gasolina…

Eso sí, con ellos mismos acostumbran a ser muy dadivosos y desprendidos. Generalmente son muy poco austeros y les encanta aparentar holgura económica exhibiendo objetos, ropas o coches caros. Tampoco les importa nada derrochar generosidad con los demás cuando les interesa. Son los típicos que siempre tratarán de pagar en el bar o en el restaurante cuando se reúnen con alguien al que pretenden pedir un favor o les acaba de favorecer de algún modo. Yo tengo un amigo que es husmia hasta extremos cómicos e incluso entrañables, pero al muy mamón le encanta invitar con salero a las chavalitas que se cepilla o se quiere cepillar. Con los amiguetes, en cambio, tiene menos detalles que un Seat Panda.

Luego hay otro espécimen de agarrado que lo es a todos los niveles: con los demás y consigo mismo. Tiene la cremallera estropeada para todo. Piensa que cualquier gasto superfluo debería estar prohibido. Considera que debería ser delito gastar más dinero en algo que puede encontrar más barato, independientemente de criterios estéticos, calidades o caprichos. Esta clase de cicateros no es tan despreciable como los otros, pero a veces te partes con ellos (o sufres vergüenza ajena). Son inconfundibles en cualquier situación. A pesar de que pueden gozar perfectamente de un sueldo muy holgado para ellos solos, si tienen que decorar la casa o realizar cualquier arreglo, lo harán ellos mismos, aunque no tengan ni puta idea, o buscarán a un familiar o conocido que se lo haga. Si hay que cenar con los amigos siempre propondrán el restaurante más barato posible, aunque se trate de un evento o celebración especial. Si van de vacaciones arañarán hasta el límite, hasta el punto de hacerse cargante e incómodo viajar con ellos, siempre regateando en cualquier pequeño homenaje que el grupo quiera darse para disfrutar de su tiempo libre. En las vacaciones, ya digo, es donde peor se portan: Quieren hacer todas las comidas a base de bocadillos con el embutido que han comprado en el Súper, pillan fiambre y pan en el bufet del desayuno del hotel para evitar cualquier gasto en el almuerzo, insisten en que no les apetece cenar nada cuando los amigos quieren hacerlo en algún sitio bonito del lugar donde estén, y se empeñan en no participar en los “botes” y en llevar sus gastos por separado. Por lo general cualquier grupo de amigos un poco grande estará dividido en función del estilo de vacaciones que se prefiere, y no precisamente por el volumen de los sueldos o la clase social, sino por la racanería de algunos, que son incapaces de darse un gusto o una comodidad aunque el dinero les salga por las orejas.

Yo respeto cómo quiera organizar cada uno su economía, pero creo que por muy austero que se sea (es una virtud que yo admiro y creo poseer en buena medida) hay ciertos límites para manejarse correctamente en sociedad y para no convertirse uno en un avaro con la capacidad de disfrutar de su dinero completamente bloqueada. Creo que no hace falta estar todo el día pagando rondas ni invitando a comer a los colegas para que quede claro que uno tiene sus gestos, sus detalles de cariño con las personas que quiere y que no anda siempre con la asquerosa libreta del “debe” y el “haber”.

domingo, 18 de octubre de 2009

EL COMENTARIO DE LA SEMANA (41): LA ÚNICA FUNCIÓN DEL MAESTRO ES HACER HOMBRES DE PROVECHO

El mejor comentario de las últimas semanas ha sido:

"(...) Creo que el profesor o el maestro deben estar revestidos
de una autoridad respetada por todos, alumnos y sobre todo padres.

Estamos en un sistema educativo, donde
para no desmoralizar a un niño, le podemos pasar de curso suspendiendo un montón de asignaturas, despreciamos la cultura del esfuerzo y sobre todo despreciamos la figura del profesor o maestro, cuyas únicas funciones son enseñarnos y hacernos hombres o mujeres de provecho (...)".

Autor:
Clebarr

viernes, 16 de octubre de 2009

MALDITOS Y GENIALES BASTARDOS

Una joven judía buscada por las SS es la propietaria de un cine en el París de 1944. Por una de esas casualidades de la vida, es obligada por el Servicio de Propaganda nazi a albergar en su local el rimbombante estreno de una película patriótica alemana, al que asistirán Goebbels, numerosos jerarcas del partido y hasta el propio Hitler. Enterados los servicios de espionaje británicos, deciden no desaprovechar la ocasión de cazar a todos los ratones en la misma ratonera y contactan con Los Bastardos, un grupo de yanquis hebreos que llevan dos años practicando una vengativa y sanguinaria lucha de guerrillas en la Francia ocupada.

Partiendo de este argumento, que no es más que una excusa para desplegar mil sensaciones, mil emociones y mil demostraciones de un talento inigualable, Quentin Tarantino nos presenta una de las mejores películas que he visto en mucho tiempo. Probablemente una de mis películas favoritas hasta la fecha.

Es imprescindible ir a verla por muchos motivos. A mí me ha entusiasmado porque trata el tema de la II Guerra Mundial. Porque es tremendamente imaginativa y no tiene ningún rigor histórico. Por sus guiños y hasta parodias divertidísimas del cine bélico. Por su violencia realista y de verdad que impresionante. Por la interpretación brillante y fascinante de Cristoph Waltz como Coronel Landa, de las SS. Porque me ha hecho redescubrir una faceta diferente de Brad Pitt en el mejor papel de su filmografía. Porque me ha emocionado mucho. Porque las secuencias de la granja lechera y del encuentro en la taberna con la agente secreta (Diane Kruger) son para mí de las más tensas de la historia del cine. Porque refleja fielmente el talante cruel y vindicativo de los judíos. Porque el final te deja sin palabras mucho rato. Porque me ha hecho reír a carcajadas y también ha conseguido que aparte la vista de la pantalla. Porque tiene unos diálogos buenísimos. Porque el Hitler que sale es genial. Porque hay algún personaje con muchos matices (el joven soldado héroe y actor). Porque sabe jugar -torturar- con el suspense. Porque nunca he visto reaccionar al público así en ninguna sala de cine. Porque las dos horas y pico que dura se me han pasado como media.

Vedla, por favor. Y la comentamos.

miércoles, 14 de octubre de 2009

LAS 10 CARACTERÍSTICAS DE UN BUEN CRISTIANO (por Aprendiz)

1.- Lo primero y más fundamental que debe hacer un cristiano es, AMAR A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS.

2.- Ir a Misa todos los domingos y festivos.

3.- Debe respetar y defender a la Iglesia y cumplir con lo que mande. No debemos olvidar las palabras que dijo Jesucristo a San Pedro cuando fundó la Iglesia: “…cuanto ates en la tierra será atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos” (Mateo 16,19)

4.-Entre sus rezos diarios no debería faltar: Una oración al levantarse, rezar el Ángelus a las 12:00, rezar el Rosario, un rato de oración con Dios y las tres Avemarías al acostarse.

5.- No tener relaciones prematrimoniales, o en el caso de estar casado, extramatrimoniales.

6.- No hacer uso de anticonceptivos.

7.- Deben hacerse propósitos para ir mejorando (trato con los demás, pereza, egoísmo, pureza…) y ofrecer las dificultades del día.

8.- Debe procurarse un medio de formación para conocer bien lo que nos manda la Iglesia y como orientación en el trato con Dios, y sobre todo para hacer apostolado.

9.- Su meta debe ser alcanzar la santidad, por lo que debe buscar y hacer la voluntad de Dios.

10.- Debe vivir los Sacramentos, cumplir los Mandamientos de la Ley de Dios y de la Santa Madre Iglesia, y debe conocer el Catecismo de la Iglesia Católica.

domingo, 11 de octubre de 2009

FELIZ DÍA DE LA HISPANIDAD.


Siento vergüenza de ser español.

Me avergüenza mi rey, del que no podía tener peor opinión. Un bufón a quien aquellos reyes que encabezaban a su pueblo en la batalla no se habrían molestado ni en escupir.

Me avergüenzan mis gobernantes, independientemente de su color. Una cuadrilla de bandidos poblada por lo peor de cada casa; unos farsantes que venderían a su padre a cambio de un poco más de poder y unos míseros céntimos.

Me avergüenzan mi compatriotas que, siguiendo el ejemplo de quienes les gobiernan, son el paradigma de la corrupción y de lo vulgar. Plebe apesebrada y mezquina.

Y siento vergüenza de mí mismo. Porque soy un cobarde que me limito a escribir, firmando con pseudónimo. Porque ya no me peleo a brazo partido cuando oígo a algún histrión vomitar sus estúpidas opiniones a lo Anarrosa o a lo Zerolo acerca de cualquier tema transcendental que los hombres más sabios de la Historia han discutido durante milenios. Siento vergüenza de mí mismo porque ahora mismo estoy en la playa; y por no presentarme en la Moncloa o en la Zarzuela armado con un palo y dispuesto a poner orden. Y más me avergonzaré de mí mismo cuando algún día, si llego a la senectud, un chavalín me pregunte:
«Y tú, ¿qué hiciste para evitar aquellas barbaridades?».

Y a pesar de mi vergüenza, sigo amando a España con todo mi corazón de hijo indigno. A la España que, en lugar de enriquecerse vilmente, prefirió enfrentarse con todo el mundo conocido simplemente para defender que cualquier hombre, independientemente de su nacimiento, podía salvarse. A la Patria que forjaba presos que abandonaban su cárcel bajo palabra para enfrentarse con el invasor francés y morir por reyes que merecían la corona mucho menos que ellos. Amo a la Patria que ganó mundos enteros
«al mar y a la barbarie». Amo a la España que ahorcaba vierreyes y validos por corruptos y que, al tiempo, rehabilitaba a Don Álvaro de Luna, dos siglos después de su ejecución. Amo a la Patria de capa y espada y a la que prefirió la honra sin barcos a los barcos sin honra.

Por todo ello, y a pesar de mis vergüenzas, FELIZ DÍA DE LA HISPANIDAD.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
¡¡¡VIVA LA AMÉRICA HISPANA!!!
¡¡¡ARRIBA LA HISPANIDAD!!!



Salutación a la bandera.

Salve, Bandera de mi Patria, salve,
y en alto siempre desafía al viento,
tal como en triunfo por la tierra toda
te llevaron indómitos guerreros.

Tú eres España, en las desdichas grande,
y en ti palpita con latido eterno
el aliento inmortal de los soldados
que a tu sombra, adorándote, murieron.

Cubres el templo en que mi madre reza,
las chozas de los míseros labriegos,
la cuna donde duermen mis hermanos,
la tierra en que descansan mis abuelos.

Por eso eres sagrada, en torno tuyo,
a través del espacio y de los tiempos,
el eco de las glorias españolas
vibra y retumba con marcial estruendo.

Salve, Bandera de mi Patria, salve,
y en alto siempre desafía al viento,
manchada por el polvo de las tumbas,
teñida con la sangre de los muertos.

Sinesio Delgado.








sábado, 10 de octubre de 2009

CARA AL SOL

Se lo he oído cantar a chulos de tres al cuarto y a las mejores personas que conozco; a pijitos emperifollados y a obreros vestidos de mono; a egoístas burgueses y a gente con un profundo sentimiento revolucionario; a ricos y a pobres; a derechistas, a izquierdistas y a muchos que renegaban de ambas categorías; a agnósticos y a opusinos; a franquistas furibundos y a antifranquistas radicales. He visto como lo tatareaban borrachos por la calle, adolescentes sin idea de política, políticos profesionales enriquecidos durante el Régimen y gente tan honesta que pagó su fidelidad con la cárcel.

Lo he oído entonar en campamentos de verano de los jesuitas y en pelis sobre la guerra o la Transición, como siniestra banda sonora de los desmanes de la extrema derecha. Lo he visto cantar con amor y con odio: con solemnidad, con los ojos emocionados y la mano extendida a modo de saludo, pero también con el gesto altivo, los dientes apretados y el brazo tieso y amenazante como en una película de nazis. Lo han cantado con fervor mis amigos y mis enemigos; los más inteligentes y los más necios; los buenos y los malos; los que sabían de su significado y aquellos que berreaban sus estrofas sólo para sentirse fuertes y arropados, tipos duros a los que hay que temer.

Delante de mí lo han cantado gallitos salvapatrias; militares enamorados de España (¡qué pocos!); novias de falangistas; peña que desafinaba y decía “la muerte si me llega” o “mis compañeros”; montañeros aguerridos en una cima nevada; futboleros subnormales; portadores de símbolos diversos (célticas, águilas de San Juan, esvásticas, rojinegras yugadas y hasta banderas republicanas); gente furiosa en manifestaciones y gente rebosante de paz, ante una tumba y cinco rosas; militantes del PSOE y votantes de Izquierda Unida; ancianos generales de la División Azul…

Cara al sol es un himno sobre la guerra escrito antes de la guerra; es un poema de amor y de esperanza sobre un muchacho que le dice a su novia que si cae muerto en la batalla, lo hará mirando al Cielo y con la camisa en cuyo bolsillo ella bordó con cariño cinco flechas rojas; que al morir se reunirá con sus mejores camaradas que ya hacen guardia en lo Alto; que su muerte contribuirá a la Victoria de sus ideales y a la Paz anhelada por todos, a la primavera sonriente.

Cara al sol con la camisa nueva
que tú bordaste en rojo ayer,
me hallará la muerte si me lleva
y no te vuelvo a ver.
Formaré junto a los compañeros
que hacen guardia sobre los luceros,
impasible el ademán,
y están presentes en nuestro afán.
Si te dicen que caí,
me fui al puesto que tengo allí.
Volverán banderas victoriosas
al paso alegre de la paz
y traerán prendidas cinco rosas
las flechas de mi haz.
Volverá a reír la primavera,
que por cielo, tierra y mar se espera.
Arriba escuadras, a vencer,

que en España empieza a amanecer.




miércoles, 7 de octubre de 2009

LOS BRUJOS DE ATOCHA

Por culpa de este berenjenal de competencias y administraciones en el que nos encontramos encharcados no tengo claro de quién depende la gestión de las estaciones de ferrocarril. No sé si será del Ministerio de Fomento o de ADIF; incluso, dudo si la gestión de los andenes será asunto de unos y las tiendas y espacios inmersos en las estaciones dependerán de los ayuntamientos, las comunidades o vaya usted a saber quién. Lo que tengo clarísimo es que no se permitiría una exposición en la estación de Atocha que versara sobre temas poco acordes con el «estado laico y moderno»; ya estuvieran éstos relacionados con la religión católica o los peligros de la promiscuidad. Y vamos, no me quiero ni imaginar el jaleo que se montaría si en algún recinto público -o incluso privado- se celebrara una exposición sobre maneras de curar la homosexualidad.

Eso sí; si se trata de la V Feria Esotérica, los medios de desinformación de masas atenderán el evento a diario durante dos semanas. Hoy, dedicando cinco valiosos minutos a mostrar como un impresentable -que dudo si es un estafador, un loco o, sencillamente, un gilipollas- intenta vender al pardillo de turno un trozo de pirita con el que asegura se puede encontrar trabajo en poco tiempo. Mañana, un individuo de sexo difícilmente catalogable explicará, al mediodía en Antena 3 y en Telecinco por la noche, cómo los astros influyen definitivamente en nuestras vidas y cómo él, invocando la ayuda de El Fantasma de las Bragas Rotas, puede modificar el destino que las estrellas rubricaron hace milenios. Incluso Mamen Mendizábal, adalid del progresismo bibianista e implacable fustigadora de machistas, homófobos y fanáticos oscurantistas nacionalcatólicos -sería tonto de baba el que inventó el término-, estará dispuesta a dedicar un valioso espacio a un tema tan interesante como la positiva influencia energética que ciertos pedruscos semipreciosos de río tienen sobre la salud. Me gustaría preguntar en público y en Público a cualquiera de estos lumbreras qué dice el teorema de las fuerzas vivas.


Parece mentira que, en un tiempo en que se ensalza la ciencia y el positivismo hasta límites paradójicamente irracionales, goce de tantísimo éxito todo lo relacionado con la hechicería y la superstición. Quizás sea una estrategia de ingeniería social que, en una época en la que se hace escarnio de toda creencia religiosa, y más aún si es católica, acaparen tantísima atención gilipolleces como conjuros chamanístiscos para que Madrid fuera elegida como sede olímpica. Durante veinte siglos, la ciencia y la religión han luchado para expulsar la superstición y los alienantes mitos esotéricos de la sociedad para que ahora aparezcan hasta en la sopa los estafadores y esquizofrénicos echadores de cartas y lectores de bolas de cristal: personajillos sin escrúpulos que por fama y poder hacen el agosto estafando a tontos del bote y a pobres desesperados que acuden a ellos creyendo en sus promesas de, incluso, milagrosa curación.


Por lo que tengo entendido, en países como Italia la hechicería está prohibida por ley. Dudo si en España se podría aplicar algo similar o, incluso, hacer que todos los rappeles, aramises, pacoporras, adivinas, brujas, magos y curanderos se pudrieran en la cárcel por estafa o intrusismo profesional. Por mi parte, me quedaría muy a gusto si, como en otras épocas más gloriosas, se les pudiera recetar una buena ración de cepo o, mejor aún, una dosis rápida y suficiente de garrote vil.

martes, 6 de octubre de 2009

ENCUESTA SOBRE AGRESIÓN "ANTIFASCISTA"

Pregunta: ¿Qué opinas del juicio por la muerte del "antifascista" Carlos Palomino a manos de Josué Estébanez? (Pueden marcarse varias respuestas)

Nº de votos: 31

Duración de la encuesta: 12 días

Respuestas:

a) Josué actuó en defensa propia y no merece ningún castigo. 7 votos (22%)

b) Josué es un nazi criminal que merece ir a la cárcel. 7 votos (22%)

c) Me dan igual las ideas y la estética: ha habido un asesinato y debe haber castigo. 8 votos (25%)

d) Si hubiera sido al revés o el crimen lo hubiera cometido un inmigrante, ni lo habrían sacado en la tele. 11 votos (35%)

e) Tanto Josué como Carlos son escoria inmunda y sus respectivas tribus urbanas son igual de repugnantes. 8 votos (25%)

f) Lo ideal es que hubieran acuchillado al oportunista de Esteban Ibarra. 7 votos (22%)

g) Otras opiniones. 0 votos (0%)

NOTA: En las
encu
estas en las que pueden votarse varias opciones, el % no representa el porcentaje de votos que ha obtenido cada respuesta sobre el total de los emitidos, sino el porcentaje de votantes que ha escogido esa opción.

lunes, 5 de octubre de 2009

REFLEXIONES ALCOHÓLICAS

I- Estoy muy a favor del consumo de alcohol por personas adultas. Forma parte de nuestra cultura, de nuestra forma de ser, de nuestra forma de divertirnos y relacionarnos. El alcohol es sinónimo de vida, de fiesta, de alegría.

Es una sustancia inofensiva
que solo se hace peligrosa en manos de viciosos o estúpidos. Como cualquier otra cosa. Una barra de pan, por ejemplo, tiene un uso normal, pero puestos a pensar, puede utilizarse para algunas cosas perversas (metérsela en el ojo a alguien, por decir una).

II- Quien abusa del alcohol es un débil, un pelele. Conozco muchos casos de gente que pasó de tomarse una caña con limón a la semana a meterse diez cubatas todos los findes cuando les dejó la novia. Hay quien bebe para afrontar el paro, para sobrellevar una mala época, o para escaparse de problemas que sólo pueden resolverse echándole cojones.

III- Todo el mundo se alegra junto al que bebe vino. Todo el mundo anima a beber a los demás. Pero la pena para quien se convierte en esclavo del alcohol es la burla y el más duro ostracismo.

IV- ¿Cuál es el límite ético de la bebida? Para mí está claro. Es inmoral beber alcohol cuando tu salud se resiente (tú no eres dueño de tu cuerpo), cuando molestas o dañas a los demás y, sobre todo, cuando beber comienza a interferir negativamente en tu vida afectiva, familiar o profesional.

V- Admito que a alguien pueda no gustarle el sabor de los licores, pero estoy convencido de que el 95% de las personas que jamás, bajo ningún concepto, prueban una gota de alcohol (ni para brindar en un cumpleaños) tienen problemas personales o bien han sido alcohólicos o han sufrido este drama en la familia más cercana. Hay una peli genial de Imanol Uribe (Plenilunio) donde la protagonista le dice al protagonista cenando “Todo hombre que no bebe esconde un gran secreto”

Jamás me fiaré del todo de un abstemio integrista.

VI- El Estado debe proteger siempre al individuo. La venta flexible de alcohol es compatible con nuestra cultura y mentalidad, pero pienso que los poderes públicos deben imponer la mesura en el consumo. Por ello, no sólo debería penalizarse a quien conduce bajo los efectos de estas bebidas, sino también a los que presenten niveles muy altos de embriaguez en la vía pública, aunque vayan caminando. Esta medida prevendría peleas, accidentes, actos de vandalismo y otras lacras, amén de favorecer la dignidad de las personas. Quien quiera mamarse a saco, que lo haga en su casa.

VII- El alcoholismo (como la ludopatía, etc) no es ninguna enfermedad. Es solamente un vicio adquirido por gente sin voluntad. Si no hubiera existido el alcohol, los bebedores se habrían enviciado con otra cosa.

VIII- El alcohol y el tabaco no son ninguna droga como dicen los defensores de la legalización del cannabis. A diferencia de las drogas y sustancias psicotrópicas, el uso del alcohol no tiene por qué estar dirigido directamente a alterar la conciencia y el comportamiento del consumidor. De hecho, la mayoría de bebedores no lo usa para eso, sino como elemento gastronómico o de relación social. Quienes hacen un uso antinatural del alcohol son los que más cante dan, pero son una minoría.

IX- ¿Por qué conozco personas aparentemente agradables que cuando beben se vuelven unos gilipollas integrales y se dedican a dar el coñazo a los demás? Yo las pocas veces que me he tostado no le he dado la murga a nadie. Creo que mucha gente pone la excusa del alcohol para soltarse la melena y hacer y decir cosas que nunca haría sin beber. Tampoco me creo que un borracho violento, pesado o faltón sea una persona maja y ecuánime cuando está sobrio.

viernes, 2 de octubre de 2009

DÍAS DE LA SEMANA

Mi día favorito de la semana es el viernes. Aunque trabajo por la mañana y suele ser una jornada de bastantes marrones, ya que debo dejar cosas listas para una reunión del lunes y la gente me lo trae todo a última hora, el día previo al fin de semana siempre llega pleno de expectativas de un largo descanso, que después se hace muy corto, pero de ilusiones también se vive. Es el día de la esperanza, en el que piensas todas las cosas que harás el finde y en el que despides por un par de días a los madrugones, a los horarios rígidos y a las tensiones.

Sin embargo los viernes suelo estar demasiado cansado de toda la semana como para plantearme hacer nada especial por la tarde o por la noche. A veces salgo a cenar algo, pero lo más habitual es que me quede en casa viendo una peli y tomándome un Barceló-Cola.

A diferencia de la mayoría, considero que el lunes no es tan malo. Yo es el día que menos me cuesta madrugar, ya que estoy muy descansado de dormir más horas las últimas dos noches, y suelo afrontar mis obligaciones con más energía y optimismo. Además, como ya he dicho, la agenda de este día ya la dejo medio rematada el viernes pasado y los compañeros que me generan trabajo suelen estar más perezosos, pensando que todavía tienen toda la semana para sacar los asuntos adelante. Esa frase de “estoy de lunes” a mí no se me puede aplicar.

Pero el día malo, malo, el peor de todos, es el domingo
. Si el viernes es expectativa, el maldito domingo es despedida de lo bueno. Y ya es triste, pues deberían ser 24 horas de descanso y relax, pero aunque el cuerpo descansa, la mente anda inquieta, gruñendo porque ya se acaba la fiesta. Es una sensación de malestar que comienza más o menos a mediodía o después de comer, pero que te jode el domingo. En mi caso la cosa se agrava, ya que dedico toda la mañana a las engorrosas tareas de limpieza, y así no hay forma de disfrutar.

A última hora del domingo siempre acudo a Misa y después a lo que mis amigos y yo denominamos humorísticamente “café misero”, una reunión institucionalizada desde hace años en un bar céntrico. Los asistentes al café misero nos juntamos invariablemente en la puerta de la iglesia. Algunos salimos de oír misa y otros vienen solo a la salida, a tomar algo. Este par de horas suele ser muy entretenido y nos libra de la “angustia vital” de las últimas horas de libertad. Normalmente hacemos balance de lo sucedido el sábado, nos ponemos al día de los últimos escándalos sentimentales (que en mi grupo los hay en abundancia), programamos la “caña entresemanera” (que normalmente es el jueves, para hacer la quiniela) y nos quejamos lastimeramente de lo chunga que será la semana que nos espera.

Al salir de la cafetería yo siempre estoy muy jodido pensando en el madrugón del día siguiente (aunque sea lunes).